Revista Nacional de Agricultura
Edición 1007 – Septiembre 2020
¿Por cuenta de la pandemia del covid-19, se agotará el abastecimiento de ingredientes activos chinos que necesitan los formuladores de la industria de los agroquímicos?
Hay preocupación en el sector agroquímico latinoamericano por lo que la pandemia del covid-19 le pueda traer en la segunda parte del 2020, en especial en cuanto a restricción de las importaciones se refiere. José Perdomo y Javier Fernández, respectivamente, presidente y director de Asuntos Regulatorios de CropLife Latin America, conversaron con Robert Birkett, reportero de esta misma organización. CropLife Latin America representa a la industria de la ciencia de los cultivos. Apartes del diálogo.
R.B.: América Latina tiene una gran dependencia de las importaciones de agroquímicos, principalmente de China, primer país afectado por el severo confinamiento que afectó a los fabricantes y distribuidores. ¿Qué impacto tuvo eso en el sector agroquímico de la región?
J.P.: Hacia finales del año pasado, ciertos movimientos del mercado llevaron a los proveedores a abastecerse para la temporada 2020. Las empresas a veces aumentan los inventarios para cumplir sus objetivos de compras y suministros, y en este caso, funcionó a su favor. Sin embargo, parece que el mercado del 2019 creció 6% para nuestras empresas (asociadas) y quizás 3% para todas. Los proveedores están preocupados por el segundo semestre si hay restricciones a las importaciones. Pero como la agricultura es sector crítico, debería tener un trato preferencial para las importaciones, por lo que cualquier problema debería retrasarse. Además, las existencias en el 2019 no bajaron tanto como lo usual.
J.F.: Tenía curiosidad por saber si la pérdida de importaciones de China daría lugar a menos productos falsificados, ya que según nuestra experiencia, muchos de estos se abastecen en China, o si habría más a medida que los falsificadores aprovechan la caída del comercio. Pero cuando comenzó el covid-19, nuestros miembros descubrieron lo segundo: el comercio de falsificaciones aumentó. A medida que caen los inventarios, el comercio de productos falsificados puede aumentar, según las conversaciones que he tenido.
J.P.: El mundo ha cambiado, quizás más de lo que nos hemos dado cuenta. Todavía vivimos de lo que teníamos entrando el 2020. Pero las cosas se pondrán más difíciles en los próximos 6-12 meses, a medida que las cadenas de suministro se debiliten y se agote el abastecimiento de ingredientes activos fabricados en China que necesitan los formuladores. Las grandes empresas son buenas para planificar con anticipación y eso puede ayudar, pero las compañías más pequeñas que no estén planificando con dos años de anticipación se verán afectadas.
Creo que es fácil cambiar de proveedor, de ser necesario, ya que hay productos sustitutos disponibles. Pero los riesgos de crédito para que los agricultores compren productos aumentarán en el 2021 a medida que se profundice la incertidumbre, lo que aumentará los costos o reducirá el acceso.
R.B.: El mercado de agroquímicos en América Latina se resistió a la tendencia mundial en el 2019 y continuó repuntando después de una caída de varios años. ¿Cuáles son las tendencias reportadas desde el cambio de año?
J.P.: Es difícil pronosticar, pero las lecturas iniciales indican que los grandes cultivos de exportación como la soya y el maíz se mantienen, algo de lo cual está absorbiendo China. Y hubo buena producción en Paraguay, Bolivia, Brasil y Argentina. Pensamos que habrá una expansión en el área, especialmente en Brasil. Al parecer, el algodón y la caña de azúcar se vieron impulsados por los bajos precios del petróleo. Creemos que el mundo seguirá necesitando los alimentos que produce América Latina. A finales del 2020, esperamos que la agricultura siga siendo sólida y probablemente aprenda a ser más resistente en un nuevo entorno.
R.B.: ¿Qué está pasando con los precios? ¿Qué lo está impulsando?
J.P.: Las devaluaciones monetarias se están sufriendo en toda la región, particularmente en Argentina, Brasil y, en cierta medida, en México. Esto impulsará las exportaciones, pero los agricultores también tendrán costos más altos. Así que los productores tolerarán precios más altos si tienen cultivos de exportación.
R.B.: Parecería que la guerra comercial entre Estados Unidos y China ha beneficiado al comercio suramericano con China. ¿Cómo describiría este beneficio? ¿Cuánto ha impulsado a los agroquímicos y en qué sectores en América Latina?
J.P.: Durante los últimos cinco años, China, que ha estado invirtiendo en América Latina (Venezuela, Ecuador y Guatemala), considera a la región como estratégica, por lo que sus inversiones son de largo plazo. Los chinos querían comprar 4 millones de hectáreas en Brasil, pero los detuvieron por temor a la colonización. Algunos acuerdos comerciales se han centrado en países asiáticos con la salida de Estados Unidos del acuerdo comercial del Pacífico, abriendo un camino de liderazgo con China en nuestra dirección.
J.F.: La guerra comercial tiene una influencia directa sobre la soya, de lo cual Argentina y Brasil son los beneficiarios. Los contratos a largo plazo no varían en el corto. China está demasiado lejos para las frutas y verduras, especialmente con el transporte aéreo varado.
R.B.: Con estos contratos a largo plazo, ¿el beneficio de América Latina por la guerra comercial sería a largo plazo, incluso con un cambio en la política estadounidense?
J.P.: Creo que sí. Los estadounidenses no le han prestado demasiada atención a América del Sur más que a los problemas de la inmigración o las drogas, mientras que China se ha centrado mucho más en América Latina y nos ve como una buena oportunidad. Independientemente de lo que pase en Estados Unidos, China invertirá en la región y puede ser un actor clave si Estados Unidos no tiene una política clara para ayudar y desarrollar a sus vecinos.
R.B.: ¿Qué importancia tiene el control biológico de plagas en América Latina, y en qué países está avanzando más su adopción por parte de los productores y su regulación?
J.P.: Alrededor de 18% del mercado mundial de productos biológicos se encuentra en América Latina. Los productos biológicos representan 4-5% de los mercados de protección de cultivos de Argentina y Chile, y quizás 2-3% en Paraguay y Uruguay. Es probable que en Brasil sea mucho más alto. Pero es un sector que necesita una normativa actualizada, con muchos productos “caseros” y con un área regulatoria es bastante laxa. Las empresas de I+D tienen ofertas biológicas, pero en América Latina, alrededor de 50% de los agricultores son pequeños y a menudo son los últimos en obtener dichas tecnologías; el otro 50% las adoptará, especialmente como parte del manejo integral de plagas.
J.F.: No muchos países tienen regulaciones vigentes. Nos preocupa la exageración (en las próximas regulaciones): como “lo que es aplicable a los agroquímicos, usémoslo para los biológicos”. Estamos tratando de lograr un equilibrio entre la ausencia de regulaciones y la exageración.
J.P.: CropLife Brasil está tratando de aunar el trabajo para ser una asociación de la industria agroquímica y una que integre a los biológicos. Mientras tanto, la agricultura digital está en todas partes. Nosotros (CropLife Latin America), estamos creando nuestra propia aplicación para permitir que los agricultores reciban capacitación remota. Hemos notado que los agricultores utilizan cada vez más los teléfonos inteligentes para recibir noticias.