Revista Nacional de Agricultura
Edición 1049 – Julio 2024

Conversación del presidente de la SAC, Jorge Enrique Bedoya, con el presidente de Porkcolombia, Jeffrey Fajardo

En Cartagena se llevó a cabo el 21° Congreso Internacional Porkaméricas 2024, un evento liderado por la Asociación Colombiana de Porcicultores, Porkcolombia, que contó con la participación de más de 2.400 asistentes de la región, para hablar de producción sostenible, asociatividad, apertura de mercados, sanidad animal y generación de empleo formal.

El presidente de la SAC, Jorge Enrique Bedoya, invitado a la inauguración de este evento, conversó con el presidente de Porkcolombia, Jeffrey Fajardo, sobre las claves de la estrategia transformadora de la porcicultura en Colombia.

Jorge Enrique Bedoya: Presidente, felicitaciones por este evento y cuéntenos ¿cómo les ha ido y a quienes esperan en este encuentro?

Jeffrey Fajardo: Muchas gracias a ustedes por acompañarnos. Básicamente Porkcolombia se está volviendo vanguardia de todo este desarrollo del sector agrícola y pecuario, especialmente en porcicultura. Porkcolombia está siendo un referente a seguir y por eso estamos con 400 visitantes internacionales que vinieron a conocer qué es lo que ha pasado con la porcicultura colombiana, cómo se ha dado esta transformación y como ha sido el papel de Porkcolombia como gremio en esa construcción del sector porcícola en todos estos años.

J.E.B.: A propósito de eso, en tus palabras de instalación mencionaste mucho la transformación del sector, inclusive una que es ejemplo a nivel mundial. ¿Cuál es esa transformación que tanto ha marcado el desempeño de la porcicultura en Colombia?

J.F.: Nosotros teníamos un sector porcícola que en la década del 2010 venía creciendo de una manera muy acelerada; pasamos de tener 4 kg por personas en consumo per cápita en 2010 a 11,3 kg por persona en 2019, de manera que habíamos hecho un gran esfuerzo porque los consumidores colombianos aceptaran la carne de cerdo en sus mesas. Sin embargo, lo que había pasado es que el crecimiento había sido caótico, se crecía muy por encima de la tasa de crecimiento de la economía colombiana y eso había ido en detrimento de los términos de intercambio con los que los porcicultores intercambiaban y vendían su carne de cerdo así que producían más, pero les pagaban menos y el valor de la producción estaba muy detenido en el tiempo.

Tomamos la decisión entonces de una estrategia de crecimiento ordenado de la producción, que no es más que producir lo que se tiene garantizado vender. Logramos que el sector frenara la tasa de crecimiento y que, en los últimos años, más que duplicar el valor real de la producción, siguiéramos manteniendo una tasa considerable del consumo per cápita y que ese crecimiento se diera en términos proporcionales sobre todo para la producción nacional más que para las importaciones, que en la décadas anterior crecía de manera acelerada.

J.E.B.: Hay muchos mitos relacionados con el comercio exterior y tu hablabas de cómo este sector, desde el momento en que entró en vigor el TLC con Estados Unidos, ha tenido liberación inmediata, competencia con importaciones y hoy mantienen el protagonismo de la producción con esa estrategia de mix de políticas que lidera Porkcolombia ¿Cómo resumirías eso que les ha dado resultado y lo que viene hacia adelante?

J.F.: Este es un sector que fundamentó todo su desarrollo en el libre comercio, la libre competencia y que asumió como un gran desafío que empezaríamos a competir con carne de cerdo importada de los Estados Unidos. Sin embargo, no caímos en la trampa de pedir medidas que compensaran esa formación de precios para poder defendernos en Colombia, sino que dijimos: vamos a competir, y eso significaba entonces mejorar los parámetros de productividad, mejorar los estándares sanitarios, generar más empresarización, pues íbamos a ser capaces de competir solo si esa competencia era real y natural.

La porcicultura es de los pocos sectores que no tiene un subsidio, no tiene regulación directa de precios y espero que nunca aspire a tener algún tipo de medidas que lleguen a alterar las condiciones normales del mercado, pero no solo los porcicultores colombianos si no quienes trabajan también en el agro, porque con la pujanza seremos capaces de hacer frente a lo que implica la competencia con las importaciones.

J.E.B.: Este es un sector de ejemplo transformador en cuanto a empleo formal, aporte a la nutrición, pero seguramente, en muy poco tiempo, también lo será en el mercado de exportaciones, ¿cierto?

J.F.: Sí, total. Colombia ha desarrollado unas condiciones que, primero tienen que verse reflejadas en ser capaces de defender el mercado local, sustituir parte de lo que se importaba con producción nacional, pero, segundo, en paralelo venimos trabajando en apertura de mercados y en protocolos de admisibilidad sanitaria.

Ya tenemos cinco mercados abiertos: Singapur, Macao, Hong Kong, Costa de Marfil y Ghana. Cuba también se nos abrió hace poco. Estamos tratando entonces de materializar para cada uno de estos mercados una oferta de nicho y de valor que no signifique llegar a una exportación por cuenta de una crisis que es como normalmente se llega. Queremos estructurar un busines case para la porcicultura en donde podamos entrar a esos mercados no porque nos sobre carne, sino porque preparamos una oferta exportable para ellos. Esperamos de manera progresiva entrar en esos mercados de nicho y poder decir en algún momento que tenemos un sector porcícola exportador.