Revista Nacional de Agricultura
Edición 1056 – Marzo 2025

La posibilidad de que la Unión Europea imponga aranceles a la soya estadounidense como parte de su respuesta a las medidas comerciales de Estados Unidos ha generado inquietud en la industria de alimentos para animales en Europa, según informó Bloomberg.

El sector depende de las importaciones de este insumo, que se utiliza tanto en la producción de aceite de cocina como en la alimentación animal. En 2024, la Unión Europea fue el segundo mayor destino de exportación de soya estadounidense, con compras cercanas a los 2.400 millones de dólares, de acuerdo con el Departamento de Agricultura de EE. UU.

Pedro Cordero, presidente de la Federación Europea de Fabricantes de Piensos (Fefac), señaló que restricciones a este producto podrían afectar las cadenas de suministro, dado que la región sigue dependiendo de la importación de proteínas vegetales.

La medida es parte de la respuesta de la Unión Europea a los aranceles del 25 % que el presidente Donald Trump aplicó a las importaciones de acero y aluminio. De acuerdo con Bloomberg, los legisladores europeos buscan gravar productos estratégicos provenientes de estados gobernados por el Partido Republicano, entre ellos la soya.

Thijs Geijer, economista de alimentos y agricultura de ING, le dijo a Bloomberg que si bien los aranceles podrían afectar las exportaciones de EE. UU. hacia Europa, también podrían influir en la dinámica global del mercado de la soya. En este contexto, Brasil se posiciona como un proveedor cada vez más competitivo, especialmente para China, el mayor comprador del grano.

Aunque el impacto de estas posibles restricciones aún es incierto, los actores del sector agroalimentario en Europa y EE. UU. siguen atentos a la evolución de las negociaciones comerciales entre ambos bloques.