Gremios del agro piden mecanismos proteccionistas para la reactivación

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Para superar el desempleo y la desaceleración económica que ha dejado la pandemia, estos dirigentes gremiales piden proteger la producción nacional de la competencia inequitativa proveniente del exterior.

Fuente: Semana Rural 

Fecha: Septiembre de 2020

 

Diferentes gremios de empresarios y pequeños productores del agro presentaron propuestas para lo que será la reactivación después del descalabro económico que ha vivido el país por cuenta de la pandemia por el coronavirus. En una que la gran mayoría coincide es en la necesidad de que Colombia haga uso de los diferentes mecanismos de salvaguarda y protección comercial, que están contemplados en sus marcos regulatorios, para equilibrar la cancha con los competidores internacionales que están importando productos agropecuarios al país.

El presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), Jorge Enrique Bedoya, lo puso en los siguientes términos: “algunos de los sectores se han visto enfrentados a grandes flujos de importaciones, pero en Colombia nos hemos tenido que aguantar ese golpe. Para eso hemos solicitado respuesta pronta al Gobierno nacional”. Dentro de sus peticiones, Bedoya le dice al Gobierno del presidente Iván Duque que los incluya en la misión de internacionalización de la economía colombiana que actualmente adelanta el Ejecutivo. “Tenemos mucho por decir. No solo para poder llegar con nuestros productos a los mercados internacionales, sino también para revisar las distorsiones de comercio internacional”, aseguró.

A estas distorsiones se refirieron ampliamente los demás gremios sectorizados, que han visto golpeada su rentabilidad debido a la cantidad de productos internacionales que están llegando al país sin controles arancelarios. La presidenta de la Asociación de Cultivadores de Caña de Azúcar de Colombia (Asocaña), Claudia Calero, aseguró que el incremento del 28 por ciento que se ha presentado en las importaciones de este año con respecto al mismo periodo del 2019 representa una amenaza para los productores nacionales por las condiciones en que se están generando.

Para ilustrar esta situación, Calero expuso varios casos concretos que afectan al sector cañicultor. Por un lado, explicó que socios comerciales regionales como Ecuador y Bolivia han impuesto condiciones que no son favorables pese a mantener completamente abierto el mercado colombiano para sus productos. “Ecuador impuso una medida injustificada contra Colombia y Bolivia envía sus excedentes de azúcar sin limitación en condiciones asimétricas por cuenta de un mercado altamente regulado en el Gobierno de ese país. Esto genera unas condiciones inequitativas que afectan a nuestro sector”, lamentó la dirigente gremial.

Dentro de las soluciones que plantea Calero para equilibrar las condiciones de competencia de los productores nacionales está usar los mecanismos de defensa que están dispuestos en la normatividad colombiana y en el marco jurídico internacional para eliminar esas distorsiones. Algo que durante la pandemia han hecho otros países y que Colombia debería poner en marcha. “Es necesario que se mantenga en funcionamiento la franja de precios del azúcar para defenderse de un mercado internacional absolutamente distorsionado; y activar los mecanismos de defensa comercial con que cuenta el país, como las salvaguardas y los derechos compensatorios, de manera que se le pueda hacer frente a esas medidas que hoy muchos países están estableciendo con mucha libertad”, aseveró.

En la misma línea se expresó Jens Mesa, presidente de la Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite (Fedepalma), quien recordó que las distorsiones comerciales se presentan porque algunos de los países más ricos del mundo con los que Colombia tiene acuerdos comerciales brindan amplios subsidios a sus agricultores, lo cual pone en desventaja a los productores colombianos. “Tenemos que nivelar la cancha. No podemos seguir permitiendo que nuestros agricultores enfrenten un mercado donde todo va en desventaja para ellos. El Gobierno tiene una responsabilidad de poner en práctica esos mecanismos de defensa comercial contra medidas que están documentadas y se vienen practicando en los países más ricos del mundo. Cuando uno mira los recursos que Europa y Estados Unidos le están invirtiendo a su agro y los contrasta con la carencia de inversión y de atención al agro colombiana empieza a entender que esa competencia no se está dando en igualdad de condiciones”, aseguró Mesa, quien a la par explicó que no están pidiendo privilegios sino simplemente competir en igualdad.

Pero en medio de la conciliación, el presidente de Fedepalma lanzó una queja contundente en contra del Gobierno nacional y su inactividad en la defensa de los agricultores. “Colombia no puede continuar permitiendo que esas distorsiones de mercado sigan depredando y afectando la producción nacional. Eso ha ocurrido por muchos años y hay medidas específicas que el Gobierno conoce, pero hace falta voluntad política para adoptarlas”, dijo.

