LA ELIMINACIÓN DE LAS MALEZAS CONSUME 40% DEL TIEMPO DE LOS AGRICULTORES

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la incidencia nociva de las plantas indeseables, también conocidas como malezas o malas hierbas, es uno de los mayores obstáculos de la producción agrícola del mundo.

La maleza crece con más facilidad en condiciones de clima cálido con alta radiación solar en los países tropicales y sub-tropicales, como Colombia. Adicional a esto, a diferencia de los países desarrollados donde el control de maleza se hace a través de herbicidas y de maquinaria, en los países en desarrollo este flagelo ocupa alrededor de 40% del tiempo del pequeño agricultor, al realizar desyerbe manual o con malos equipos.

Según la FAO, las malezas constituyen 8.000 de las 250.000 especies de plantas que existen, representando 0,1% de la flora mundial. Se caracterizan por ser abundantes, obstaculizar la luz, robar nutrientes a otras plantas, contener o esparcir patógenos que degradan la calidad de un cultivo y lastimar o envenenar al ganado. En este sentido, mantener potreros, siembras saludables y controladas, que permitan al ganadero o agricultor incrementar su productividad y mantener sanos sus cultivos o animales es de suma importancia.

Carlos Rebolledo, ingeniero agrónomo y director comercial para Centro América y el Caribe de Corteva Agriscience, indicó que “un potrero controlado y sano puede aumentar de 1,2 a 1,8 UG las cabezas por hectárea al año, aumentar la producción de leche de 3.066 a 4.600 litros al año y lograr 526 kg de carne por hectárea.

“Esto nos da una idea sobre la importancia de identificar y tratar de raíz la problemática del terreno y entender que existen categorías (herbáceas, semileñosas, leñosas y arbustivas) y que cada una se erradica diferente”, señaló Rebolledo.

Si bien cada maleza se debe tratar de manera diferente dependiendo del tipo y el cultivo en el que se encuentra presente, hay algunos pasos estándar que puede seguir para que lo ayuden en un mejor control.

El primero es identificar qué tipo de maleza hay para saber cómo erradicarla, pues según la FAO, en los cultivos la competencia de las malezas por la luz, los nutrientes y el agua afecta el rendimiento del sembrado. En este sentido, es necesario conocer el herbicida que se va a aplicar a la plaga. Para que el producto tenga el mejor rendimiento lo debe rociar con buen clima, evite hacerlo si hay pronóstico de lluvia y hágalo en las horas más frescas del día.

Igualmente, utilice el equipo adecuado ya sea para aplicaciones totales o por sectores, y no olvide usar el equipo de protección correctamente. Por otra parte, debe aplicar el producto cuando la maleza esté crecida, no cuando está en proceso de floración, fructificación o sequía.

Debe recordar que es un proceso constante, no permita que a su cultivo se le aplique el dicho “mala hierba nunca muere”.