Revista Nacional de Agricultura
Edición 1038 – Julio 2023
La Asociación Colombiana de Porcicultores, Porkcolombia, recibió oficialmente la certificación Great Place to Work el pasado 14 de julio, el mismo día en que celebró su aniversario número 40. La Revista Nacional de Agricultura invitó a Jeffrey Fajardo, presidente ejecutivo del gremio, a hablar de este nuevo reconocimiento y de cómo se ha ido fortaleciendo el sector porcicultor en las últimas décadas.
Revista Nacional de Agricultura: ¿Qué significa que Porkcolombia haya recibido la certificación Great Place to Work este 2023?
Jeffrey Fajardo López: Desde mi llegada a la Asociación Porkcolombia en 2019 hice dos grandes promesas de valor: la primera, de cara a los porcicultores, es que llevaría a Porkcolombia al siguiente nivel, lo cual implica haber incorporado desde ese momento un criterio de mejora continua a la organización, lo que ha llevado a la consecución de logros muy considerables en la transformación del sector porcícola, especialmente en su generación de valor real. Y la segunda fue a nivel interno, y consistió en que bajo mi gestión el talento humano de esta organización siempre estaría en primer lugar de prioridad, y es precisamente lo que se plasma hoy con este reconocimiento, señal de que el trabajo se ha hecho muy bien, pero también que tenemos el gran reto de continuar con la implementación de criterios de transformación del talento humano en la organización, porque ese talento humano es el que resulta respondiendo a los grandes desafíos sectoriales.
R.N.A.: ¿Qué se tuvo en cuenta para darles este reconocimiento y cómo han trabajado estos últimos años para lograrlo?
J.F.L.: Se tuvo en cuenta el excelente resultado del ambiente laboral de Porkcolombia. Hemos trabajado en aspectos claves como la credibilidad de nuestros colaboradores en las decisiones, el desarrollo y el reconocimiento, y en los entornos de trabajo saludables, la equidad en la remuneración y la equidad en el trato. Nuestros colaboradores expresaron su percepción sobre la calidad de las relaciones en el lugar de trabajo y su conexión emocional con sus líderes, lo cual hace que Porkcolombia sea considerado un gran lugar para trabajar. Esto también nos reta a continuar trabajando en mejores prácticas y políticas para la gestión de las personas. Estamos convencidos de que hemos venido trabajando para fortalecer el vínculo de nuestros colaboradores con la organización y nuestro compromiso de responder a sus necesidades y expectativas, razón por la cual nos convertimos en un referente para el sector gremial como uno de los mejores empleadores.
R.N.A.: Esto ha coincidido con el aniversario 40 de Porkcolombia, ¿cuáles son los aspectos en los que más ha evolucionado la Asociación en favor de los porcicultores en estas cuatro décadas?
J.F.L.: La creación de la Asociación hace 40 años les permitió a los porcicultores tener una representación sólida frente a los actores gubernamentales y económicos más importantes del país, como lo es la comunidad gremial. También permitió que los productores se organizaran alrededor de objetivos comunes como el desarrollo y el crecimiento del campo colombiano, el beneficio de los miles de familias que se dedican a la porcicultura, la sostenibilidad del sector y el aporte a la seguridad alimentaria de los colombianos. A esto se suma la evolución de la producción porcícola nacional, que ha permitido pasar de métodos artesanales a una producción tecnificada en todos los puntos de la cadena, maximizando la productividad de la actividad y, lo más importante, garantizando la producción de una carne de cerdo en perfectas condiciones de inocuidad, nutritiva y con gran sabor.
R.N.A.: ¿Cuál es hoy la principal apuesta de la Asociación para el sector porcicultor?
J.F.L.: El sector porcicultor se ha caracterizado a través de su gremialidad por el fortalecimiento de los pilares técnicos de su producción. En ese sentido, los avances en temas sanitarios, de productividad y de inocuidad han sido sustanciales. Sin embargo, viene un reto enorme en los próximos años y corresponde al fortalecimiento de las habilidades gerenciales y comerciales que permitan un desarrollo sostenible y equilibrado en dos frentes. Ese es uno de los desafíos grandes que enfrentará la porcicultura en los próximos años de cara al riesgo que existe por el crecimiento que han tenido las importaciones de carne de cerdo en los últimos años.
R.N.A.: Desde la SAC se ha hablado de la ‘tormenta perfecta’ que ha afectado la producción del sector en los últimos dos años, ¿cuáles son los factores que más han impactado a la porcicultura en este tiempo?
