Revista Nacional de Agricultura
Edición 1057 – Abril 2025

En un contexto global marcado por el cambio climático y la urgencia de una producción sostenible, los gremios agropecuarios de Colombia demuestran que es posible producir más, cuidando el ambiente y generando desarrollo rural. En el Día de la Tierra, la SAC reafirma el compromiso del agro colombiano con una agricultura regenerativa, sostenible y responsable.

Conservar los suelos, reducir emisiones, proteger los ecosistemas y generar empleo formal en el campo. Esa es la apuesta de gremios como Fedecacao, Corpohass, Fedepalma, Colinagro, Asocolflores, Procultivos, Fedearroz y Yara, que hoy demuestran que la sostenibilidad no es una tendencia, sino un compromiso de largo plazo.

Fedecacao: un modelo agroforestal sostenible

El cacao colombiano no solo es reconocido por su sabor y calidad diferenciada, sino por su modelo producción ambientalmente responsable. A diferencia de otras regiones del mundo, en Colombia el cacao se cultiva en sistemas agroforestales que combinan árboles de sombra temporales y permanentes, protegiendo la biodiversidad, conservando la fauna y la flora, y evitando la deforestación.

Este agroecosistema actúa como un verdadero regulador natural: la cobertura vegetal ayuda a prevenir la erosión, protege contra los vientos y la escorrentía, y enriquece el suelo con hojarasca y residuos vegetales. Además, la plantación de cacao contribuye a la captura de carbono y la producción de oxígeno, reafirmando el valor ambiental de este cultivo para el país.

Fedepalma: monitoreo satelital para la cero deforestación

En alianza con la empresa holandesa Satelligence, Fedepalma ha implementado un geovisor satelital que monitorea, en tiempo casi real, 18,5 millones de hectáreas en el país. Los resultados son contundentes: entre 2021 y 2023, solo el 0,08 % de los cultivos de palma presentó deforestación. Esto significa que el 99 % de la palmicultura colombiana está libre de deforestación, cumpliendo con los requisitos del reglamento europeo EUDR 1115/2023. Estos resultados ratifican el compromiso del sector palmero por la producción sostenible y la conservación de la biodiversidad de los entornos palmeros.

Yara: un café que lleva sostenibilidad al Foro de Davos

Desde las montañas de Huila hasta el Foro Económico Mundial de Davos, el café colombiano cultivado con fertilizantes Yara Climate Choice™ se convirtió en símbolo de agricultura regenerativa. Esta tecnología, elaborada a partir de energías renovables, permite reducir hasta en un 60 % la huella de carbono del café pergamino seco.

El proyecto, liderado por Yara en alianza con SKN Caribecafé, Cáritas Colombia y 100 mujeres caficultoras de Huila, demuestra que la innovación, la equidad de género y la sostenibilidad pueden ir de la mano.

Colinagro: educación como base de la sostenibilidad

Más allá de la innovación en fertilizantes y protección vegetal, Colinagro ha apostado por una estrategia educativa para transformar el campo colombiano. En 2024, la empresa realizó más de 1.200 charlas grupales y cerca de 42.000 visitas a finca, promoviendo el uso racional de fertilizantes y fomentando prácticas responsables con el suelo.

Su enfoque parte de una idea clara: la sostenibilidad se enseña. Por eso, su equipo de más de 100 ingenieros agrónomos trabaja directamente con los productores, fortaleciendo sus capacidades técnicas y su compromiso ambiental.

Fedearroz: cada semilla, una promesa de sostenibilidad y eficiencia

Con el programa de Adopción Masiva de Tecnología (AMTEC), Fedearroz ha logrado combinar innovación, responsabilidad social y eficiencia ambiental. Gracias a prácticas como la micronivelación y el uso de Taipa, han logrado reducir hasta un 40 % el uso de agua en el cultivo de arroz, al tiempo que se aumentan los rendimientos por hectárea.

Para el gremio, “cada semilla sembrada bajo el enfoque AMTEC es una promesa de vida para el suelo, el agua y las comunidades que dependen de ellos”. Este modelo demuestra que incluso los cultivos de mayor escala pueden adaptarse a prácticas sostenibles y rentables.

Corpohass: sostenibilidad con certificación internacional

Con presencia en más de 30 mercados internacionales, el aguacate Hass colombiano ha logrado posicionarse como un producto sostenible y competitivo. Gracias al liderazgo de Corpohass, el sector cuenta hoy con más de 39 mil hectáreas certificadas para exportación, de las cuales 24 mil están avaladas por estándares como Global GAP y Rainforest Alliance.

El modelo de “Encadenamientos Productivos Sostenibles”, desarrollado por el gremio, permite cerrar brechas económicas, sociales y ambientales entre productores y exportadores, fortaleciendo la cadena desde su base. Esta estrategia, además de garantizar rentabilidad, promueve el respeto por los recursos naturales y el cumplimiento de normativas internacionales como la hoja de ruta de la Sostenibilidad del Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD por sus siglas en inglés).

Asocolflores: 50 años cultivando sostenibilidad

Desde hace más de 50 años, antes de que se comenzara a hablar de responsabilidad social en el panorama empresarial del país, de valor compartido y de sostenibilidad, Asocolflores fue pionera en interpretar las tres dimensiones que implica hoy la Agenda 2030 de la ONU. Por su trabajo, Asocolflores es líder en el país en la creación de indicadores y datos que generen buenas prácticas a las condiciones fitosanitarias exigidas a nivel mundial, a la vez que aseguren la responsabilidad de los procesos de producción en las zonas rurales.

Así ha demostrado que es posible tener negocios rentables y sostenibles. Hoy sus esfuerzos por reducir la huella de carbono y contribuir a la lucha contra el cambio climático son invaluables.

Procultivos: impacto local de la sostenibilidad en el uso del agua y el suelo

En alianza con el Centro Nacional del Agua y la Biodiversidad de la ANDI, Procultivos lideró durante tres años el programa “Buenas prácticas para el uso sostenible del agua y el suelo”. Esta iniciativa se centró en formar comunidades agrícolas de todo el país en técnicas que reducen el impacto ambiental, promueven una agricultura responsable y garantizan alimentos inocuos que aporten a la seguridad alimentaria de Colombia.

El programa es una muestra de que la sostenibilidad se construye desde lo local, con herramientas que empoderan a los agricultores para adaptarse a los desafíos climáticos sin perder productividad.

En el marco del Día de la Tierra, los gremios del agro colombiano demuestran que cuidar el planeta es compatible con generar empleo, exportar con calidad y mantener el campo vivo. A través de estrategias propias, alianzas internacionales y procesos educativos, cada uno de estos sectores le está apostando a una agricultura que no solo alimenta, sino que también protege.