Revista Nacional de Agricultura
Edición 1007 – Septiembre 2020
Una empresa de Manizales les facilita a sus clientes la toma decisiones informadas, para que dejen de lado la intuición y sean más competitivos.
Geocampo es una empresa tecnológica, experta en soluciones de agricultura de precisión para cultivos tropicales, que nació en Manizales hace cuatro años y que tiene operaciones en Córdoba, Antioquia, Eje Cafetero, Valle del Cauca y Tolima, así como en Guatemala. En el país, son líderes en cítricos y aguacate, pero ofrecen sus servicios para todo tipo de cultivos, sobre todo de cielo abierto. Hablamos con Eduardo Llano Montes, gerente general de la compañía.
El campo, un problema matemático complejo
Nosotros vemos al agro como un problema matemático complejo, ya que un cultivo tiene cerca de doscientas cincuenta variables, que se impactan entre sí. Por eso hay que empezar a medir esas variables para poder tomar decisiones informadas y no con base en experiencias anteriores o en la intuición.
¿Cuáles son esas variables? Las asociadas al clima, a plagas y enfermedades, al suelo, a la topografía, a las labores culturales que impactan el cultivo. Entonces, Geocampo nace para medir estas variables de impacto económico, conocer mejor los cultivos y establecer la relación entre ellas. Para eso utilizamos tres grupos de tecnología: servicios satelitales y drones, aplicativos móviles para el registro de labores del campo y equipos de sensórica en suelo, para la medición de variables agroclimáticas.
Un par de ejemplos
En un cultivo de aguacate, usted debe hacer una medición precisa de plagas y enfermedades, nosotros le hacemos el muestreo, garantizándole que este es estadísticamente significativo y que su distribución es la adecuada en cada lote, para que pueda conocer la presencia de focos. Adicionalmente, si se están midiendo las variables climáticas, usted va a poder relacionar o inferir el comportamiento de la plaga o enfermedad a futuro, con base en el clima. Ahora bien, si está midiendo la humedad del suelo, pues va a poder determinar si la sequía le está afectando los árboles y haciéndolos más vulnerable a ciertos problemas fitosanitarios.
En un cultivo de cítricos, si usted hace monitoreo de Diaphorina citri, el vector de la enfermedad de Huanglongbing (HLB), y encuentra un foco, lo georreferencia, y ya no tiene que fumigar todo el lote. Pero también puede saber si su cultivo está más protegido o no contra esta patología, es decir, si sus plantas tienen estrés hídrico o no, lo cual lo podemos establecer por medio de tecnología sensórica.
También usted puede comparar los resultados de los monitoreos de plagas y enfermedades con el vigor vegetal, gracias a imágenes aéreas o satelitales, y de pronto, establecer que una enfermedad que está en una parte específica de un lote podría hallarse en otros sectores, mediante imágenes aéreas.
Nuestro enfoque es hacia la agricultura colaborativa
La mayor diferenciación que tenemos como empresa en Colombia y América Latina es nuestro enfoque hacia la agricultura colaborativa, porque consideramos que hay muchos problemas comunes entre los vecinos, así como muchas oportunidades para colaborar, para compartir gastos y así poder ser más competitivos. Entonces, no tiene sentido que una finca haga control de sus plagas o enfermedades de manera individual. Esta esta debe ser una tarea regional.
Así, por ejemplo, la efectividad de manejar Diaphorina citri de manera individual es muy inferior a si se hace regionalmente. Entonces, con nuestro sistema, para algunas de las plagas, pero cada vez para más, estamos otorgando la opción de que las fincas se comparen en tiempo real contra la región, para diferentes variables. Por ejemplo, si quiero saber cómo estoy en cierta plaga frente a mis vecinos para cultivos de cítricos, lo puedo hacer. Pero cuando me refiero a vecinos, hablo de manera anónima, a unos kilómetros a la redonda.
