Revista Nacional de Agricultura
Edición 1056 – Marzo 2025

El comercio agrícola es un pilar fundamental de la economía estadounidense, con exportaciones que en 2024 alcanzaron los 176.000 millones de dólares y llegaron a 189 países, según cifras de la American Farm Bureau Federation (AFBF). De hecho, más del 20 % de la producción agrícola estadounidense tiene como destino mercados internacionales.
¿Qué exporta Estados Unidos?
La estructura de exportaciones agrícolas estadounidenses responde a factores geográficos, climáticos y económicos. En términos de valor, el 48 % de los productos exportados en 2024 correspondió a bienes de consumo masivo, como carne, pasta, frutos secos y fruta fresca. Un 32 % se clasificó como productos a granel, categoría que incluye cultivos como maíz, soya y algodón. Finalmente, un 19 % de las exportaciones correspondió a productos intermedios, como harina de soya y etanol.
El maíz y la soya siguen siendo los productos agrícolas más exportados. En 2024, estos dos cultivos representaron el 22 % del total de las exportaciones agrícolas de EE. UU., con un valor de 38.400 millones de dólares. Además, estos productos desempeñan un papel clave en otras cadenas productivas, la Federación de Exportadores de Carne de Estados Unidos estimó que en 2023, 512,7 millones de fanegas de maíz y 96,8 millones de fanegas de soya se destinaron a la alimentación de ganado exportado posteriormente como carne de res y cerdo.
Un sector clave para la economía
El comercio agropecuario no solo es esencial para los productores, sino que también impulsa la economía estadounidense. Por cada dólar generado en exportaciones agrícolas, se generan 2,09 dólares de actividad económica adicional en el país. Además, se estima que por cada 1.000 millones de dólares exportados se generan más de 6.000 empleos, lo que representa aproximadamente 1,25 millones de empleos en 2022.
Las exportaciones agrícolas han sido un motor de crecimiento durante las últimas décadas, y su relevancia continúa en ascenso. Sin embargo, el acceso a mercados internacionales sigue siendo un desafío constante, lo que resalta la importancia de políticas comerciales que favorezcan el crecimiento del sector agropecuario y su competitividad global.