Revista Nacional de Agricultura
Edición 1049 – Julio 2024

Por: Jorge Enrique Bedoya, presidente de la SAC

Al cierre de la edición de este número de la Revista Nacional de Agricultura se habían posesionado los nuevos ministros del gabinete del presidente Petro, había iniciado el nuevo periodo legislativo, se habían elegido las nuevas mesas directivas de Senado y Cámara y de sus diferentes comisiones constitucionales, y se había cumplido prácticamente el primer tiempo del periodo presidencial.

A nivel internacional, la dictadura de Nicolás Maduro se había robado las elecciones en Venezuela y daba inicio a una persecución a los líderes políticos que se atrevieron a enfrentarlo y a miles de ciudadanos que salieron a protestar por el fraude electoral. En Estados Unidos, el presidente Joe Biden abandonaba la carrera presidencial, dándole espacio a su vicepresidenta Kamala Harris para buscar competirle al expresidente Donald Trump en una apretadísima campaña cuyo resultado, cualquiera que sea, tendrá un claro impacto en la relación de los EE. UU. con nuestro país.

Empieza entonces el segundo tiempo del periodo presidencial de Gustavo Petro con un país enfrentando serios problemas en materia de seguridad y retos en materia económica y fiscal y, claro, en un entorno político local, regional y global de alta complejidad.

El 7 de agosto de 2022 en su discurso de posesión, el presidente de la República hacía referencia, en su decálogo, a que dialogaría con todos y que su gobierno sería de puertas abiertas para construir un gran acuerdo nacional, con el diálogo como método y los acuerdos como objetivo; uniendo a Colombia.

Se pasaron prácticamente dos años desde que asumió el poder y muy poco se vio de consensos particulares en materia de las grandes reformas impulsadas por el Gobierno y de diferentes temas regulatorios, a pesar del diálogo liderado en otros asuntos por algunos ministros y sus equipos como fue el caso de Defensa, Comercio, Hacienda, Trabajo y el director de Planeación Nacional.  En el caso del agro, y luego de tener dos ministras de Agricultura en menos de dos años, el diálogo en algunos casos fue selectivo a tal punto que la última ministra nunca se quiso reunir con al menos uno de nuestros gremios afiliados. Como que se les olvida lo que es el servicio público. Más bien debieron haber seguido el ejemplo de algunos de sus colegas.

La llegada del nuevo ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, y de la nueva ministra de Agricultura, Martha Carvajalino, sin lugar a duda marca no solo el inicio del segundo tiempo del gobierno sino también la hora de la verdad frente a eso que decía el decálogo del discurso del 7 de agosto del 2022.

En medio de la necesidad imperiosa de reactivar varios sectores de la economía que se la están pasando mal, de los mensajes desde la Casa de Nariño sobre la constituyente, del inicio de la nueva legislatura y de la inminente discusión de la nunca consensuada reforma laboral, la jurisdicción agraria y del anuncio de una nueva reforma tributaria, serán determinantes la actitud dialogante y los mensajes que han enviado los nuevos Ministros así como lo que hagan los demás integrantes del gabinete y el Presidente mismo particularmente en lo que se refiere a los mensajes estigmatizadores que en el pasado ha dado frente al sector empresarial.

En las últimas dos semanas, antes de escribir estas líneas, los encuentros y conversaciones con el ministro del Interior y la ministra de Agricultura han sido muy positivos y esperanzadores de cara a la construcción conjunta de país.

Por supuesto tendremos diferencias, pero como lo hemos dicho desde el inicio del Gobierno, desde los gremios siempre hemos estado dispuestos a construir desde la diferencia, con respeto, con conocimiento, con propuestas y con el compromiso de dar las discusiones con total transparencia y de cara al país.

Como lo dijimos en el foro organizado por el Consejo Gremial Nacional el pasado 23 de julio frente a la iniciativa del diálogo y la búsqueda de consensos promovida por el ministro Cristo, no nos puede pasar como en la fábula del pastorcito mentiroso y el bien conocido “ahí viene el lobo” o dicho de otra manera, que lo que hagan los ministros con la mano, otros lo terminen borrando con el codo.

Estamos listos como siempre para el debate, para la construcción de consensos y para que le vaya bien a Colombia.