El otro sector que se ha visto afectado por las importaciones ha sido el ganadero, en particular los productores de leche. El presidente de la Federación Nacional de Ganaderos (Fedegán), José Felix Lafaurie, aseguró que tan solo en los primeros cinco meses del año, se introdujeron cerca de 42 mil toneladas de leche al país. Esto equivale, según Lafaurie, a dejar de comprar al sector ganadero colombiano un poco más de 2,5 millones de litros de leche diarios. “Eso es una aberración”, lo calificó el presidente de Fedegán, quien aseguró que quienes más se ven afectado son los pequeños ganaderos, que representan el 92 por ciento de los más de 700 mil productores que tiene este sector.

“Debemos pensar en un nuevo concepto de soberanía alimentaria o seguridad alimentaria, que es lo que tenemos en la Constitución, y eso va a implicar hacer grandes esfuerzos para no depender de otros y tratar de producir en el país. Yo no veo que estemos avanzando en esa dirección”, resaltó Lafaurie.Estas peticiones llaman particularmente la atención pues históricamente era común escuchar solicitudes de proteccionismo por cuenta de sectores de izquierda, sindicales o asociaciones campesinas. Hoy, sin embargo, y pese a que la mayoría de los gremios del agro han mostrado un apoyo constante al Gobierno del presidente Iván Duque, se muestran inconformes con el rumbo que ha tomado el comercio internacional y le solicitan al Ejecutivo tomar mayores acciones que permitan sustituir importaciones, aumentar aranceles a algunos productos, establecer topes de ingreso a productos internacionales y usar las salvaguardas contempladas en los diferentes tratados comerciales que ha firmado el país en los últimos 15 años.

«El régimen laboral nuestro no funciona, de ahí el alto nivel de informalidad que se presenta en el campo. Es un marco mucho más estricto que países como Estados Unidos»  afirmó Augusto Solano, presidente de Asocolflores

Las otras propuestas

Adicional a la petición de proteger la producción nacional, las otras ideas que plantean estos dirigentes gremiales pasan por modificar el régimen laboral del campo; invertir decididamente en bienes públicos como vías terciarias y distritos de riego; fortalecer al Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) para que los productos colombianos cumplan las condiciones fitosanitarias que les permitan ingresar a otros mercados; mejorar la seguridad jurídica en la propiedad de las tierras; implementar la Ley de Compras Públicas, universalizar el acceso a crédito y establecer un régimen tributario especial para la producción agropecuaria.

“Es inaceptable que la ruralidad de nuestro país tenga una informalidad por décadas que supera el 86 por ciento y aquí no pasa nada. Hay que construir herramientas como el contrato agropecuario o el jornal diario integral rural”, expresó el presidente de Fenavi, Gonzalo Moreno. “La misión de empleo no puede tomarse un año para dar resultados. Desde la SAC tenemos un proyecto de Ley para el régimen laboral del campo que en el 2017 ya había sido aprobado por la Cámara de Representantes pero que el Senado dejó hundir”, añadió Bedoya.

En cuanto a la necesidad de invertir en vías terciarias y distritos de riego, la presidenta de Asocaña puso de presente la estrategia que su gremio ha adelantado con Alianzas Público Privadas en el Valle del Cauca y que considera podría funcionar a nivel nacional. “Esto puede dinamizar el agro y el empleo en este momento difícil que pasa al país. Con estas APP se vuelve muy expedita, fácil y rápida la construcción de esa infraestructura que nos va a ayudar a superar el atraso que tenemos como país y nos va a ayudar a poner a producir nuestras tierras”, afirmó Calero. Según cálculos de Bedoya, por cada mil millones de pesos que se destinan para construir cinco kilómetros de placa huella, se generan 290 empleos, lo cual podría ayudar a superar las altas tasas de desempleo que ha dejado la pandemia.

Para la propuesta de un régimen tributario especial, varios de los dirigentes coincidieron en que el caso de Perú puede ser un buen ejemplo para implementar en el país, donde redujeron sustancialmente los impuestos a las actividades agropecuarias y lograron que creciera la producción de alimentos. “Colombia hoy solo utiliza el 20 por ciento de las 40 millones de hectáreas que podría estar cultivando. Para poder aprovechar todas las oportunidades que tenemos en el sector agropecuario necesitamos condiciones tributarias atractivas porque somos el sector más castigado con la tasa impositiva más alta”, concluyó Mesa

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