Revista Nacional de Agricultura
Edición 1052 – Octubre 2024

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La conservación y protección de los recursos naturales es un pilar fundamental para la sostenibilidad de esta y de las futuras generaciones. Así lo entendemos en la agroindustria de la caña y es por eso que desde los ingenios azucareros trabajamos de manera sostenida en la implementación de estrategias y tecnologías que nos lleven a un uso cada vez más eficiente de recursos como el agua, tanto en nuestros procesos productivos como a través de acciones en pro de la biodiversidad y el medio ambiente de la región en la que nos encontramos.

Con esta visión, en 2009 los ingenios azucareros creamos el Fondo Agua por la Vida y la Sostenibilidad que, junto a otros 42 aliados, lleva a cabo acciones de restauración y conservación en 26 cuencas hidrográficas de Cauca, Valle y Risaralda, de las cuales se abastecen de agua cerca de 3,5 millones de personas en el suroccidente del país.

Por medio del Fondo de Agua, hemos gestionado inversiones superiores a los $47 mil millones, que han permitido la intervención para procesos de restauración de cerca de 14 mil hectáreas de ecosistemas estratégicos, la siembra de más de 1 millón de árboles nativos que facilitan la recuperación de fauna y flora nativa, el desarrollo de 603 módulos de seguridad alimentaria en las poblaciones de la parte alta de las montañas y la intervención de 241 acueductos veredales. La ejecución de estos proyectos ha beneficiado a más de 22 mil personas de la parte alta de las montañas. 

La intervención de estos ecosistemas estratégicos ha dado resultados positivos: en los últimos 8 años se registra una menor pérdida de suelo por arrastre, mayor almacenamiento subterráneo del agua, al igual que aumento y estabilidad en los caudales, gracias a las intervenciones generadas por el Fondo de Agua.

A lo anterior se suma que, en 2023, en un trabajo conjunto de Asocaña, Cenicaña, el Fondo Agua y las Asociaciones de Usuarios del Agua, invertimos $1.500 millones en una estrategia para contribuir a que en nuestra región se garantice el acceso al agua durante temporadas de verano extremo, como la del Fenómeno del Niño, priorizando siempre la disponibilidad para consumo humano.

Esta estrategia incluyó el establecimiento de una moderna red de monitoreo hidrológico en 10 cuencas, que permite saber en tiempo real cómo se están comportando los caudales de agua de los ríos, para así tomar decisiones oportunas y acertadas para garantizar el consumo de agua para la población de estas cuencas.

La red de monitoreo hidrológico es la primera en el Valle del Cauca conectada mediante Internet de las Cosas, con equipos como pluviógrafos y antenas que permiten la transferencia de datos en tiempo real y con conexión constante. Esta información, a la que se suma la elaboración de un mapa de vulnerabilidad hídrica de la región, es valiosa para las Asociaciones de Usuarios del Agua en la región y también puede ser utilizada por las administraciones locales y entidades de gestión del riesgo para tomar decisiones oportunas e informadas.

Asimismo, con el liderazgo de Cenicaña, la participación de la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca y de diez Asociaciones de Usuarios del Agua, se lograron establecer acuerdos voluntarios colaborativos por el agua, priorizando siempre el consumo humano, que incluyen turnos de riego entre agricultores.

Finalmente, por medio del Fondo Agua y las Asociaciones de Usuarios se implementaron proyectos de uso eficiente del recurso hídrico en 12 cuencas hidrográficas del valle geográfico del río cauca, que incluyeron actividades de educación a comunidades rurales sobre el uso eficiente del agua; priorización y caracterización de acueductos rurales; implementación de sistemas de recolección y almacenamiento de agua, así como de sistemas de conducción y riego eficientes; instalación de nodos de monitoreo hídrico e implementación de un sistema acuapónico, entre otras acciones.

El mejor indicador para reafirmar el impacto positivo de las acciones sostenidas del Fondo Agua en la región, así como las de la agroindustria para mitigar los efectos de la variabilidad climática, es que durante esta última temporada de verano no se presentó escasez de agua en los municipios de influencia de nuestra agroindustria ni en las zonas donde el Fondo Agua mantiene acciones de conservación.

Datos:

26 cuencas de ríos son recuperadas por el Fondo Agua por la Vida y la Sostenibilidad

+ 1 millón de árboles han sembrado los ingenios azucareros por medio del Fondo Agua

10 cuencas del valle geográfico del río Cauca cuentan con monitoreo hidrológico constante

Otras acciones:

  • En los últimos 20 años de operación, en la agroindustria de la caña hemos logrado reducir hasta en un 50% el consumo de agua en la producción de caña de azúcar, a través de la implementación de tecnologías eficientes de programación y medición del agua en las fincas, así como la utilización de sistemas eficientes de riego. Este trabajo, liderado por Asocaña y los ingenios azucareros, cultivadores de caña y el Centro de investigación de la Caña de Azúcar – Cenicaña, ha permitido no solo disminuir el consumo de agua, sino también reducir los costos del riego, mejorar la productividad y disminuir los riesgos de erosión hídrica en zonas de piedemonte.
  • El cuidado y conservación de las condiciones del suelo es prioridad en la agroindustria de la caña. Gracias al trabajo de investigación e innovación de Cenicaña, en nuestra agroindustria llevamos más de cuatro décadas con control biológico de plagas en el 100% del área cultivada. A partir del enfoque de agricultura específica por sitio hemos desarrollado técnicas y buenas prácticas agrícolas para el levantamiento del cultivo, que permiten conservar las condiciones óptimas del suelo. Entre estas prácticas se encuentran la preparación del suelo con herramientas y equipos de labranza mínima, el uso de tecnología para la programación y ejecución de labores agrícolas, la aplicación de dosis y fuentes de fertilizante adecuados, así como del volumen preciso de agua mediante riego, el manejo adecuado de los residuos de la cosecha y el manejo de arvenses (malezas) mediante métodos mecánicos, físicos y biológicos.
  • En la agroindustria de la caña somos alternativa para la transición energética. Todos nuestros ingenios azucareros cogeneran energía para su operación y con los excedentes se iluminan los hogares de 500 mil colombianos. Además, el bioetanol que producimos en Colombia, a partir de la caña de azúcar, reduce hasta en 74 % las emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI) si se compara con la gasolina. Desde 2005, cuando inició el programa de oxigenación de la gasolina en nuestro país con bioetanol, se han utilizado 1.670 millones de galones de este biocombustible, que han reemplazado el uso de 1.059 millones de galones de gasolina en los vehículos de nuestro país. Esto ha permitido la reducción de cerca de 8 millones de toneladas de CO2, lo que equivale a que en los últimos 18 años se hubiesen sembrado más de 61 millones de árboles.