La SAC defiende el respeto por la institucionalidad

  • Faltan medidas que ayuden a mejorar la productividad y la competitividad de la actividad agraria.
  • Comentarios del Gobierno proyectan una imagen deformada y un mensaje equivocado sobre la credibilidad de los gremios.

Bogotá, 8 de abril de 2013. Estamos en desacuerdo que se cuestione abiertamente la legitimidad de nuestra institucionalidad, cuando está claro que son muchos los problemas estructurales de la economía en general, así como la falta de medidas que ayuden a mejorar la productividad y la competitividad de la actividad agraria. Sorprende que el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, cuya tradición ha sido la institucionalidad, la descalifique y lance críticas poniendo en entredicho la labor gremial y la gestión de muchos años de trabajo. Sobre todo en un país como el nuestro, caracterizado por tener un amplio desarrollo institucional, que ha sabido sortear y soportar por largo tiempo diversos problemas que golpean el bienestar de pequeños, medianos y grandes productores. Lo grave de la situación estriba en que este tipo de comentarios se basan en acontecimientos como los paros registrados semanas atrás, en donde la representatividad de la institucionalidad se vio opacada, dándole importancia a las vías de hecho para solucionar una coyuntura. La manera como se resolvió el paro cafetero, particularmente, y luego los comentarios del Gobierno en un momento coyuntural como este, lo único que proyectan es una imagen deformada y un mensaje equivocado sobre la credibilidad de los gremios, organizaciones e instituciones campesinas, incluidas las del mismo Gobierno. El Estado es el encargado de resolver los problemas que afectan al sector y trabajar por asegurar una tasa de cambio competitiva, una política comercial benéfica, atacar al contrabando, dotar de recursos suficientes para financiamiento, disminuir los costos de producción, concretar la infraestructura necesaria e incrementar la seguridad y mantener el orden público. La situación nos lleva a exigir respeto y a defender la institucionalidad y a seguir trabajando por aquellos productores que por muchos años han creído y crecido con nosotros suministrando alimentos y bienestar al sector rural y urbano.