Revista Nacional de Agricultura
Edición 1042 – Noviembre 2023

Germán Palacio, Gerente General de Fedepapa, Nelson Guerrero Lozano, Presidente de la Junta Directiva de Asoleche,  Leonardo Ariza Ramírez, Gerente General de Acosemillas, en conversación con Yamit Palacio Villa, periodista y presentador de Ahora y director de El Cuento del Domingo en Canal Capital
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40 CONGRESO AGROPECUARIO NACIONAL
MUJER RURAL, REFORMAS, EXCELENCIA SANITARIA E INSTITUCIONALIDAD:
APUESTAS Y COMPROMISOS DEL SECTOR AGROPECUARIO

En Colombia, en 2022, según el DANE y la FAO, el 30,8 % de la población estuvo en situación de inseguridad alimentaria moderada o grave, y en 28 de cada 100 hogares fue necesario disminuir la cantidad y calidad de los alimentos por falta de dinero y otros recursos. Para luchar contra el hambre, será necesario que el Gobierno Nacional aproveche e invierta en programas y políticas que hagan rentables a los productores agropecuarios que son claves en la lucha contra el hambre. Los sectores de la papa, productos lácteos y semillas tuvieron oportunidad de hablar en este Congreso sobre los retos de producir rentablemente alimentos.

DESTACADOS DE LOS PANELISTAS

  • Para que el Plan de Ordenamiento Productivo de la papa no quede muerto, la Federación, con recursos del Fondo Nacional de la Papa, creó una unidad para su implementación. El Plan lo que busca es organizar la producción de Colombia.
  • Colombia, así no se crea, es deficitario en leche. En el país, en promedio, cada vaca produce alrededor de 6 litros en un día y para lograr subir a esos 25 millones de litros al año que recomienda la OMS, habría que subir de 6 a 8 litros en un día.
  • El tema de semillas genéticamente modificadas en el país es tenido como un estigma. Colombia tiene una normatividad muy completa para la evaluación de riesgos, para la entrada de eventos con biotecnología y creo que, tras 20 años de trabajo, en el mundo se ha probado la inocuidad para los humanos y para los animales, de los alimentos que provienen de semillas genéticamente modificadas.
  • El 40% del éxito de un cultivo depende del uso de una semilla bien seleccionada, bien certificada, que traiga toda esa investigación.
  • Sería interesante para el sector un observatorio de cifras. Este es un país, por lo menos en el sector lácteo, en el que realmente no hay cifras. Si usted quiere saber cuánta leche se produce en el país en el mes de noviembre, tiene que venir en junio del año entrante para que alguien le cuente.

Moderado por el periodista Yamit Palacio, el panel “Producción rentable de alimentos: clave en la lucha contra el hambre” conto con la participación de Leonardo Ariza, gerente general de Acosemillas; Germán Palacio, gerente general de Fedepapa; y Nelson Guerrero Lozano, presidente de la Junta Directiva de Asoleche.

Para luchar contra el hambre, es importante la inversión del Gobierno Nacional en programas que hagan también rentables y productivos a los trabajadores del campo que llevan a la mesa de los colombianos los alimentos, especialmente la papa, los lacteos y todo lo que se produce a partir de una semilla.

La papa en Colombia es el segundo producto en importancia de la cadena alimenticia, es un cultivo de pequeños productores. En cifras, la producción es de más de dos millones de toneladas al año que se dan en 110 mil hectáreas y gracias a 100 mil productores de papa. Como lo explicó Germán Palacio, el sector genera 350 mil empleos entre directos e indirectos y unos 20 millones de jornales al año. Llega a más del 95% con un consumo de 36 kilos por persona/año, una cantidad quizás baja para un potencial grande de crecimiento de los productores.

Fue por esas características que se articularon esfuerzos entre el sector público y privado para sacar adelante un Plan de Ordenamiento Productivo de la papa, del que empezó hablando Germán en el panel. Un plan con el que, de cara a esa lucha contra el hambre y por la productividad de los paperos, se “busca mejorar la eficiencia y la sostenibilidad de la producción de papa”.

Para tener éxito, la Federación “con recursos del Fondo Nacional de la Papa, creó una unidad para implementar el plan” que trabaja con los productores y en coordinación con las entidades públicas, las privadas y los productores, para crear proyectos que permitan que el sector sea más competitivo y eficiente. 

Ese plan busca organizar la producción en Colombia. “Nosotros producimos desorganizadamente, necesitamos saber en qué momento se produce, qué variedad se produce, cuáles son los centros de distribución, cuáles son los centros de acopio, con qué técnicas se producen y en qué momentos del año se da la cosecha”.

