Revista Nacional de Agricultura
Edición 1037 – Junio 2023
Durante los 96 años de existencia de la Federación Nacional de Cafeteros (FNC), la caficultura colombiana ha avanzado a grandes pasos para ser más productiva, rentable y de alta calidad, posicionándose en los primeros lugares a nivel mundial.
Este logro se debe en gran parte a los bienes públicos de Investigación Científica y Extensión Rural, que la FNC entrega a todos los caficultores del país a través del Centro Nacional de Investigaciones de Café (Cenicafé) y el Servicio de Extensión.
Cenicafé es el centro de investigación de café más grande del mundo y quizá el más antiguo, y ha contribuido a poner a la caficultura colombiana a la vanguardia de la industria global por sus tecnologías a escala, para diferentes tamaños de finca, su eficiencia en el uso de recursos naturales y el cuidado del medio ambiente, que hace sostenible y segura la actividad cafetera.
En los últimos siete años Cenicafé adelantó 420 proyectos de investigación que resuelven problemas señalados por los caficultores como limitantes del cultivo, que incluyen todos los aspectos de las actividades en la finca, desde la producción de semilla de variedades resistentes a la roya y con tolerancia a la enfermedad de las cerezas del café (CBD), pasando por las prácticas para conservar los suelos, optimizar los sistemas de producción al sol y con sombrío, el manejo de plagas, enfermedades y arvenses, el desarrollo de tecnologías para la recolección, el beneficio, el manejo de los subproductos del café, y las mejoras en la calidad de taza por efecto de estas prácticas.
Entre los principales desafíos que debe atender Cenicafé están las nuevas regulaciones nacionales e internacionales que deben ser cumplidas por los productores, las condiciones cambiantes del clima en el mediano y largo plazo, los requerimientos del mercado los consumidores finales, así como los retos constantes por los precios internacionales y los costos de producción de café verde.
Entre los aportes de Cenicafé más significativos a la caficultura en estos siete años, está el desarrollo de variedades aún más resistentes a la roya y la de la cereza del café, representadas en las tres variedades Castillo Zonales (Norte, Centro y Sur) y Cenicafé 1, con las que los caficultores en Colombia se ahorran anualmente más de USD 230 millones por evitar la aplicación de fungicidas, con sus equipos de aspersión y mano de obra, mejorando su rentabilidad.
Wilmer Arias, caficultor de Nátaga, Huila, aseguró que “yo siembro variedad Castillo porque mis cafetales se han desarrollado muy bien con ella, la productividad ha sido buena y el grano ha crecido adecuadamente. Además, con esta variedad he participado en dos ferias de cafés especiales y he quedado finalista con el café de mi finca. Por eso me siento contento con esta variedad”.
Cenicafé también ha permitido pasar a una caficultura altamente tecnificada, con mayor productividad por tener lotes más densos, jóvenes, sanos, y mejor nutridos, y con prácticas de beneficio que han permitido disminuir de 40 litros de agua para procesar un kilo de café, a solo medio litro, con un efecto positivo en calidad de taza y en la preservación del medio amiente muy importantes.
En todos estos años, la Federación también ha ofrecido a los productores el Servicio de Extensión para transmitir a las más de 548.000 familias cafeteras colombianas todos los avances científicos y la tecnología que desarrolla Cenicafé para que puedan, mediante al cambio técnico, hacer de su negocio cafetero una fuente de ingresos cada vez más productiva, rentable y sostenible.
Por decisión de los caficultores, la FNC seguirá generando desarrollos científicos y tecnológicos a través Cenicafé, para llegar con soluciones a todas las fincas cafeteras con su Servicio de Extensión, para beneficio de todos los productores, así como de la economía y el bienestar social del país en su conjunto, para que el café siga siendo su primer producto insignia.