Revista Nacional de Agricultura
Edición 1037 – Junio 2023
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) confirmó la primera semana de julio, para el cierre de esta edición de la RNA, que existe una probabilidad del 90% de que las condiciones de El Niño prevalezcan durante el segundo semestre de 2023, luego de que los expertos identificaran que por primera vez en siete años, en el Pacífico tropical imperan las características de este fenómeno climático, “que pueden propiciar que se incrementen las temperaturas mundiales y se generen unos patrones meteorológicos y climáticos perjudiciales”.
El boletín “El Niño/la Niña hoy” de la OMM del 4 de julio cita al secretario general de este organismo de Naciones Unidas, el profesor Petteri Taalas, señalando que “el anuncio de que se está produciendo un episodio de El Niño es la manera de indicar a los gobiernos de todo el mundo que se preparen para limitar los efectos que este pueda tener para nuestra salud, nuestros ecosistemas y nuestras economías”.
En ese sentido, “las alertas tempranas y las medidas preventivas para hacer frente a los episodios meteorológicos extremos asociados a este importante fenómeno climático son de suma importancia para salvar vidas y medios de subsistencia”, dijo Taalas.
Un mes antes de esta publicación, el 8 de junio, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA), una de las dos oficinas meteorológicas mundiales junto al BOM de Australia a la que recurren los expertos para confirmar el comienzo de estos fenómenos, anunció que después de tres años del patrón climático de La Niña, El Niño volvía a entrar en acción.
La NOAA dijo en su momento que hay un 56% de probabilidad de que cuando El Niño alcance su punto máximo, se fortalecerá y elevará las temperaturas de la superficie del mar en el Pacífico oriental al menos 1,5 ° C por encima de lo normal. Esto se traduciría en temperaturas más extremas, sequías y hasta ciclones en todo el mundo.
El Bureau of Meteorology de Australia (BOM) reforzó esta información confirmando también a principios de junio la probabilidad del 70% de que lleguen las altas temperaturas de El Niño.
En su boletín de mayo, la OMM señaló que “había un 98 % de probabilidades de que al menos uno de los próximos cinco años y el quinquenio en su conjunto fueran los más cálidos jamás registrados, superando así el récord alcanzado en 2016, cuando se produjo un episodio excepcionalmente intenso”.
El Niño en Colombia
A partir de información de organismos internacionales, el Ideam en Colombia realiza diferentes estudios y monitoreos de indicadores oceánicos y atmosféricos. Según el boletín de junio, el Instituto estableció que “el impacto de El Niño en Colombia se refleja en un déficit significativo de las precipitaciones, así como en un aumento importante de la temperatura del aire, especialmente en sectores de las regiones Caribe, Andina y Pacífica. Cabe destacar que la alteración del régimen de lluvias por la ocurrencia de estos fenómenos no sigue un patrón común; por el contrario, es diferencial a lo largo y ancho del territorio nacional (continental e insular)”.
El 22 de junio, en entrevista con Blu Radio, Diana Carolina Rueda, jefe de la oficina de Servicios de Pronósticos y Alertas del Ideam señaló que “la intensidad que tenemos reportada es de tipo moderada y se espera que las regiones del país que se verán más afectadas serán Pacífico, Andina y Caribe…Esperamos que tenga una mayor fuerza e intensidad para el primer trimestre de 2024, que sería como la primavera del hemisferio norte, pero para Colombia es de mayor afectación en ese periodo de tiempo”.
¿Cómo afectaría El Niño al sector agropecuario?
La Revista Nacional de Agricultura hizo un sondeo de los distintos sectores de la producción agropecuaria para entender el impacto de El Niño.
Acosemillas: Los productores ya se están preparando para tener reservas de agua. Acosemillas está recomendando planificar y administrar el uso del agua para el riego, diversificar el cultivo para aquellos que sean más resistentes a la sequía o que no requieran riego constante.
Asbama: El banano es 75 % agua y si no hay agua no hay producción, el impacto estaría en la productividad y en menos banano para exportar. También subirían los costos de algunas labores como regar más horas, o para captar agua de fuentes subterráneas.
Augura: Bajo condiciones de altas temperaturas y lluvias intermitentes, se propicia el desarrollo y dispersión de Ceramidia viridis, cochinilla harinosa, además de ácaros fitófagos o arañita roja.
El Niño pueda ser asociado a períodos secos, pero no necesariamente significa una ausencia de lluvias, más aún, cuando esté se presente en la temporada húmeda que va desde abril hasta mediados de diciembre en la zona del Urabá antioqueño.
