Bogotá, 7 de febrero de 2014. La Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC, se opone rotundamente al acuerdo comercial de la Alianza Pacífico, argumentando que lo pactado perjudica gravemente la estabilidad del sector agropecuario que hasta ahora se mantiene.
Para la SAC es claro que el gobierno colombiano nunca indicó al sector privado y a la opinión pública que, utilizando como aranceles de partida el acuerdo con Estados Unidos, desgravó unilateralmente al sector agropecuario al establecer aranceles iniciales más bajos a todos los productos agrícolas.
Transfirió a los países de la Alianza Pacífico, sin conocimiento de nadie, el avance del programa de liberación que va corrido con EE.UU., con el único fin aparente de acelerar la liberación y exposición del sector agropecuario colombiano a los intereses y beneficio de los demás socios de la Alianza Pacífico.
Vale la pena decir que los 74 productos que se consideraron sensibles fueron los contemplados por el mismo gobierno; pese a que los bienes sensibles de Colombia eran realmente 209. Adicionalmente, en los 74 productos que el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo determina como sensibles se incluyen las sensibilidades de los demás socios comerciales y no precisamente los nuestros.
Otro elemento preocupante es que el Gobierno Nacional elimina de tajo el Sistema Andino de Franjas de Precios, a pesar de las constancias y solicitudes expresas de algunos congresistas de no hacerlo, dentro de los debates de aprobación de la Ley Marco de Alianza Pacífico. Así mismo, no tuvo en cuenta la solicitud de varios parlamentarios de proteger el sector agropecuario.
El acuerdo Marco no contempla mecanismos de Defensa como Salvaguardias ni Derechos Antidumping y por tratarse de un acuerdo plurilateral, no cuenta ni con la posibilidad de utilización de los instrumentos de salvaguardia consagrados en la OMC.
En casos como el del maíz blanco, donde el Gobierno habla de plazos de 17 años, no dice a la opinión pública que de entrada redujo el arancel base o arancel de partida de 40% a 20%, con lo cual da una desgravación inicial de 50% a los socios de esos países a cambio de nada.
Según el Gobierno estableció plazos muertos que no existen, pues aún si no se aprueba inmediatamente lo pactado los cronogramas de desgravación parten en 2014, con fecha determinada para garantizar que la desgravación avance y se aplique corrida apenas se apruebe el acuerdo.
El caso de la carne de cerdo es aún más grave, el Gobierno informó a la opinión pública en declaraciones de prensa que había logrado 10 años de plazo con 5 años muertos. Al revisar los listados enviados por el Gobierno el pasado 6 de febrero la SAC examinó que son 5 años de plazo con México, se desmontan las franjas, se reduce el arancel de partida al de Estados Unidos y se desgrava la carne de cerdo en 3 años con Chile.
En casos críticos como el de la leche se termina de perforar el arancel con el Mercosur, al desgravar la leche en polvo a Chile en 3 años. Una de las causantes del reciente paro agrario fue la importación de leche de Chile, país al que el Gobierno de Colombia se niega a aplicar cualquier medida comercial afectando gravemente la producción nacional. Sin medidas de salvaguardia ni mecanismos de defensa abre, “por la puerta de atrás”, el mercado colombiano al Mercosur.
En casos como el azucarero, en el cual el Gobierno se ha refiere a exclusión, omite indicar que de manera consciente y premeditada abre una seria perforación arancelaria al azúcar al incluir en la desgravación los productos con azúcar de la partida 21.06 que generarán flujos de azúcar de consideración al mercado nacional a costa de otros subsector de la producción nacional.
Así, pues, son estas las razones que llevan a la SAC a mantener su posición de rechazo al acuerdo comercial de la Alianza Pacífico y cuestionar la transparencia de lo pactado por el gobierno colombiano.