Al poderme comparar frente a mis vecinos puedo saber si estoy haciendo bien o mal las cosas. También puedo establecer si mis niveles de floración están por encima o por debajo del promedio de la región, en un momento determinado. Entonces, con base en esos datos uno puede tomar decisiones diferentes a las que estaba tomando antes, lo cual transmite tranquilidad y emite unas alertas importantes para saber cómo estoy frente a la competencia. Dos fincas pueden competir en el mercado, pero deben ser amigas en el manejo fitosanitario y en la medición de variables agroclimáticas, por ejemplo.
También tenemos servicios para los ganaderos
En ganadería, ofrecemos unos servicios satelitales y aéreos para hacer linderos, medir áreas netas útiles, sacar curvas de nivel, sacar el vigor vegetal de cada área o potrero. Todos estos servicios satelitales o aéreos son insumos muy importantes que puede usar el ganadero para hacer cálculos de aforo. ¿Qué les pasa a muchos ganaderos y agricultores? Que creen que disponen de cierta superficie, pero en realidad el área neta resulta ser menor, porque hay carreteras, infraestructura, puntos más pendientes que otros, etc., lo que disminuye la capacidad de carga de ganado o la superficie por ocupar con agricultura.
Para ganadería también tenemos estaciones agroclimáticas, que miden variables como luminosidad, pluviosidad, humedad, temperatura, pH del suelo, humedad del suelo, temperatura del suelo.
Asesoramos la compra de fincas
Nosotros somos muy consultados por empresas que quieren comprar fincas. Les hacemos un estudio sobre los niveles altitudinales, el porcentaje de niveles de pendiente y una caracterización agroclimática: con base en información satelital, elaboramos unos cálculos a partir de la triangulación de datos de estaciones meteorológicas cercanas, los cuales comprenden históricos de por lo menos diez o veinte años, para definir cuál es la temperatura máxima y mínima en la zona, el nivel de lluvia, el mes más seco y el vigor vegetal de cada punto de la finca. Entonces, sí le podemos dar muchos elementos de juicio al comprador o dueño de la tierra, para tomar una decisión de compra o de inversión en un cultivo. También, si la persona quiere hacer análisis de suelos, le decimos dónde debe tomar las muestras. En el caso de que la empresa o la persona quiera, por ejemplo, sembrar plátano, verificamos la velocidad del viento de la zona en los últimos años, para saber si se han reportado vientos superiores a 60 kilómetros por hora.
Tenemos tarifas económicas
Como contamos con una trayectoria de muchos años trabajando con satélites (antes de Geocampo teníamos una empresa de servicios satelitales, que atendía flotas de vehículos, operaciones portuarias, etc.), y contamos con una base grande de clientes –más de quinientas fincas utilizan nuestros servicios–, esto hace que las tarifas sean muy económicas. Pero también somos conscientes de que estamos en Colombia y no en Estados Unidos. Aquí, el cliente promedio puede tener 20-30 hectáreas, mientras que en Estados Unido es fácil encontrar fincas de 500 hectáreas.
Estamos como en un proceso de evangelización tecnológica en las fincas
El agro es un sector muy competido por precios, tiene márgenes muy bajos y no muchas personas están dispuestas a invertir en él. Nuestro proyecto tecnológico no ha crecido más porque aquí la adopción de tecnología no es tan rápida. Nosotros no solo ofrecemos el servicio tecnológico de un software para monitorear plagas y enfermedades, sino que entramos a cambiar un poco el rol del monitor en la finca, a convencer al agricultor de que debe haber el compromiso de hacer monitoreos estadísticamente significativos y periódicos para poder ver resultados importantes. Además, entramos con nuestro equipo de agronomía a capacitar a esos monitores para que con esta tecnología puedan identificar las plagas y enfermedades. Todo esto quiere decir que estamos como en un proceso de evangelización tecnológica en las diferentes fincas. En el campo todavia no hay una cultura de inversión en tecnología.
La competencia en América Latina
El agro es una de las últimas fronteras de la digitalización de los procesos, trabajo que comenzó con mucha fuerza hace tres años, con la aparición de nuevos jugadores en América Latina, sobre todo, en Brasil y Argentina, debido a que, según la FAO, mientras que Brasil tiene 89 millones de hectáreas cultivadas, y Argentina, 34 millones, nosotros apenas tenemos 3.8 millones.