Revista Nacional de Agricultura
Edición 1007 – Septiembre 2020
Las universidades Eafit y Zamorano han analizado las principales tendencias de los agronegocios. Artículo del Camilo Pérez-Restrepo, profesor del Departamento de Negocios Internacionales de la primera de dichas instituciones.
Los sectores agropecuario y agroindustrial se encuentran entre los grandes héroes del comercio exterior a escala global. La Organización Mundial del Comercio, OMC, en su informe de agosto del 2020, denominó a la agricultura como una historia de resiliencia, y es que, pese a la incertidumbre en los mercados globales y la imposición de medidas sanitarias y fitosanitarias restrictivas, las exportaciones de los productos agropecuarios y agroindustriales tuvieron un crecimiento de 2.5% durante el primer trimestre del año. América Latina contribuyó a este buen resultado, y varios de sus países, entre ellos Colombia, lograron aumentar sus exportaciones en el periodo.
Conforme son publicadas las cifras consolidadas de las exportaciones del primer semestre del 2020, puede observarse que esta tendencia permanece. En los primeros seis meses del año, las exportaciones del sector crecieron 0.2%, pese a que entre los meses de abril y junio se presentaron las mayores disrupciones en las cadenas productivas (estimaciones a partir ITC-Trademap, 2020). Entre los países de América Latina se destacan por su crecimiento, Brasil y Colombia.
La Universidad Eafit y la Universidad Zamorano han venido trabajando de la mano desde el 2018 para fortalecer las áreas de docencia, investigación y proyección social de los agronegocios. Dentro de sus esfuerzos conjuntos durante este año, se han realizado una serie de foros para analizar las principales tendencias de los agronegocios. Como resultado de estas conversaciones, se han identificado una serie de innovaciones en el sector, que son claves para entender su resiliencia.
Una de las innovaciones está relacionada con la diversificación de los mercados y de la oferta exportadora. Mientras que los mercados consolidados para las exportaciones del sector, como Estados Unidos, tuvieron una contracción, destinos como China, Tailandia y Corea del Sur, lograron altos crecimientos en el periodo. En el caso específico de Colombia, algunos de los mercados con mayor crecimiento fueron Japón, España, México y Corea del Sur. Se destaca también el crecimiento de las exportaciones de productos no tradicionales, como el aguacate, la carne bovina y el cacao. Como lo observa la profesora Adriana Roldán, de la Universidad Eafit, esta diversificación ha sido el fruto de la estrategia de acceso sanitario que ha venido liderando el gobierno colombiano en años recientes, y del esfuerzo de los productores.
Otra serie de innovaciones se han hecho visibles en los estudios que la Universidad Zamorano está adelantado con empresarios del sector. El estudio de casos ha comenzado a evidenciar el surgimiento de redes agroalimentarias locales que conectan directamente al productor con el consumidor. Desde la perspectiva de los profesores Arie Sanders y Luis Sandoval, de esta universidad, estas redes emergentes tienen el potencial de ser una alternativa para las cadenas agroalimentarias convencionales por su enfoque en calidad, especialización y localidad. Otra innovación importante para el sector y que tiene impactos tanto en el ámbito local, como en las ventas al exterior, es el mayor uso de tecnología para las compras y ventas, dentro de lo cual se destaca la transición que ha comenzado a hacer el sector hacia los negocios electrónicos, a raíz de la pandemia.