Revista Nacional de Agricultura
Edición 1012 – Marzo 2021
Yara Colombia pone a disposición de los agricultores del país un servicio de diagnóstico y monitoreo de cultivos.
Productores de papa, arroz, maíz, café y aguacate, entre otros renglones agrícolas, pueden acceder al Servicio de Diagnóstico y Monitoreo de Cultivos, lanzado recientemente por Yara, líder mundial en producción y comercialización de soluciones para la nutrición de cultivos. Se trata de una contribución a la tecnificación del campo y al mejoramiento de los ingresos de los cultivadores, en la cual Colombia entra a ser pionera en América Latina.
Con dicho servicio, que consta de tres etapas –diagnóstico de fertilidad, a través de análisis de suelos y foliares; recomendaciones nutricionales, y monitoreo satelital de cultivos–, se busca brindarle al agricultor herramientas que le permitan tener un mayor control de los recursos y los cultivos, para que puedan tomar las mejores decisiones de manera sostenible. Esto, en momentos en que la agricultura enfrenta varios desafíos, entre ellos, el uso eficiente de los recursos como el agua y el suelo, y la reducción de la huella de carbono para proteger el planeta.
Si bien el objetivo principal de este servicio es entregarle al agricultor una herramienta integral con la cual podrá gestionar sus cultivos en campo, Yara mantendrá disponible un acompañamiento del equipo de agronomía digital para atender las inquietudes de los agricultores respecto a la plataforma digital. De esta manera, el Sistema de Diagnóstico y Monitoreo de Cultivos es recomendable para cualquier productor, sin importar su tamaño ni su ubicación.
La apuesta de Yara para este primer año es atender a unos 9 mil agricultores (sin distingo de tamaño ni localización geográfica), los cuales representan cerca de 45 mil hectáreas de papa, arroz, maíz, café, aguacate, palma de aceite, banano, frutales, pastos y cítricos.
Según Miguel Amado, gerente de Desarrollo de Negocios de esta compañía en Colombia, para beneficiarse del Servicio de Diagnóstico y Monitoreo de Cultivos, el agricultor debe dirigirse al distribuidor de confianza donde regularmente compra los insumos agrícolas. “El servicio tiene un costo que puede oscilar entre US$30 y US$40, que se paga una vez al año y le da acceso al cultivador a un diagnóstico de fertilidad (a través del análisis de suelos y foliares), a un plan nutricional con recomendaciones de acuerdo con la etapa de desarrollo del cultivo y a sus necesidades específicas, y acceso por doce meses al monitoreo satelital de cultivos”.
La primera etapa del mencionado servicio, que se centra en el análisis de los suelos o del sistema foliar, comienza con la toma de las muestras, sigue con el envío al laboratorio especializado y termina con la interpretación de los resultados. La segunda, tiene que ver con las recomendaciones nutricionales, que complementan el análisis de suelo, a través del plan de fertilización para cada etapa de crecimiento. Y la tercera etapa permite monitorear cultivos y crear mapas de aplicación de fertilizantes nitrogenados a tasas variables, con precisión y eficiencia. Esta solución digital combina una interfaz intuitiva y fácil de usar, el conocimiento agronómico de Yara, e imágenes de satélite, que en conjunto permiten detectar el estado y anomalías en el crecimiento de los cultivos, además de analizar y estimar con precisión la biomasa vegetal.
Al referirse a las limitaciones que especialmente tienen los pequeños productores en recursos tecnológico-digitales, Miguel Amado dijo que el desarrollo de la agricultura está relacionado con la adopción de herramientas que les permitan tener información más precisa sobre su cultivo para lograr la productividad, uso eficiente de los recursos como el agua y el suelo, y ser rentables. “En línea con este desafío de conectividad, en Yara ya estamos trabajando en un proyecto que les permita a los cultivadores acceder a estas plataformas. Nosotros entendemos las necesidades de conectividad que tiene el campo, por lo que estamos trabajando en el proyecto Puntos Digitales Yara, en desarrollo del cual ubicaremos tres pilotos en las instalaciones de tres distribuidores en el país, para que los agricultores puedan acceder a internet y hacer uso de las herramientas digitales que están disponibles”, explicó.
Además –agregó–, sabemos que se están ejecutando proyectos para mejorar y aumentar la conectividad en las diferentes zonas rurales, como la llegada del servicio móvil 4-G a más de 3 mil localidades rurales en un plazo que vence en mayo próximo, según lo anunció el viceministro de Conectividad y Digitalización, Iván Mantilla, lo que significa para nosotros una oportunidad de llegar a más agricultores.
A la pregunta de qué tan avanzado es hoy un pequeño cultivador colombiano, comparado con uno de hace diez años, Miguel Amado respondió: Hemos avanzado, pero nos falta. Estamos hablando que hace diez años el agricultor no contaba con las herramientas que existen hoy en día y que están a su disposición, lo que dificultaba tener información más precisa de su cultivo para tomar decisiones acertadas. En nuestro caso, siempre hemos trabajado en compartir conocimiento para que los agricultores aprendan mejores prácticas agrícolas que les permitan hacer uso eficiente de los recursos como el agua y el suelo, a conocer sus cultivos y las diferentes etapas de desarrollo y así poder proveer los nutrientes que requieren para crecer sanos y producir alimentos de calidad.