Si se habla del sector lechero, este también le ha planteado al Gobierno la creación de una ruta para que todos los productores puedan ser parte de los ciclos formales, algo que no depende únicamente del Ministerio de Agricultura, si no de otras instituciones.

Nelson Guerrero, presidente de la Junta Directiva de Asoleche, aseguró en el Congreso de la SAC que, a diferencia de lo que sucede con la papa, en leche este es un país deficitario.

“En los últimos 5 años, la producción de leche ha sido constante, de más o menos 20 millones de litros todos los días. Pero si vemos cuánto recomienda la OMS que debería consumir una persona para llevar una vida sana y normal, es de 170 litros en un año, lo que llevaría a que la producción mínima de leche para un país como el nuestro sea de 25 millones de litros de leche”. Para lograr esto, existe la unión de saberes de gremios como Asoleche, que representa a las empresas que saben cómo mejorar la productividad de la ganadería; que, como lo explicó Nelson, “tienen equipos de asistencia técnica, de extensionismo, equipos que han llevado la producción de un nivel a otro”.

Pero también para que haya éxito en ser un país autosuficiente en este producto y sus derivados, el empleo formal es fundamental. Así como también es fundamental la producción regulada, las vías terciarias, la conectividad y la energía. La diferencia en el acceso a estos bienes públicos hace que “la mitad del país esté deshabilitado” para una producción más uniforme, pujante y buena.

Las semillas también son insumo vital para la seguridad alimentaria. El gerente general de Acosemillas, Leonardo Ariza, añadió a la conversación la importancia de dar la opción a los agricultores de todas las escalas, de decidir si usan semillas con biotecnología o semillas nativas.

En Colombia coexisten los diferentes modelos de producción y los diferentes tipos de semillas, las nativas y criollas que son indispensables para la investigación, para el desarrollo, la resistencia y el fitomejoramiento”.

De ahí que fuera central para el líder gremial, con el enfoque de la lucha contra el hambre, insistir en el uso de semillas certificadas. “El 40% del éxito de un cultivo depende del uso de una semilla bien seleccionada, bien certificada, que traiga toda esa investigación”.

A eso se le suma que para que se sigan impulsando la elaboración de planes productivos y de ordenamiento de la producción en los distintos subsectores, la tecnología no se puede ignorar. “Tenemos que hacerlo con tecnología, como lo decía el profesor Moisés Wasserman en el Congreso de la República: “No podemos prohibir el futuro””. Un futuro en el que, al menos para Colombia, ya se está haciendo necesario hablar y desmitificar el uso de semillas genéticamente modificadas.

“Falta mucho conocimiento sobre producción de semillas genéticamente modificadas. Los países desarrollados tienen avances bien importantes, no solo en genética modificada sino en agricultura con muchas innovaciones en el mejoramiento vegetal. En Colombia tenemos 4 cultivos con eventos autorizados con biotecnología (…) son más mitos y leyendas alrededor de la transgénesis”, dijo Leonardo Ariza.

¿Qué les preocupa a los productores y qué dificulta luchar contra el hambre?

Los bloqueos, los derrumbes, los sobrecostos, además de la inseguridad.

Nelson Guerrero recordó la situación que se vivió durante el paro nacional de 2021, en el que se calcula se dejaron de recolectar 4 millones de litros de leche, que pueden ser hoy en día, alrededor de 10.000 mil millones de pesos. ¿Cómo evitar las afectaciones? “Inversión real en vías terciarias, que no sean vías que llegan a la finca del alcalde de turno, sino que realmente sean de utilidad para todos”.

Pero por supuesto, esto va más allá de no tener más corredores viales pues, si la protesta es un derecho constitucional, al hacerla, muchas veces se está poniendo en riesgo la seguridad alimentaria, sea por escasez o por los sobrecostos y alzas que se generan en los productos.

Si se habla de sobrecostos, para la leche es preocupante la dinámica: “si miramos cuánto ha crecido el precio de pago al ganadero, del año 2021 a ahorita, vamos en un 64%, eso lleva a que el consumo de la leche esté deprimido en el país”. Lo más inquietante, dijo Guerrero, es que el año entrante se espera que el Ministerio de Agricultura decrete un nuevo incremento.

Para el sector de la papa, se suma la preocupación por la importación de papa bajo dumping. “De acuerdo con el estudio que ha hecho Fedepapa, el dumping está cercano al 30% por eso sigue entrando tanta papa con una devaluación feroz”.

Y sobre los bloqueos, estos han hecho que sobre todo “los productores de Nariño y Cauca, esos que sacan la producción en el primer semestre, tuvieran que dejar su producto enterrado porque no tienen como sacarlo”.

Para el sector de semillas, es indispensable que se mantenga la lucha contra la “piratería” y contra la prohibición de semillas genéticamente modificadas, que son también garantía de la seguridad alimentaria.