Financiación para el Agro: herramienta para el crecimiento

Revista Nacional de Agricultura
Edición 1042 – Noviembre 2023

Aquí hay ejemplos de “la capacidad que tienen los gremios de acompañar, de hacer extensionismo, de que los grandes intervengan la cadena productiva, jalonen y acompañen al pequeño” y esto hay que acompañarlo con herramientas de financiación que impulsen el crecimiento, la productividad, rentabilidad y sostenibilidad de pequeños, medianos y grandes productores.

DESTACADOS DE LOS PANELISTAS

• Finagro se recuperó como una banca de desarrollo que permite contar con un financiamiento para el proceso de transformación del sector agropecuario.
• De las solicitudes de crédito al Banco Agrario este año, el 90% se desembolsaron.
• El 54% de los activos totales financieros en Colombia están siendo manejados por instituciones que, si bien son financieras, no son bancarias, como es el caso de la Bolsa Mercantil que en 2022 acompañó al sector agropecuario con 1.5 billones de pesos en financiación.
• El esfuerzo de Finagro está concentrado en no solo hablar de instrumentos sino de un modelo de gestión del riesgo de tal manera que generamos un portafolio mucho más atractivo para el productor y actuamos como banca de desarrollo, orientando el crédito de fomento y atendiendo las externalidades que no permiten que la agricultura tenga una rentabilidad estable.
• Es vital el trabajo conjunto entre las entidades públicas, privadas y gremios para fomentar la asociatividad. Los recursos están disponibles en buenas condiciones y tenemos la disposición de fomentar y apalancar ese desarrollo de industrialización productiva del campo, para que se jalone desde el pequeño hasta el grande.

Los presidentes de las principales entidades de financiación para el sector agropecuario de Colombia conversaron con la periodista Valerie Cifuentes, cofundadora del medio nativo digital Economía para la pipol, sobre las herramientas disponibles y que se están construyendo para impulsar el crecimiento, productividad, rentabilidad y sostenibilidad de pequeños, medianos y grandes productores. Hablaron de innovación, tecnología, nuevos campos de capacitación y la chequera para el crecimiento del sector.

Arrancó Ángela Penagos, quien lleva más de un año al frente de la presidencia de Finagro, resaltando como tema central de su gestión “la recuperación de Finagro como una banca de desarrollo” para contar con un financiamiento para el proceso de transformación del sector agropecuario; así como el “rescate” del ICR de la mano del Ministerio de Agricultura; todo, como parte de la estrategia de poner a disposición créditos para la producción de alimentos en un contexto de inflación, lluvias extremas, una pandemia, entre otras cosas que frenan muchas veces el incentivo a producir.

Hernando Chica, presidente del Banco Agrario de Colombia, habló por su parte de la suma de fuerzas entre varias instituciones para apoyar a los medianos y pequeños productores, facilitando la obtención de préstamos y agilizando el tiempo de respuesta a las solicitudes de los productores.  “Hemos llegado este año a 1.8 millones de clientes, de los cuales la tercera parte han sido beneficiarios o hemos terminado con una solicitud de crédito. De esas solicitudes de crédito, el 90% se desembolsan y el 84% se aprueban”.

A eso se le suma que en un año al frente del Banco, “se colocaron cerca de 150 mil millones de pesos en la primera etapa y luego 80 mil millones por parte del Gobierno Nacional para apalancar 1.5 billones de pesos de tasas de interés subsidiadas en Líneas Especiales de Crédito donde el Banco Agrario se siguió fortaleciendo como el principal colocador de las tasas de interés”.

En el panel estuvo también María Eugenia Araujo, vicepresidenta Comercial y de Desarrollo de Negocios de la Bolsa Mercantil de Colombia, para hablar sobre soluciones financieras innovadoras para los productores agropecuarios que no van a la banca.

Primero explicó que “el 54% de los activos totales financieros en Colombia están siendo manejados por instituciones que, si bien son financieras, no son bancarias”, como es el caso de la Bolsa Mercantil.

En cuanto a las soluciones diferenciales de mercado de capitales de la BMC, puso como ejemplo que “el año pasado pudimos acompañar al sector agropecuario con 1.5 billones de pesos en financiación. Son soluciones diferentes como el registro de facturas del sector agropecuario (…) para poder beneficiarse del decreto 1555 del 2017 y optimizar los flujos de caja”.

Este escenario fue propicio también para conocer los planes de las tres instituciones para fortalecer al agro ante la inminente llega del fenómeno de El Niño, con base en aprendizajes del triple fenómeno de La Niña que acaba de pasar.

Para esto Finagro ya no solo habla de mitigación, sino de la preparación y prevención para los productores. “Estamos promoviendo y focalizando el crédito de fomento a aquellas líneas de crédito que permitan hacer inversiones que facilitan enfrentar el fenómeno: almacenamiento de agua, infraestructura para riego, organización de praderas y potreros”, dijo Ángela Penagos.

Desde el Banco Agrario, que ha estado visitando con su presidente las regiones para entender qué dificulta el acceso a créditos y financiamiento, Hernando Chica dijo que “queremos llegar a todo el país. El PIB agropecuario está en el orden del 8% y de este, solo el 20% tiene acceso a financiamiento (…) ya hemos vinculado, para atacar esa problemática, más de 210 mil nuevas familias a crédito del Banco Agrario, y de esas 70 mil no habían tenido acceso a crédito nunca. El 70 % es de la ruralidad”.

Parte de la problemática del bajo acceso a financiamiento tiene que ver con la educación financiera. La BMC, por ejemplo, brinda programas sobre la materia. Sin embargo, como lo dijo María Eugenia, son muy conscientes de que para lograr éxito en estas estrategias es necesario construir confianza, “que proviene especialmente de la comprensión en materia financiera y también digital”.

Además, cree que en ese trabajo de jalonar a los segmentos excluidos y hacerlos parte de esas cadenas de industrialización en el campo, es vital el trabajo conjunto entre las entidades públicas, privadas y gremios para fomentar la asociatividad. “Recoger con el conocimiento de ustedes y con esa asistencia técnica, a las comunidades, porque los recursos están disponibles en buenas condiciones y tenemos la disposición de fomentar y apalancar ese desarrollo de industrialización productiva del campo, donde también vuelve, insisto, y se jalone desde el pequeño hasta el grande”.