Revista Nacional de Agricultura
Edición 1035 – Abril 2023

Desde el inicio de la invasión de Rusia a Ucrania en febrero de 2022, se frenaron las exportaciones ucranianas de cereales por el bloqueo de los rusos a los puertos del mar Negro. Ese acuerdo obtuvo hace 2 meses su primera prórroga, pero Ucrania se queja de no verlo en funcionamiento, mientras recibe críticas de vecinos europeos que quieren prohibir las importaciones de estos cereales.

Desde el 22 de julio de 2022, cuando se firmó por primera vez la Iniciativa sobre la Exportación de Cereales por el mar Negro entre Ucrania y Rusia, negociado por Naciones Unidas y Turquía para abrir un corredor humanitario por el mar Negro que fuera seguro para exportar, los países europeos adoptaron varias medidas para contribuir a la protección de la seguridad alimentaria en medio de esta guerra.

Según cifras del Consejo Europeo, “hasta marzo de 2023, se han exportado más de 23 millones de toneladas de cereales y otros alimentos” gracias únicamente a ese acuerdo de corredor marítimo, y “cerca del 49% del cargamento era maíz, el cereal que se ha visto más afectado por los bloqueos de los graneros ucranianos al inicio de la guerra (el 75 % de los 20 millones de toneladas de cereales almacenados)”.

Por otro lado, cerca del 65 % del trigo exportado llegó a países en desarrollo, mientras que el maíz se exporta casi por igual a países desarrollados y a en desarrollo, como lo muestra la gráfica elaborada por el Consejo Europeo con datos del Centro de Coordinación Conjunta de la Iniciativa sobre la Exportación de Cereales por el mar Negro.

Porcentaje de las exportaciones de cereales ucranianos por país. Fuente: Infografía Consejo Europeo a partir del Centro de Coordinación Conjunta de la Iniciativa sobre la Exportación de Cereales por el Mar Negro. Disponible en web https://www.consilium.europa.eu/es/infographics/ukrainian-grain-exports-explained/ 

Pero dentro del porcentaje de países desarrollado que han recibido las exportaciones ucranianas, están algunos europeos que ya están molestos, debido a una ventaja que se le dio a Ucrania por su situación: la moratoria aprobada por la Comisión Europea de un año para introducir el cereal ucraniano en los países miembro de la Unión Europea, sin aranceles ni cupos.

Polonia, Hungría y Eslovaquia creen que sus mercados nacionales y sus agricultores se están viendo afectados por esta decisión, por lo que ya prohibieron desde inicios de abril las importaciones de cereales ucranianos; incluso, campesinos de esos países salieron a las calles a apoyar la prohibición.

Polonia, el más radical con esta medida, aunque ha mantenido la prohibición de exportación, retomó el tránsito de granos ucranianos a mediados del mes.

Para Ucrania, este no es el único problema respecto a sus cereales. La misma iniciativa sobre la exportación por el mar Negro acordada entre Rusia, el Gobierno de Volodimir Zelensky, la ONU y Turquía, se renovó el 19 de marzo, pero Ucrania dice que no ha entrado en vigor en su totalidad.  

Mientras Rusia sigue amenazando con que suspenderá la salida de cereal ucraniano por el mar Negro desde mediados de mayo, a menos que se le levanten las sanciones internacionales, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, le hizo llegar una carta al presidente Vladimir Putin, con una propuesta para prolongar la iniciativa ante la urgencia de proteger la seguridad alimentaria global. 

Al tiempo, la OTAN busca frenar la división europea respecto a Ucrania; por eso su secretario general, Jens Stoltenberg, visitó a finales de abril Kiev, para reiterar que la prioridad es que Putin “no gane la guerra”, que Ucrania se una finalmente a la OTAN, y que todo se dé gracias a la “unidad de la familia euroatlántica”.