La nueva institucionalidad debe responder a los retos del sector

La nueva institucionalidad del campo que se puso en marcha a finales del 2015, luego de la firma de nueve decretos por parte del presidente de la República, Juan Manuel Santos Calderón, promete un ‘revolcón’ al desarrollo rural de Colombia.

Redacción Revista Nacional de Agricultura

Edición 969

Las tres agencias creadas para poner a producir al campo colombiano, necesitan de personas con visión a largo plazo y que administren adecuadamente los recursos suministrados.

La nueva institucionalidad del campo que se puso en marcha a finales del 2015, luego de la firma de nueve decretos por parte del presidente de la República, Juan Manuel Santos Calderón, promete un ‘revolcón’ al desarrollo rural de Colombia.

Sin embargo, y a pesar de las acciones que se tomarán con esta firma, como la liquidación del Instituto Colombiano de Desarrollo Rural, Incoder, y la creación de tres Agencias: de Desarrollo Rural, Nacional de Tierras y para la Renovación del Territorio; algunos planteamientos quedaron pendientes, según los gremios del sector.

De acuerdo con Rafael Mejía López, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC, la nueva institucionalidad atiende “parcialmente” las recomendaciones de la Misión Rural para la Transformación del Campo.

“Esta había indicado que el Ministerio de Agricultura fuera una formulador de políticas públicas y las entidades adscritas, las encargadas de la ejecución de la misma bajo la supervisión del jefe de Cartera”, señala Mejía López.

De igual forma, el dirigente gremial afirma que, aunque está de acuerdo con la creación de estas entidades de ejecución de políticas, espera que su integración y puesta en marcha cuente con el soporte técnico y la idoneidad que el sector requiere para enfrentar el posconflicto.

“Por ahora consideramos fundamental un Ministerio de Agricultura que recobre su capacidad tomar decisiones alrededor de las políticas que le competen, incluyendo las relacionadas con el comercio, especialmente el exterior”, subraya Rafael Mejía López.

Por su parte, José Manuel García Páez, gerente general de la Federación Colombiana de Productores de Papa, Fedepapa, asevera que si bien la firma de los decretos por parte de presidencia era necesaria para mejorar la cara del campo en el país, se necesita un seguimiento de los organismos que se crearán.

“De acuerdo con las conclusiones de Misión Rural y sus propuestas, ese sería el deber ser para impulsar el sector agrícola. Es importante que para esto se dé no se politicen las nuevas dependencias”, añade García Pérez.

A su vez, Carlos Maya Calle, presidente ejecutivo de la Asociación Colombiana de Porcicultores de Colombia, Asoporcicultores, expresa que, pese a que la firma de los decretos es un buen avance, aún falta trabajo.

“Si bien la puesta en marcha de la nueva institucionalidad para el sector agropecuario es positiva, falta continuar con ese proceso de reestructuración institucional de tal manera que sí le sirva al productor”, sentencia Maya Calle.

Mayor articulación, piedra en el zapato

Con la firma de la nueva institucionalidad, no solo se dio la creación de tres Agencias; también se dio luz verde para la puesta en marcha de dos Consejos Superiores: el primero, del Ordenamiento del Uso del Suelo, será una instancia presidida por el Presidente de la República y definirá la política relacionada con el ordenamiento del suelo rural.

El segundo, creado para la Restitución de Tierras, formulará los lineamientos generales y articulará la implementación de políticas públicas en materia de restitución de tierras. Sin embargo, y de acuerdo con los dirigentes gremiales, aún hacen falta acciones para brindarle al campo un futuro más productivo, con mayor rentabilidad y con visión a futuro.

“Si algo le falta a este país es institucionalidad, porque esta debe funcionar para todo y no solo para algunas cosas. En Colombia necesitamos que las entidades del sector privados trabajen mancomunadamente con los gremios públicos. Se necesita una verdadera articulación dirigida hacia el mismo norte”, expresa Rafael Hernández Lozano, gerente general de la Federación Nacional de Arroceros, Fedearroz.

En la misma línea, Carlos Maya, de Asoporcicultores, alerta la falta de orquestación entre las instituciones para que, de esta forma, se logre un camino seguro, trabajando todos con la misma meta: un sector productivo autosostenible.

