Comentarios de la SAC al Plan de impulso a la productividad y el empleo, PIPE

Bogotá D.C., 16 de Abril de 2013

La Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC, presenta a continuación sus comentarios al Plan de impulso a la productividad y el empleo, PIPE, anunciado por el Gobierno Nacional el pasado 15 de  Abril.

Consideramos que el Gobierno Nacional acogió algunas de las propuestas contenidas en el documento Acciones concretas para afrontar algunas dificultades por las que atraviesa el sector agropecuario, elaborado por la SAC el pasado 5 de Abril, que proponía intervenciones en diez (10) dimensiones tanto sectoriales como macroeconómicas y transversales: tasa de cambio, costos de producción, financiamiento, instrumentos comerciales, contrabando, seguridad y orden público, sanidad e inocuidad, infraestructura productiva y de transporte y, finalmente, en investigación, innovación y transferencia de tecnología. Aparte de ayudar a mitigar a los productores en su caída de ingresos, muchas de estas medidas propuestas buscaban avances significativos en competitividad del sector agropecuario y de la economía en su conjunto, aprovechando, entre otros, el efecto multiplicador del financiamiento agropecuario y de los apoyos sectoriales.

Las medidas transversales anunciadas representan una fuente importante de impulso a la demanda agregada y ciertamente de reducción de impacto de fenómenos negativos, como quiera que modifican condiciones cambiarias, tributarias y arancelarias, así como de reducción de costos de energía, transporte y logística, defensa y seguridad y combate al contrabando.

Algunas de estas medidas tendrán un impacto sobre las actividades agropecuarias como el incremento del promedio y estabilización de la tasa de cambio, la reducción de los costos fiscales y parafiscales a las empresas agropecuarias -tarifa del impuesto CREE y contribuciones a Sena e ICBF-; el combate al contrabando de alimentos y la prórroga en la política de cero arancel a los bienes de capital y materias primas no producidas.

Por su parte, las medidas sectoriales anunciadas por el Gobierno Nacional deberán contribuir a enfrentar problemas sanitarios en cultivos de palma, banano, arroz, cacao y frutas a través de recursos adicionales para el Incentivo a la Capitalización Rural, ICR ($100 mil millones); reconversión productiva de pequeños productores de leche ($100 mil millones); mitigación -en menor grado- de los efectos de la revaluación del peso y de la caída en ingresos a través de las coberturas cambiarias y de precios ($65 mil millones) y financiación de un plan de incentivo al uso de semillas ($35 mil millones) y subsidios a la vivienda rural ($200 mil millones) con vigencias presupuestales futuras. Aunque no fueron anunciados en el lanzamiento del plan, la Presidencia mencionó en su página web algunas inversiones en asistencia técnica, adecuación de infraestructura, laboratorios de calidad y manejo de pasturas, por un valor total de $100 mil millones, aunque sin especificar a través de qué instrumentos. Estaremos atentos a colaborar con la implementación y seguimiento de todas las medidas anunciadas.

No obstante lo anterior, la SAC y sus gremios afiliados consideran que el monto de recursos anunciados por el presidente Juan Manuel Santos para el Plan de impulso a la productividad y el empleo, PIPE, en su componente agropecuario ($500 mil millones), resulta insuficiente frente al impacto de la revaluación y los costos de producción, la pérdida de empleos, la caída en los precios y el contrabando sobre los ingresos de los productores agropecuarios y, por ende, frente a su impacto en la inversión productiva en el campo. Además de lo anterior, cabe destacar que el 40% de esta asignación está orientada a propósitos de equidad social (vivienda rural, $200 mil millones), monto que debió presentarse como parte del impulso a la política de vivienda en el nivel nacional.

Desafortunadamente, no fue tenida en cuenta la petición de la SAC y sus gremios en torno a la necesidad de inyectar nuevos recursos para el financiamiento agropecuario en condiciones de costos y plazos más favorables para un mayor acceso a capital de trabajo y de inversión. También se pasó por alto la solicitud de subsidiar el precio a los fertilizantes y alimentos balanceados y la promoción de la competencia en el mercado de los insumos, entre otros.

Todo lo anterior significará perder la oportunidad histórica que tiene el Gobierno Nacional a través del Plan PIPE para impulsar la inversión en el campo, en momentos en que atravesamos por una situación de debilidad frente a la difícil coyuntura de precios y costos de producción. En este sentido, el sector productivo agropecuario colombiano continuará insistiendo en la necesidad de incrementar los recursos para el financiamiento del sector, a través de medidas como la ampliación en la disponibilidad de recursos y el abaratamiento en el costo del financiamiento para líneas de inversión enfocadas a la modernización, extendiendo además a todos los productores los beneficios de baja tasa de interés otorgados a pequeños productores en programas especiales y promoviendo un uso más intensivo de recursos de tesorería del Banco Agrario, entre otros.

Preocupa que en materia de ICR para el manejo sanitario de algunos renglones hicieran falta recursos para el fortalecimiento de la producción pecuaria. Esto desconoce la urgente necesidad que tiene el país de alcanzar estándares de admisibilidad sanitaria en un espectro amplio de renglones con potencial exportador. En este sentido, Colombia requiere de mayor capacidad científica y técnica, fortaleza institucional y capacidad de gestión de riesgo en entidades como el ICA y el Invima, si desea ampliar mercados para su producción.

En suma, la SAC considera que, aunque algunas de las medidas macroeconómicas y transversales anunciadas por el Gobierno Nacional tendrán un impacto sobre las actividades agropecuarias, ellas no alcanzará a compensar al sector por la pérdida de empleo e ingreso que ha ocasionado la actual coyuntura de tasa de cambio, precios, costos y contrabando. Lamentamos que el monto de recursos y el abanico de medidas sectoriales específicas sean insuficientes para enfrentar esta situación. El sector productivo agropecuario continuará insistiendo en la necesidad de incrementar los recursos para el financiamiento del sector y el subsidio al precio de los fertilizantes y alimentos balanceados, entre otras medidas propuestas.