Revista Nacional de Agricultura
Edición 1042 – Noviembre 2023

Mariia Didukh, Directora del Fondo Nacional Agrario Ucraniano (UNAF), en conversación con Andrea Bernal, periodista y presentadora de Noticias RCN

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40 CONGRESO AGROPECUARIO NACIONAL
MUJER RURAL, REFORMAS, EXCELENCIA SANITARIA E INSTITUCIONALIDAD:
APUESTAS Y COMPROMISOS DEL SECTOR AGROPECUARIO

“A pesar de los ataques con misiles, los agricultores ucranianos han utilizado sus colchones financieros para salir adelante, sin importar que hubieran destruido la gran parte de sus equipos. Volvieron a invertir porque entienden que ese es el futuro. Nunca nos hemos rendido y renaceremos de las cenizas como el Ave Fénix”, Mariia Didukh, directora del Fondo Nacional Agrario Ucraniano (UNAF), el gremio que representa a los gremios de la producción agropecuaria de Ucrania.

DESTACADOS DE LA DIRECTORA DIRECTORA DE LA UNAF

  • Con la producción de alimentos de Ucrania antes de la guerra se podía alimentar a cerca de 400 millones de personas de países de Oriente Medio, el norte de África, Asía y China.
  • Creemos que posiblemente esta guerra es uno de los pocos casos en la historia con gran impacto en la alimentación global. La comunidad internacional debió condenar que la seguridad alimentaria del mundo fuera puesta en jaque por la ambición de algunas personas que la volvieron un arma de guerra.
  • La agricultura sigue siendo la gran base de nuestra economía, por lo tanto, permaneceremos positivos.
  • Los retos a los que se enfrenta Ucrania en medio de la invasión son en temas de logística por el bloqueo de las exportaciones, los precios bajos de venta de los productos versus un alto costo de los insumos. No hay suficiente suministro de energía; y falta financiación para el sector.
  • Durante toda la historia hemos sido como el ave fénix, aun si caemos, aun si nos quemamos, volvemos y revivimos.

Mariia Didukh, directora del Foro Nacional Agrario Ucraniano (UNAF), el gremio que representa a las uniones, federaciones y gremios del sector agropecuario en Ucrania, llegó a Bogotá luego de tres días de travesía desde Kiev, de donde salió en tren hasta Polonia un día en que su ciudad estaba siendo atacada por misiles rusos.

Llegó a Bogotá para exponer ante los productores agropecuarios de Colombia, reunidos en el Congreso de la SAC, la resiliencia de los productores ucranianos tras dos años de invasión rusa y su lucha por la seguridad alimentaria global.

En el primer día del evento, Mariia habló de algunas de las consecuencias más relevantes de la guerra para la agricultura ucraniana como el hecho de haber detenido el riego en cerca de 1,5 millones de hectáreas de cultivos en las regiones de Jerson, Mykolayiv, Zaporiyia y Dniepropetrovsk. Eso hizo que la producción de granos disminuyera al menos en 1 millón de toneladas y que hoy el 50% de los agricultores en la parte sur de Ucrania esté al borde de la quiebra.

Rusia ocupó alrededor de 5 millones de hectáreas de áreas cultivadas en 2021, correspondiente al 25% del territorio agrícola ucraniano. Los invasores rusos robaron alrededor de 8 millones de toneladas de cereales en instalaciones de almacenamiento y campos en los territorios ocupados, y la reducción del volumen total de producción en 2022 fue del 35%, según expuso Mariia.

Mariia se mantiene optimista frente a que la situación pronto va a cambiar, pero advierte también que si esto no se produce, varios subsectores agrícolas podrían declararse en banca rota en el 2024. “El sector se mantiene positivo y es muy consciente de la responsabilidad que tiene de mantener la seguridad alimentaria, no solo a nivel interno sino mundial”.

Al ser un país agrícola, gran parte de sus ingresos viene de las exportaciones; esto también ha sido un reto. “Exportamos por todas las rutas posibles y mantenemos el suministro de alimentos al mundo. Sabemos que como siempre, nosotros somos una nación que nunca se rinde”. El compromiso de los agricultores ucranianos es que sin importar lo difícil que estén viviendo, “creemos que muy pronto estaremos bien, estaremos como siempre, e incluso mejor”.

Añadió que “volveremos a ser lo que siempre hemos sido, un país pacífico. Un país que tiene en sus símbolos el cielo, el mar azul y el grano amarillo. Un país que se siente orgulloso por poder cultivar su comida, no solo para sí mismos, sino para otros”.

De manera complementaria, luego de presentar algunos datos al público y de mostrar crudas imágenes de la destrucción infame de la invasión rusa, Mariia se sentó a dialogar con Andrea Bernal, periodista y presentadora de Noticias RCN sobre su experiencia en medio de la guerra. Estuvo acompañada de Valeriya Lytvychenko, una filóloga ucraniana que vive en Colombia hace más de 10 años y quien fue, además de su interprete durante el panel, la mano hermana que pudo mostrarle un poco de Bogotá en la semana del 40 Congreso Agropecuario Nacional.

En este espacio Mariia expresó lo difícil que ha sido ver crecer a sus hijos en medio de la guerra:  “Mis hijos tenían 3 años y 15 años cuando la guerra comenzó. Al principio era muy difícil de explicar, pero hoy ya juegan con juguetes de la guerra, usan vocabulario de la guerra y somos muy conscientes de que esto no acabará mañana. Aun si pasara, el daño seguirá por varias generaciones. Gracias a Dios estamos bien; hay otras familias que han perdido todo. Durante toda la historia hemos sido como el ave fénix, aun si caemos, aun si nos quemamos, volvemos y revivimos”.