Revista Nacional de Agricultura
Edición 1048 – Junio 2024

En conversación con la Revista Nacional de Agricultura, la directora de Sostenibilidad de Asocolflores, Daniela España, habló de las razones por las que este gremio obtuvo el reconocimiento del Congreso de la República por la conservación, restauración y protección del agua, de páramos y ecosistemas.

Revista Nacional de Agricultura (R.N.A.): ¿De qué se trata ese reconocimiento y qué proyectos tuvo en cuenta el Congreso para premiar a Asocolflores?

Daniela España (D.E.): Este reconocimiento se entregó a los bomberos, al Ejército, al grupo Argos, Bavaria, a Asocolflores y a los protectores del páramo. Quien lideró este reconocimiento fue la bancada del partido Mira, gracias a su ley de protección de páramos.

Para que nos otorgaran este reconocimiento tuvimos que sustentar con datos y evidencias toda nuestra gestión en torno a la conservación del agua y lo que viene haciendo el gremio hace más de 50 años para el uso eficiente de este recurso; para esto hablamos principalmente sobre un sistema de indicadores de la floricultura colombiana que fue creado hace 20 años en donde medimos 30 indicadores socioambientales. Uno de ellos es el consumo de agua; la mejor forma de mejorar es comenzar por medirse para ver ese progreso y tomar acciones para cerrar brechas.

Hace 20 años Asocolflores crea una herramienta digital, una herramienta gerencial en donde nuestros afiliados registran el consumo de agua y a través de los años se han implementado unas acciones en torno a la conservación de este recurso.

R.N.A.: Eso es bien importante porque a veces se cree que en la floricultura se desperdicia agua. ¿Cómo se usa realmente el agua en los cultivos?

D.E.: A diferencia de lo que se pueda creer o de los mitos en torno a la agricultura, específicamente en la floricultura, el 60 % del agua que usamos viene de agua lluvias y nuestros afiliados tienen unos reservorios de agua lluvia que además de ser eficientes, porque no extraemos agua de fuentes subterráneas o superficiales, lo que se busca es promover la conservación de la biodiversidad, especialmente de la avifauna.

Con el reconocimiento del Congreso destacamos todo nuestro uso eficiente del agua y también el ciclo cerrado del agua que es aprovechar los drenajes para que estos se traten y se reincorporen al proceso productivo. Adicionalmente tenemos unas iniciativas con las corporaciones autónomas regionales y las comunidades, pues es muy importante involucrar a la comunidad en estas iniciativas de conservación de ecosistemas.

R.N.A.: ¿Del total de fincas floricultoras, cuántas ya aplican uso eficiente del agua?

D.E.: Estamos hablando de que el 90% de las fincas hoy tiene un manejo eficiente de agua en cuanto a riego por goteo.En cuanto a ciclo cerrado del agua, claramente buscamos ese 100% pero ya son muchos, pues la mayoría de nuestros afiliados que usan riego por goteo aprovechan el agua lluvia en forma de reservorios como un hábitat fundamental para la biodiversidad.

Este requisito a su vez es un requisito comercial para poder exportar sus flores pues, como sabemos, gracias a la gestión de Asocolflores, liderada por el presidente Augusto Solano, hoy se exporta a más de 100 países y la mayoría de la producción va a Estados Unidos, entonces nuestros requisitos en materia ambiental y social van mucho más allá del cumplimiento de la regulación nacional porque nos medimos con vara muy alta.

R.N.A.: ¿De qué se trata la certificación Florverde Sustainable flowers?

D.E.: El origen de Florverde es de por allá los 80 cuando las flores colombianas empiezan a ser bastante reconocidas a nivel internacional y había una especie de boicoteo en los periódicos en Europa sobre todo diciendo “no compren flor colombiana porque viene de trabajo infantil o usan pesticidas de forma indiscriminada”, entonces Asocolflores, en una forma de demostrarle al mundo que nuestras flores siempre han sido sostenibles, crea un código de conducta en 1996 de prácticas socioambientales.

El mismo Asocolflores empieza a visitar las fincas, a auditar y a dar un reporte. Pero cuando ya los clientes en Holanda y demás dicen “sí, pero su certificado no me sirve mucho porque es usted auditándose”, entonces pues eso evoluciona y en el 2012 aproximadamente se crea ya Florverde Sustainable flowers como una marca reconocida a nivel internacional, registrada en Estados Unidos, como esquema de certificación privado de tercera parte, lo que quiere decir que son organismos de certificación que a su vez son auditados por un ente acreditador.