J.F.L.: En los últimos dos años, la porcicultura colombiana no ha sido ajena a las situaciones de mercado nacional e internacional que impactaron la actividad productiva, su comercialización y sostenibilidad financiera, como, por ejemplo, el paro nacional en el 2021 que de acuerdo con el seguimiento que se realizó desde Porkcolombia-FNP, implicó pérdidas para el sector del orden de los $185 mil millones y en el 2022, la alta inflación que limitó el poder adquisitivo de los hogares y el aumento de los costos de producción fueron las principales preocupaciones. El alza de los costos de producción se inició en el 2021 por el incremento de los precios de las materias primas y se aceleró en el 2022 como consecuencia de la guerra entre Rusia y Ucrania, la devaluación del peso colombiano, que fue del 21%, el incremento de los fletes marítimos y logística de puertos, entre otros, lo cual conllevó a que se registrara una variación anual según el indicador de comportamiento de los costos del sector que es el Índice de Precios al Productor (IPP) del alimento balanceado del DANE, del 27,8% en el 2022, siendo récord en la producción de proteína animal.
Adicionalmente por el crecimiento económico del país que influye positivamente en el consumo de la carne cerdo, el sector enfrentó el mayor ingreso de producto importado, llegando a un volumen en el 2022 de 141.264 toneladas de carne de cerdo y subproductos, registrando un crecimiento del 7,5%.
Sin embargo, los factores mencionados no limitaron el crecimiento del sector gracias a la implementación de procesos de ganancias productivas en granja, inversión en integración y valor agregado, entre otros; acciones que al final permitieron que en 2022 creciera un 7,2%, el consumo per cápita de carne de cerdo, cerrando en 13 kilos por persona al año, y se lograra mantener la participación en el consumo nacional en el 79% del mercado total de carne de cerdo en Colombia.
R.N.A.: Precisamente, ¿cómo está ahora mismo el consumo de carne de cerdo en el país? ¿Ha cambiado la percepción del consumidor sobre esta proteína en los últimos años?
J.F.L.: Gracias al trabajo juicioso de los porcicultores y de la Asociación Porkcolombia en su compromiso de promover el consumo de la carne de cerdo colombiana este indicador ha tenido un crecimiento muy importante en la última década. En 2010 el consumo de carne de cerdo se ubicó en 4,8 kg per cápita. Al cierre de 2022 este indicador se ubicó en 13 kg per cápita y este año la proyección de crecimiento del consumo sigue siendo positiva. Las cifras muestran la forma en la que la carne de cerdo pasó de consumirse únicamente en las festividades de mitad de año y las celebraciones decembrinas a tenerse en cuenta dentro de la canasta familiar cotidiana de los hogares colombianos, sacando el consumo de esas fechas especiales y llevándolo a la mesa de las familias colombianas en su día a día. Hoy la penetración de la carne de cerdo está al 95% de los hogares colombianos, cuando en 2010 esta cifra estaba en 42%. Sin duda, la evolución del sector porcicultor ha venido ocurriendo de la mano con el aumento del consumo de carne de cerdo y su preferencia dentro de los hogares.
R.N.A.: Finalmente, ¿cuál cree usted que es el o los factores del éxito del sector porcícola de Colombia?
J.F.L.: Un factor de éxito de la porcicultura colombiana es la transformación productiva y comercial del sector y que se agilizó una vez entró en vigencia el TLC con Estados Unidos, acuerdo en donde el sector porcícola fue la actividad pecuaria menos favorecida en lo que respecta a las condiciones de competencia frente al tercer productor mundial de carne de cerdo, al establecerse un periodo corto de desgravación que fue de solo 5 años, sin contingentes; lo que al final se tiene como resultado una competencia directa desde el 2018, con producto importado de Estados Unidos, Chile, Canadá y la Unión Europea.
El tener competencia con los grandes productores a nivel mundial y nivel interno con las otras proteínas como res y pollo, condujo a que el aumento de la producción nacional se acompañara de una mejora continua de sus parámetros productivos, tecnificación de procesos, inversión en infraestructura de transformación y comercialización, sanidad, inocuidad y sostenibilidad del producto, el fomento al consumo, por solo mencionar algunos y que al final ha permitido que la porcicultura registre tasa de crecimiento promedio del 8,5%, que la mayor producción sea con incremento real de su valor en beneficio de los ingresos de los porcicultores y sea una actividad líder del sector agropecuario con gran contribución en seguridad alimentaria y empleos.
Otro factor de éxito del sector es su planeación estratégica 2020-2024, proceso liderado por la Asociación Porkcolombia y con la participación de los porcicultores del todo el país. Se acordaron siete objetivos estratégicos: el crecimiento ordenado de la producción, la internacionalización, promover el consumo, seguir avanzando en productividad e inocuidad, la sanidad, la sostenibilidad y continuar aportando resultados en formalización y lucha contra la ilegalidad para los cuales definimos 13 macroproyectos, convirtiéndose en los lineamientos que han permitido que la porcicultura arroje resultados positivos, incluso en años de dificultades históricas como las que enfrentamos en 2020 y 2021.