“Hace falta un engranaje entre los gremios agropecuarios y las instituciones del Gobierno. Necesitamos que las entidades público-privadas estén volcadas a las estrategias que tienen los sectores productivos”, señala Maya Calle.

Asimismo, el líder del sector porcino enfatiza en la falta de robustecimiento a la autoridad dedicada a la vigilancia sanitaria y fitosanitaria para optimizar procesos y abrir mercados.

“Hay mucho que falta por hacer. Por ejemplo, no se ha consolidado ni fortalecido el tema de la autoridad sanitaria y de los procesos de inspección, vigilancia y control. Es más crítica la situación, porque no solamente no se ha hecho lo que se debe hacer, sino que se ha venido debilitando más a la autoridad”, concluye el presidente ejecutivo de Asoporcicultores.

Para el presidente de la SAC, el tema es un poco más complicado. Mejía López señala que son dos puntos los trascendentales para transformar el agro, como se quiere con esta nueva institucionalidad: financiación y comercialización.

“Por ejemplo, en la reforma institucional queda pendiente hacer los ajustes sobre el Instituto Colombiano Agropecuario, ICA; la Corporación Colombia Internacional, CCI; el Ministerio en su conjunto y las entidades relacionadas con la financiación de recursos con una sola meta: responder a las necesidades de las actividades agrícolas y pecuarias de Colombia, más en un contexto de economía globalizada”, expone Mejía.

Asimismo, expone que el ICA debe estar orientado a analizar y a poner en práctica los estándares más altos e internacionales en materia de inocuidad y calidad de nuestros productos e impulse su comercialización y admisibilidad en nuevos mercados.

“Es imprescindible construir una institucionalidad que dote de herramientas al sector para desarrollar modelos de comercialización agrícola que disminuyan los eslabones de la cadena y mejoren la rentabilidad de los productores del campo”, finaliza el líder gremial.

Líderes con visión a futuro, una necesidad

Ahora bien, con estos nueve decretos firmados y la puesta en marcha de la nueva institucionalidad para el sector productivo desde el Ministerio de Agricultura, los líderes gremiales en el país deben estar encaminados en mejorar el futuro del campo.

“Ya firmados los decretos, creemos que para una nueva institucionalidad sólida y que perdure en el tiempo, cada agencia debe estar a cargo de personas que sean técnicos y especialistas en su gestión, y que gerencien sobre una visión a largo plazo, no solo limitada a los temas subsectoriales, sino a los del sector y de la economía colombiana”, agrega Rafael Mejía, de la SAC.

De igual forma, el líder gremial enfatiza que de esto dependerán las transformaciones profundas en la competitividad, renovación y modernización del sector agropecuario en el territorio nacional.

“Para esto consideramos que estos líderes que sean seleccionados para estar en la dirección de estas agencias, deben contribuir a gestionar modelos empresariales en el agro y trabajen en la generación de valor de los productos nacionales”, subraya Mejía López.

Para Carlos Maya, de Asoporcicultores, las personas que lideren los diferentes gremios agropecuarios en el país, con estas nuevas Agencias y Consejos, deben ejecutar en meses pensando en décadas.

“El campo colombiano necesita dirigentes con visión de empresa. Que estén orientados más a la gestión y al desarrollo, que a la defensa del status quo. Si trabajan con otras estrategias, diferentes a las establecidas en el país, no se logrará nada”, señala Maya.

Por su parte, Rafael Hernández, de Fedearroz, enfatiza que las personas que estén al frente de los gremios productivos en Colombia deben luchar, en conjunto, para dotar al sector rural con todo lo que necesita para ser más rentable y competitivo.

“Esto se enfoca al tema de la propiedad de los campesinos, al tema de la agricultura familiar, de la protección a futuro del campo, entre otros factores. Difícilmente puede funcionar el sector si no existe la infraestructura gremial y no existen los fondos con qué hacerlos”, culmina Hernández.

En definitiva, sí hay instituciones que buscan dinamizar la comercialización agrícola en Colombia, pero es necesario acelerar su ritmo para contribuir al crecimiento económico no solo en zonas rurales, sino en todo el territorio nacional.

Este es un tema del Gran Foro Nacional: Informe sobre la Misión Rural, que se llevará a cabo el 12 de abril.

Inscríbase aquí:

http://www.eventbrite.es/e/entradas-gran-foro-nacional-el-informe-sobre-la-mision-rural-21457813899

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