Revista Nacional de Agricultura
Edición 1061 – Agosto 2025

Cámara de Procultivos ANDI

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Desde 1990, Procultivos ANDI ha trabajado por la productividad y la sostenibilidad del campo, capacitando a más de 80.000 productores, impulsando programas como CuidAgro y Mentes Fértiles, y garantizando el abastecimiento del 80 % del mercado nacional con producción local.

En conversación con la Revista Nacional de Agricultura, María Helena Latorre, repasa los logros de estos 35 años, explica cómo la innovación ha transformado al sector agrícola y revela los desafíos que enfrentan para seguir acompañando a los agricultores del país.

RNA: Este año Procultivos celebra 35 años de trabajo por el campo colombiano. ¿Cómo describiría el papel que ha tenido el gremio en la historia y en el desarrollo del agro del país?

María Helena Latorre: Desde su creación, el papel de Procultivos es ser un puente. El sueño que tuvo la ANDI fue ser la unión entre ciencia, empresa y campo, y desde ahí lo hemos logrado. Fuimos un puente para poder impulsar la instalación de plantas de producción en Colombia.

Lo logramos en una excelente articulación con el gobierno, enfocados en que las negociaciones dieran esa ventaja competitiva a nuestros productos y nos dejaran llegar a 50 países a través de la exportación.

Fuimos puente en escenarios internacionales como la Secretaría de la Comunidad Indígena, logramos la primera norma supranacional para el registro de productos con estándares internacionales, así que hablamos de ‘tú a tú’ con las tendencias mundiales.

Empezamos a trabajar programas de acompañamiento, con un convencimiento de que productividad y sostenibilidad pueden ir de la mano, al igual que rendimiento – rentabilidad, y que siempre podemos cuidar las prácticas sostenibles en medio ambiente. Entonces hemos sido siempre los responsables de demostrar que sí es posible unir ciencia, empresa y campo con resultados muy beneficiosos para la agricultura del país.

RNA Luego de este recuento sobre los cambios estructurales que ha vivido el gremio, ¿qué significa para Procultivos agrupar a las empresas que abastecen cerca del 80 % del mercado nacional y que, además, exportan a más de 55 países? ¿Cómo asumen ese reto y esa responsabilidad?

M.H.L.:  Este reto es permanente, siempre me gusta nombrar los desafíos principales en donde han sido las pruebas ácidas. En la pandemia, por ejemplo, pedimos las exenciones para que este sector pudiera seguir operando, porque nunca le fallamos ni a nuestro campo ni a los hogares colombianos.

No fallamos en llevar los fertilizantes —que son el alimento para los cultivos— a todos los rincones del país. Tampoco fallamos con los insumos para protegerlos de plagas, enfermedades y malezas. Los problemas fitosanitarios no entendían de pandemias y seguían amenazando nuestras cosechas. Por eso, nuestro lema siempre ha sido garantizar el abastecimiento del país; esa es nuestra prueba de fuego.

Otro reto que tuvimos fue la situación de Rusia y Ucrania, además de mantener el abastecimiento nacional y entre 50 países. Ese ha sido el acompañamiento permanente que le hemos dado a nuestros empresarios y a nuestros agricultores para que los insumos estén siempre disponibles para todo lo que necesitamos en la agricultura.

RNA: Procultivos fue seleccionada para hacer parte del programa “Agricultura Sostenible en Acción”, liderado por Crop Life International. ¿Qué representa este reconocimiento y qué impacto puede tener para el agro colombiano?

M.H.L.:  Orgullo total porque fuimos el noveno país que se escogió desde Bruselas, hay tres países de Asia, tres de África y tres de Latinoamérica y nosotros fuimos el último elegido. Esto da una oportunidad a que Colombia demuestre, con el modelo de Agricultura Sostenible en Acción, que podemos trabajar de la mano entre rentabilidad, productividad, bienestar en las comunidades y conservación de nuestros recursos naturales.

El modelo que ha llegado no es una casualidad y logramos robustecer lo que nosotros tenemos: contamos con ocho programas para atender los diferentes actores que tienen que ver con el agro: para los almacenes que expenden insumos, los agricultores, los apicultores y todos con mediciones reales, esto fue lo que gustó a Bruselas por lo que hacemos parte del grupo de los nueve.

En Colombia necesitamos trabajar en el tema de regulación, CropLife International y CropLife Latinoamérica están revisando cómo vamos a materializar el tema de los drones, necesitamos una apuesta por los bioinsumos y el respaldo internacional que tenemos con esta organización es total, no sólo en recursos: en conocimiento, en experiencia y en expertos así que nos sentimos muy honrados.

RNA: La FAO advierte que hasta el 40% de los cultivos en el mundo pueden perderse por plagas y enfermedades. Frente a este panorama, ¿qué estrategias ha implementado Procultivos para reducir esas pérdidas en el agro colombiano?

M.H.L.:  La FAO realmente ha sido insistente en que el mundo pierde entre 40% – 50% de las cosechas por plagas, enfermedades, malezas o por mala nutrición de los cultivos. Por eso no podemos perder de vista que los cultivos son vida, son seres vivos y necesitan esa apuesta de buena nutrición, así como nosotros, con buena protección, control, prevención de enfermedades, plagas y malezas.

Nosotros tuvimos un estudio a finales del año pasado que ratifica esa cifra y que entró a mirar con zoom cada cultivo, para que nos hagamos una idea: si revisáramos solo arroz, papa o maíz, las pérdidas por plagas, enfermedades, malezas o mala nutrición son del orden del 52%, por eso nutrir y proteger los cultivos no es opcional, es garantía de productividad y estabilidad económica para nuestros agricultores.

La protección y nutrición de los cultivos no es una opción; es una necesidad para defenderlos de plagas, enfermedades y malezas, porque si están desnutridos las defensas se bajan y las plagas atacan con mayor facilidad.

RNA: ¿Cuál es el mensaje que Procultivos quiere dejarle hoy a los productores, aliados y afiliados sobre la importancia de la agroecología para el futuro del agro?

M.H.L.:  La fortaleza del agro incrementará si materializamos la unión de voluntades, desde la ciencia y la innovación, acompañando al agricultor en el propósito de producir más, producir mejor y proteger la biodiversidad. Un ejemplo es: ¿qué le falta a la agricultura en materia de tecnología? Drones, bioinsumos, prácticas sostenibles, acompañamiento de campo. Un ejemplo que podríamos tomar es el de Países Bajos, allá hubo una colaboración férrea del gobierno, el sector privado y las universidades, todos con un mismo propósito.

Colombia merece un liderazgo regional y todos los ojos del mundo están puestos en América Latina para abastecer los alimentos, por eso necesitamos la apuesta de unirnos y trabajar con convencimiento.

Tenemos una apuesta de acompañar al agricultor con asistencia técnica, con el manejo integrado de cultivo, pero creyendo en el vecino y recuperando la confianza, hay que dar herramientas para que los agricultores trabajen juntos.

Nosotros queremos dar un mensaje de optimismo resiliente, que no es el optimismo ingenuo, es el optimismo que realmente dice: esta es la adversidad, la dibuja y busca cómo convertirla en oportunidades. Eso no es mágico: se necesita el trabajo de todos.