Asocaña: El Fenómeno del Niño puede generar una reducción en la producción de caña de hasta un 7% anual, debido a la falta de disponibilidad de agua para riego del cultivo. Esto podría significar una reducción en la producción de azúcar de hasta 150.000 toneladas al año.
En este sentido, el Sector Agroindustrial de la caña ha diseñado una estrategia con la que esperan reducir al máximo estas posibles pérdidas, fundamentada en varias medidas:
Medidas Operativas: Manejo agronómico del cultivo acompañado de un proceso de transferencia a cultivadores. Mantenimiento a sistemas de conducción e implementación de sistemas de riego eficientes en mayores áreas. Predicciones climatológicas.
Gobernanza del agua: Identificación de zonas críticas para el acceso al agua para riego, implementación de turnos de riego y construcción de acuerdos colaborativos entre usuarios, procesos de seguimiento y control a los turnos y acuerdos, mayor medición de caudales.
Medidas de Gestión: Generar espacios de construcción e identificación de medidas con Autoridades Ambientales, Ideam, Gestión del Riesgo, municipios y comunidades. Identificar acciones conjuntas y compromisos de actores.
Cuencas hidrográficas: Implementación de proyectos de conservación y sostenimiento en zonas altas y programa de uso eficiente del agua a través del Fondo de Agua por la Vida y la Sostenibilidad.
Asohofrucol: Los efectos de la temporada para nuestros productores están relacionados con un descenso en la producción, especialmente en los cultivos de frutas de las regiones Caribe, Pacífica y Andina. Sin embargo, gracias a la implementación del modelo “Somos Agricultura Tropical”, logramos mitigar el impacto negativo en los cultivos, ¿cómo lo hacemos? Implementando prácticas bio-sostenibles, en donde eliminamos el uso de insumos químicos que dañan la tierra, favoreciendo procesos como la compactación; de igual forma, mantenemos la cobertura vegetal del suelo, porque ese proceso permite que el dióxido de carbono presente en la atmósfera sea capturado y que los rayos del sol no impacten directamente con la tierra. Adicionalmente, con ese manejo de las arvenses, se logra atrapar el rocío de la noche, para que el agua y el aire lleguen a su sistema radicular, facilitando la absorción de humedad y oxígeno por parte de árboles más grandes, que en su mayoría son frutales.
Fedepapa: El Niño seca los cultivos, fomenta las plagas y enfermedades abundantes por la falta de agua. En el cultivo de papa no muchos productores cuentan con sistemas de riego, así que se sufre mucho por la falta de agua.
Fedecacao: El ingeniero Rubén Darío Quiroga, de la Escuela Nacional de Formación de Fedecacao, señaló que, si se prolonga la temporada de bajas precipitaciones, las fincas o predios por debajo de los 800 msnm pueden tener abortamientos de pepinos inferiores a dos meses. La planta puede sufrir estrés hídrico y morir.
El ingeniero Fernando Rojas, encargado del Programa Ambiental de Fedecacao, dijo por su parte que, si hay una sequía de más de dos o tres meses, habrá plantaciones que sufran porque no tienen riego. En cuanto a enfermedades, la sequía favorece las plagas en los cultivos.
Fedepanela: En el corto plazo, la temporada de El Niño aumenta la producción de panela porque las cañas rinden más al llevar menos agua en su interior, eso se traduce en más panela y por lo tanto puede afectar el precio.
En el mediano y largo plazo el cultivo empieza a sufrir estrés por falta de agua y baja rendimientos, incluso puede llegar a bajar el rebrote de las zocas.
Fedepalma: Como el impacto estaría en menor disponibilidad de agua, Fedepalma hace recomendaciones como estar preparados para regar en épocas no usuales. Aprovechar residuos orgánicos que absorban el agua y cubran el suelo para mantener hidratas las raíces de la palma. Agilizar los planes de fertilización. Reconsiderar la siembra de palma para las zonas Norte, Central y Oriental durante el segundo semestre, ya que para el primer semestre se tendría alta probabilidad de estrés.
Fedeacua: Preocupa la disminución del agua porque no se va a poder tener la misma cantidad de animales. Se puede afectar la calidad de agua en términos de disminución del oxígeno, la temperatura más alta que prolifere bacterias, parásitos o que se aumente el periodo del cultivo. Todo esto puede afectar la oferta de pescado.