Yo siempre digo es que no solo nos sentimos orgullosos de exportar flores sino también de exportar certificados porque hoy Florverde también está en Ecuador. Ya tenemos en total 5.000 hectáreas certificadas, representamos más del 42% de las hectáreas en Colombia que son Florverde y lo más importante es que este sello ha sido aceptado y reconocido por los principales mercados a nivel internacional.

Somos uno de los pocos sellos específicos en sostenibilidad para flores, también somos de los más antiguos, creo que el segundo más antiguo en el mundo, y además tenemos un montón de reconocimientos que lo que hacen es generar confianza en toda la cadena de valor.

R.N.A.: ¿De qué se trata el proyecto de los Bancos de Propagación?

D.E.: Esto nace como una iniciativa entre Asocolflores y la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca para hacer siembras y reforestar territorios con la comunidad, porque no es solo ir y sembrar un árbol, lo importante es sembrar especies nativas que identificamos después de un estudio con personas expertas técnicas para saber qué le conviene a ese ecosistema.

Llevamos más de cinco administraciones con la CAR donde renovamos las agendas sectoriales y esto es muy importante porque la CAR no solo actúa como un organismo de control sino también como un facilitador para los gremios que dan las herramientas, dan la formación, la capacitación y la gestión del conocimiento en materia ambiental.

Hace poco tuvimos una sembratón en Nemocón que se incendió en enero y cuando fuimos hacia la causa, tiene que ver con todo el cambio climático y también con que hay especies en la Sabana que se han sembrado que no son nativas como los eucaliptos y esto puede generar incendios.

Lo más bonito de esta iniciativa de los bancos de propagación es que, como su nombre lo dice, tiene que ver con propagar plántulas, que la fincas no solo produzcan flores para exportar, sino que produzcan unas plántulas que a su vez son especies nativas para reforestar. Hoy tenemos 12 bancos de propagación.

R.N.A.: El Congreso de la República también destacó su trabajo por la protección de las aves, ¿Cuál es el proyecto de Asocolflores?

D.E.: Este es un proyecto muy bonito que se ha trabajado en conjunto con la Asociación Bogotana de Ornitología, la ABO, para la caracterización de la avifauna porque, como te comentaba al inicio, el hecho de que el 60 % de nuestra agua provenga de agua lluvia, en reservorios que son como lagunas en nuestras fincas afiliadas, estas se han convertido en un hábitat propicio para aves acuáticas, aves migratorias y para la flora acuática.

En el 2010 en un estudio se identificaron, después de unas 150 horas de observación de 16 ornitólogos expertos, más de 140 especies de aves en aproximadamente 23 de nuestras fincas en la Sabana y Antioquia. Incluso se descubrió que hay unas especies que en ese mismo año 2010 estaban en vía crítica de extinción, como la Tingua Moteada, que se convirtió en el símbolo de la floricultura sostenible, de ese compromiso de preservar la biodiversidad.

Asocolfores asume ese compromiso junto con nuestros afiliados y comenzamos todo un proyecto de conservación, de preservar esta especie y de generar más cuerpos de agua a través de los reservorios.

R.N.A.: Es inevitable preguntar por la flor del Inírida, el símbolo de la COP16. Ustedes tiene afiliado al único productor de esta flor en Colombia…

D.E.: Sí, Liwi es afiliado a Asocolflores, es el único productor de la flor del Inírida y está en proceso de certificación con Florverde como uno de los pequeños productores con este sello y por eso nos sentimos muy contentos de que sea el símbolo de la COP16, pues es una de nuestras flores que tienen prácticas ambientales y sociales para mostrar.

Yo creo que es fundamental la participación no solo del gremio floricultor sino de todos los gremios del sector agropecuario en la COP16 por todo lo que hacen en torno a la protección de la biodiversidad.

R.N.A.: ¿Qué proyectos importantes quedan por ejecutar para Asocolflores desde la dirección de Sostenibilidad para este 2024?

D.E.: Creo que tenemos un compromiso muy grande con los pequeños productores que si bien ya lo venimos trabajando desde la Dirección de Pequeños Productores, liderada por Lina Mejía, que ha hecho un trabajo impresionante a través de los años, creo que en materia de sostenibilidad es importante también ayudarles a que se certifiquen por ejemplo con Florverde para poner sus flores donde lo han soñado. Es apalancar ese crecimiento no solo en sostenibilidad sino también comercial.

Otro reto grande que viene es en materia de la alineación con la regulación de la Unión Europea para preparar al sector floricultor en el cumplimiento del Pacto Verde que será obligatorio.