«El palo no está para cucharas»: SAC sostiene que salario mínimo no debe subir más del 2 %
«Hay que dejar de ver al empresario como un bandido o como un malo que no quiere pagar mejores salarios», dijo Jorge Enrique Bedoya en entrevista con Mañanas Blu.
Fuente: Blu Radio
Fecha: Diciembre 11 de 2020
El presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), Jorge Enrique Bedoya, aseguró que subir en 12 % el salario mínimo y dejarlo en un millón de pesos, tal como proponen las centrales obreras en la mesa de concertación, es una propuesta irreal.
«El palo no está para cucharas para pensar en un aumento del 12 %», dijo el vocero gremial.
El presidente de la SAC aseguró que la baja inflación causada en los últimos 12 meses es una situación inédita y que un alza moderada protege el ingreso de los trabajadores.
«El consumo de alimentos ha caído de manera dramática», aseguró.
Bedoya habló de los indicadores económicos con los que justifica que el incremento debería ser del 2 %. «Subir 2 % es bajito, pero no es un número caprichoso», sostuvo.
«La inflación del país, al mes de noviembre de 2019 a 2020, es del 1,49 %; la tasa de desempleo a octubre de este año, 14,7 %; algo peor, la tasa de informalidad laboral total nacional entre julio y septiembre de 2020 , con full efecto de la pandemia, es del 59,2 %, cuando el promedio era del 42 %; la productividad total factorial, que se tiene en cuenta para el salario mínmo, es del -0.6 % de productividad negativa; y una que sí es tremendamente mala para los colombianos, es que el pronóstico de la variación del PIB, la contracción de la economía, será de -6,88 %», sostuvo.
«Son cinco indicadores de nuestra economía que dan cuenta del estado, no solamente los generadores de empleo que son los que tienen que pagar los salarios, sino de una cosa que debe darnos vergüenza a los colombianos y es la altísima tasa de informalidad laboral», añadió.
Según el dirigente gremial, no se puede culpar a los empresarios en medio de la crisis. De acuerdo con Bedoya, no se trata de hacer un regateo, sino de formular propuestas técnicas pese a que suenen impopulares.
«Hay que dejar de ver al empresario como un bandido o como un malo que no quiere pagar mejores salarios», sostuvo.
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