Revista Nacional de Agricultura
Edición 1046 – Abril 2024

Por: Acosemillas

La situación del nivel de agua en los embalses colombianos sigue muy baja a pesar de que desde finales de abril la lluvia se hizo presente. Pero no es suficiente.

Los cambios en los ecosistemas hídricos del país, por las bajas precipitaciones y altas temperaturas, que se han prolongado más de lo esperado, han llevado a que los niveles de las reservas de agua en los embalses y represas lleguen a niveles muy inferiores a los históricos, obligando a gobiernos locales a tomar medidas extremas como cortes rotativos del suministro de agua en algunas ciudades del país.

Retraso en las siembras

El fenómeno de El Niño ha dejado consecuencias que van más allá de estos racionamientos de agua en algunas zonas urbanas del país y que generan incomodidad, ya que si las reservas se secaran completamente, el suministro de energía en el territorio también entraría en una alerta total y si sumamos a ello un retraso en las siembras de productos agrícolas por las sequías, los resultados en la economía local, regional y nacional serían muy fuertes.

Estos efectos deben ser analizados desde una conciencia colectiva del cuidado de los recursos naturales, que es clave para la producción agropecuaria y que debe ir desde la implementación de políticas gubernamentales hasta pequeñas acciones en las áreas domésticas, sin olvidar que parte de este sistema hídrico alimenta los distritos de riego para los cultivos.

Es así que la variabilidad climática ocasionada por el fenómeno de El Niño dificulta la planificación y la producción de cultivos, ya que los agricultores enfrentan condiciones impredecibles, como sequías intensas, lluvias torrenciales, olas de calor y/o heladas tardías.

Las altas temperaturas también afectan negativamente los cultivos, no sólo reduciendo los rendimientos y disminuyendo la calidad de los productos agrícolas, sino que pueden favorecer la propagación de plagas y enfermedades que afectan a las plantas, sin mencionar el uso de semillas piratas o de costal que no auguran buenas cosechas al productor.

En Colombia por lo general el ciclo de siembra de cultivos transitorios está entre principios de marzo a principios de abril, sin embargo, la variación climática ha llevado al retraso de las siembras por déficit de lluvia, razón por la cual el Instituto Colombiano Agropecuario- ICA, quien establece las fechas de venta de semilla autorizada y de siembra de ciertos cultivos, ha realizado la ampliación de fechas en algunas zonas como Tolima (maíz, sorgo y algodón) y  Valle (maíz), como medida de protección fitosanitaria y evitar proliferación de plagas y enfermedades, hasta finales del mes de abril.

Para mayor detalle consultar resoluciones en:  https://www.ica.gov.co/normatividad/normas-ica/resoluciones-seccionales 

 

Desafíos para la seguridad alimentaria

Es evidente que el cambio climático presenta desafíos significativos tanto para las zonas urbanas como para las zonas rurales y no menos decir que para la seguridad alimentaria mundial, por ello es crucial implementar prácticas agrícolas sostenibles y adaptativas que ayuden a los productores a enfrentar los impactos de dichos cambios, algo que indudablemente involucrar la ciencia y la tecnología como aliada el desarrollo, y la adopción de variedades de cultivos más resistentes al calor y la sequía, semillas con tecnología que ayuden a la conservación del suelo, promoción de la diversificación de cultivos, mejor gestión del agua y el fomento y la implementación de prácticas agrícolas que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero.

En ese sentido, la Asociación Colombiana de Semillas y Biotecnología (Acosemillas) hizo un llamado a los productores de maíz, sorgo, algodón y arroz para que sigan tomando medidas especiales ante la falta de lluvias en los departamentos del país donde se cultivan estos productos. Por esto entrega algunas recomendaciones para aquellos agricultores que están iniciando sus siembras en este primer cuatrimestre del año que es un período atípicamente seco en Colombia.

  • Consulte si hay cupos en distritos de riego disponibles en su zona.
  • Planee las siembras teniendo en cuenta el requerimiento hídrico de cada especie vegetal.
  • Utilice variedades tolerantes a la sequía y localmente adaptadas al estrés hídrico.
  • Implemente labores de riego y control fitosanitario en horas tempranas del día o en la tarde, para evitar la rápida evaporación del agua.
  • No deje los suelos descubiertos; utilice coberturas para evitar su resequedad.
  • Intensifique la frecuencia de riego de acuerdo con las necesidades de cada cultivo. Recuerde, El Niño no es un juego.
  • Además, manténgase informado sobre las predicciones y alertas meteorológicas relacionadas con el fenómeno del Niño. Esto le permitirá anticiparse a posibles condiciones climáticas adversas y tomar medidas preventivas.

Los agricultores no deben olvidar que durante el fenómeno de El Niño se podría considerar la posibilidad de diversificar sus siembras para reducir el riesgo de pérdidas en caso de condiciones climáticas desfavorables. Al tener variedad de cultivos, algunos podrían ser más resistentes a la sequía o a temperaturas extremas, lo que le ayudaría a mantener una producción más estable.

De acuerdo con las proyecciones del IDEAM, el fenómeno de El Niño entró en una fase de decrecimiento y se espera, con una probabilidad del 85%, que para el mes de junio se haya terminado, aunque se presente influencia por la temperatura de los océanos.