Balance y perspectivas del sector agropecuario 2013 – 2014

El sector agropecuario en 2013

El agro ha mostrado por más de una década bajos niveles de crecimiento en su actividad productiva, a pesar de su vasto potencial natural y humano. Justamente, entre 2001 y 2013 el sector creció a una tasa promedio anual del 2.5% mientras que el total de la economía lo hizo a una tasa del 4.5%.

La Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC) estimó un crecimiento en el valor de la producción agropecuaria en términos reales de 5.4% para el 2013, como resultado del buen desempeño del café, que vio aumentar su cosecha en un 41% frente al año anterior. Por ello, la actividad cafetera contribuyó con 3 puntos porcentuales al crecimiento del sector en su conjunto.

Sin contar café, el agro colombiano creció apenas 2.6%, con aumentos de 3.7% en agricultura de ciclo corto, 3.8% en ciclo largo y 1.5% para el conjunto de las actividades pecuarias.  

El área cosechada en cultivos de ciclo corto fue de alrededor de 1.4 millones de hectáreas, 2.8% menos que las reportadas un año atrás. Se observaron caídas significativas en maíz y algodón y crecimientos importantes en arroz y soya; mientras que en las demás actividades de ciclo corto el área permaneció prácticamente estancada. En contraste, la producción de este grupo de cultivos arrojó un crecimiento de 2.8%, con un volumen de 9.3 millones de toneladas, como resultado de una importante mejora en la productividad por hectárea en la mayoría de renglones y condiciones climáticas favorables en las zonas de producción.

Para el conjunto de cultivos de ciclo largo sin café los reportes preliminares señalan un área cosechada de 1.8 millones de hectáreas y una producción de 16.3 millones de toneladas, que al compararse con los observados en 2012 significaron aumentos del 2.6% y 4.3% respectivamente, con aumentos significativos en la producción de banano de exportación, palma de aceite, cacao y flores.

La producción de café ascendió a 10.8 millones de sacos de 60 kilos, lo que significó un aumento del 40%, resultado del ingreso a producción de cerca de 70 mil hectáreas renovadas, hace dos años, y del crecimiento en los rendimientos por hectárea, gracias a la normalización de las condiciones climáticas en las zonas cafeteras desde mediados de 2012.

En relación con las actividades pecuarias, en 2013 se obtuvo una producción de 4.1 millones de toneladas, 1.5% más que las registradas en el año anterior, y que significó 2.6 puntos porcentuales menos que el crecimiento observado un año atrás cuando creció a una tasa de 4.5%.

2013 no se puede considerar un buen año en materia de rentabilidad y condiciones para la inversión en la mayoría de renglones agropecuarios, en buena medida por los bajos precios pagados al productor, el descenso de los precios internacionales, el aumento en las importaciones, el contrabando y la apreciación del peso. Indicador evidente es el de las compras externas de alimentos y materias primas de origen agropecuario, que exhibieron para el acumulado del año un incremento del 3.4% en términos de volumen.

En efecto y de acuerdo con la Encuesta de Opinión Empresarial Agropecuaria, EOEA, la opinión de los productores agropecuarios sobre su situación económica se deterioró a lo largo de 2013, manteniendo reportes negativos entre 33% y 43%, sustancialmente mayores al rango de resultados entre 24% y 27%, en el año anterior.

La situación económica del ámbito agrícola (cultivos) tuvo un reporte negativo más alto (39%-46%) frente al ámbito pecuario (crianzas, 26%-40%).  Los rubros específicos con mayores reportes de situación económica mala en 2013 fueron café (45% a 59%) y cultivos semestrales de clima frío (51% a 62%). Subsectores con los mayores reportes de buena situación económica fueron flores (hasta 56%) y el grupo de palma y caña (hasta 39%).

En este sentido, los precios de venta intensificaron su incidencia en las preocupaciones de los productores: mientras que en 2012 y al inicio de 2013 este factor fue señalado como el más desfavorable por poco más del 36% de los productores agrícolas encuestados y alrededor del 27% de los pecuarios, a lo largo de 2013 esta preocupación alcanzó alrededor del 60% de los agrícolas y del 50% de los pecuarios. Por su parte, el clima redujo a la mitad  su participación en los factores más desfavorables y la aumentó en los factores más favorables.

En materia de inversión, la EOEA reporta que la disposición de los productores agrícolas a ampliar su unidad productiva se mantuvo entre 21% y 24%, levemente por debajo del año anterior, mientras que entre 10% y 20% de los productores pecuarios reportaron disposición a invertir en la compra de animales, porcentajes mayores que el año anterior. El reporte de compra de equipo se redujo levemente entre 2012 y 2013, mientras que el de construcción de instalaciones e infraestructura cayó sustancialmente alrededor de 10 puntos porcentuales. Excepción puntual fue la construcción de instalaciones y obras de infraestructura en la avicultura, reportado por el 40% de los productores encuestados.

Estimativo de crecimiento para 2014

Para 2014 la SAC proyecta un crecimiento de la actividades agropecuarias entre 3 y 3.5 por ciento, lo que significa volver a tasas de crecimiento inferiores al del resto de la economía, teniendo en cuenta que los pronósticos iniciales de los analistas sobre el crecimiento de la actividad económica en su conjunto se acercan al 5%.

Esta perspectiva de bajo crecimiento de las actividades agropecuarias está asociada, por un lado, con el deterioro en la rentabilidad y, por el otro, con la continuación de la coyuntura de precios bajos en el mercado internacional para algunos productos agropecuarios, particularmente en cereales y oleaginosas, debido al aumento en la oferta y al lento y frágil crecimiento de la economía mundial. De otro lado, y a pesar de esta compleja situación, la expectativa de reactivación de la economía norteamericana, principal destino de las exportaciones de productos agropecuarios y agroindustriales, podría influir de positivamente en el desempeño del sector.

La EOEA, herramienta que ayuda a pronosticar y corroborar el comportamiento del sector, muestra que los productores agropecuarios consideran que su situación económica futura no será buena, percepción que se evidencia no solo en el aumento del número de productores que señalan que vienen disminuyendo sus niveles de producción, sino en la caída en la proporción de productores que dicen haber realizado inversiones en los últimos meses o que pretenden en el corto plazo ampliar el tamaño de su unidad productiva.

De otro lado, la posibilidad de que las condiciones de entorno macroeconómico a nivel nacional continúen sin mayores cambios -baja inflación, menores niveles de desempleo, bajas tasas de interés, anuncios de incrementos en la inversión pública y del salario mínimo, entre otras-, son factores que contribuirán con un entorno de demanda, principalmente interna, positivo en su dinámica, frente a una respuesta aceptable de la actividad agropecuaria.

Finalmente, cabe señalar que la falta de una Política Agraria de Estado para el campo colombiano y el lento avance en los grandes determinantes de la competitividad país -debido básicamente al déficit de bienes públicos infraestructura de transporte, educación, investigación y transferencia de tecnología, entre otros- seguirán siendo factores que impiden alcanzar un crecimiento acelerado y sostenido del sector.