Revista Nacional de Agricultura
Edición 1049 – Julio 2024

Al cumplir seis meses en el cargo, la Revista Nacional de Agricultura conversó con el doctor Agustín Zimmermann, representante de la oficina en Colombia de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, FAO, sobre el enfoque de su misión y cómo será el relacionamiento con los gremios del sector agropecuario y los productores.

Revista Nacional de Agricultura: Usted tiene más de 30 años de experiencia en agencias de cooperación y del sistema de Naciones Unidas; ahora en Colombia, ¿cuál es la visión que tiene para que haya un relacionamiento efectivo con los gremios agropecuarios?

Agustín Zimmermann: Para FAO el relacionamiento con el sector privado es un aprendizaje de hace algunos años y progresivamente se está saliendo más activamente a esta vinculación directa. La FAO como agencia especializada de Naciones Unidas tiene 194 países miembros, más una organización miembro que es la Unión Europea y dos Estados asociados; pero la FAO también depende mucho de esta gobernanza internacional y a los países en sí también les cuesta a veces ponerse de acuerdo sobre cuál es el razonamiento que un organismo técnico como la FAO, tiene que tener con el sector privado.

Como mandato también tengo esa función y esa voluntad de acercamiento con el campo en dos sentidos: por un lado, fortalecer la asociación con el sector para empujar de forma conjunta lo que es el mandato de la organización, y lo segundo, es la transformación de los sistemas agroalimentarios, la vinculación de la actividad agropecuaria con mercados tanto locales como internacionales, entonces allí tenemos un área de colaboración muy muy clara también.

FAO tiene una función de abogacía entre el sector privado para poder avanzar en que estos sistemas agroalimentarios, esta transformación, sea de forma sostenible, inclusiva, resiliente, entonces todo lo que es el mandato de FAO en agricultura es el más directo relacionamiento. Pero también está todo el mandato en temas de alimentación y nutrición, y es el trabajo sobre pérdidas y desperdicios de alimentos. El sector privado es el actor principal en las cadenas alimenticias y es fundamental. SAC es obviamente casi el actor natural para entrar a conversar y a encontrar espacios de trabajo conjunto.

R.N.A.: Llega usted al cargo en un momento políticamente muy interesante en el que incluso, por ejemplo, se reactivó la misión de Colombia para la FAO en Roma con el embajador Armando Benedetti. ¿Por qué es importante que ahora tengamos esa representación?

A.Z.: Que un país cuente con una representación ante la organización específica es una diferencia muy grande con países que no lo tienen. Habiendo hecho ese trabajo también como representante de Argentina en Roma, hablo allí con mucho conocimiento de causa.

En el caso de Colombia, como mencionas, es super importante en este momento luego de la firma de los Acuerdos de Paz donde el primer pilar ha sido el tema de reforma rural integral y donde la FAO ha quedado como una de las agencias que acompañan este pilar.

Me parece sumamente acertado e importante que Colombia pueda proyectar todo esto en una representación autónoma ante las organizaciones en Roma.

Con el embajador Benedetti estamos trabajando y he tenido varias conversaciones y en este sentido es un poco proyectar lo que es la gobernanza de FAO en donde la toma de decisiones muchas veces se enfrenta a intereses opuestos, entonces el rol del embajador y del embajada en sí es precisamente lidiar con ese con ese proceso de toma de decisiones. Tener una voz independiente fuerte y hábil en las negociaciones yo creo que le puede traer muchos beneficios al país.

R.N.A.: En ese escenario de nuevas perspectivas de Gobierno y nueva embajada, ¿Con qué planes concretos va a orientar su labor aquí en Colombia?

A.Z.: Hay que trabajar mucho en alinear los intereses del sector privado para que se vean proyectados en esa representación que hay allí en Roma, a través del Ministerio de Agricultura aquí, a través de la Cancillería y que eso finalmente se vea reflejado en las discusiones y en lo que aprueba Roma con las representaciones y el presupuesto y programas de trabajo que la organización tiene a nivel global.

Veo que hay que empujar mucho la asociatividad en la producción agropecuaria que es algo que pasa en muchos países pero Colombia tiene mucho por mejorar. Allí, otra vez, la voz de los gremios es sumamente importante. También hay un trabajo en la integración de la cadena de producción y alimentación, sistemas de abastecimiento, incluso en los temas logísticos de la producción. Y en línea con que es la Agenda 2030, está la transformación sostenible de los sistemas agroalimentario, la transición hacia una agricultura más sostenible.

R.N.A.: En cuanto a la distribución del dinero, representante, ¿en qué temas priorizará la inversión?

A.Z.: Lo primero que hay que conseguir y que ya pusimos ahí en discusión también con la embajada en Roma y con las instituciones aquí, es la proyección de que Colombia realmente carecía y ha carecido durante mucho tiempo en la gobernanza de la organización, entonces allí hay que conseguir que Colombia tenga asiento por ejemplo en el Consejo de la organización que es donde realmente los países toman estas decisiones sobre las que estamos conversando.

Un segundo paso es buscar una participación más activa de Colombia en los comités técnicos de la FAO que es el comité de agricultura, el comité de bosques, el comité de pesca, el comité de productos básicos, que son los que regulan las diferentes áreas y allí el sector privado tiene un rol sumamente importante y la SAC como gremio y como voz de ese sector privado que aglutina creo que tiene que tener una incidencia muy directa en lo que Colombia como país lleva a todas esas reuniones y discusiones. Así es como se va construyendo el programa de trabajo y se van definiendo las prioridades de la organización y en la asignación del presupuesto.

R.N.A.: Se viene la COP16 de la ONU, ¿Por qué cree que es importante el rol del sector agropecuario y de sus instituciones en ese escenario?

A.Z.: El lema de la COP16 es “Paz con la naturaleza” y en las negociaciones de la COP de biodiversidad hay una historia y unos acuerdos específicos que hacen referencia a la contribución del sector agropecuario para la protección de la biodiversidad. Allí hay un rol de FAO y del sector precisamente para poder generar sistemas agrícolas más resilientes. Estamos en contacto también con el Ministerio de Ambiente para aportar esa perspectivas de mejorar la protección de
biodiversidad y esa transición hacia la agroecología como una de las de las posibles soluciones a la pérdida de biodiversidad.

También mencionar que como región hay una coyuntura muy particular porque por primera vez habrá dos COP seguidas, la COP de biodiversidad aquí en Colombia, en Cali, y va a seguir el año que viene la COP de cambio climático en Brasil, entonces creo que como FAO estamos viendo cómo contribuir y cómo vincular las prioridades de estas dos reuniones tan importantes.

R.N.A.: El campo necesita empleo formal, ¿Cuál puede ser la estrategia para que el campo sea una alternativa de vida para los jóvenes?

A.Z.: Voy a fijar mucho la atención en la incorporación de innovación y tecnología en el sector agropecuario que creo que es el gancho que necesitan los jóvenes para empezar a ver posibilidades de quedarse en el campo, para que el campo sea un trabajo, no como se piensa hoy día que es meramente manual sino un trabajo de conocimiento y alineado con el mundo actual. Es complejo porque obviamente esto depende de inversiones en infraestructura, inversiones sobre todo en educación y creo que es la apuesta que hay que hacer para que los jóvenes empiecen a ver esas posibilidades.