Revista Nacional de Agricultura
Edición 1011 – Febrero 2021

La ONU invita a los países a apoyar a los pequeños agricultores, quienes también pueden tener cultivos hortofrutícolas comerciales.

El pasado diciembre, la Asamblea General de las Naciones Unidas, declaró el 2021 como el Año Internacional de las Frutas y Verduras, iniciativa con la cual se pretende llamar la atención sobre los beneficios nutricionales y para la salud que ofrece el consumo de estos alimentos.

En tal sentido, dicha organización hace un llamado a la comunidad internacional a vincularse a esta celebración con acciones que ayuden a crear conciencia y a promover dietas y estilos de vida saludables a través de una mayor producción y consumo de frutas y verduras, así como a reducir su pérdida y desperdicio. Un evento clave de esta celebración es la Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios, que será convocada por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, durante la cual se pedirá a los países que intensifiquen sus esfuerzos para que los sistemas alimentarios sean más inclusivos, resilientes y sostenibles.

Las frutas y verduras son la piedra angular de una dieta sana y variada. Proporcionan al cuerpo humano abundantes nutrientes, refuerzan el sistema inmunológico y contribuyen a reducir el riesgo de contraer muchas enfermedades.

Sin embargo, a pesar de estos enormes beneficios, no las consumimos en cantidades suficientes”, manifestó Guterres, en el lanzamiento del Año Internacional de las Frutas y Verduras. 

Por su parte, el director general de la FAO, QU Dongyu, “invitó a los países a ver el Año como una oportunidad para mejorar la infraestructura y las prácticas agrícolas, apoyando de esta manera a los pequeños agricultores, e hizo hincapié en que las frutas y las hortalizas son una buena forma de crear cultivos comerciales para ellos”.

Según este organismo, el Año Internacional de Frutas y Verduras busca ayudar a controlar las cifras de muertes por patologías no transmisibles, causadas por el sobrepeso y la obesidad, tales como cardiovasculares, cáncer y diabetes. En América Latina y Caribe, tres de cada cuatro muertes tienen como causa dichas enfermedades.

Las frutas y hortalizas son buenas fuentes de fibra dietética, vitaminas y minerales, así como de sustancias fitoquímicas beneficiosas, razón por la cual la FAO y la Organización Mundial de la Salud, OMS, recomiendan el consumo de al menos 400 gramos, en el caso de adultos.

Específicamente, “la obesidad causa más muertes en el mundo que la combinación de las enfermedades de transmisión sexual, el tabaco y la violencia armada, además de ser un factor de riesgo de enfermedad grave de covid-19”, asegura la FAO, por lo que el presente año, los países deberán fomentar dietas más saludables y ricas en frutas y verduras.  

Tal es la magnitud del problema de la obesidad que, revela este organismo, que “independientemente de su nivel de desarrollo, la mayoría de los países tienen algún grado de malnutrición por exceso de peso: casi 2.000 millones de personas se ven afectadas. En solo Chile, 80% de las muertes son ocasionadas por enfermedades relacionadas con el exceso de peso”.

Para la FAO la función principal del sector de la alimentación y la agricultura es alimentar adecuadamente a las personas, aumentando el nivel de consumo de dietas diversas y nutritivas que estén en consonancia con las recomendaciones dietéticas y todas las dimensiones de la sostenibilidad. Por tal razón, en el mundo se vienen desarrollando estrategias nacionales para fomentar dietas saludables y reducir la ingesta de alimentos con altos niveles de grasas, azúcar, sal y calorías, que son los principales factores de riesgo de enfermedades no transmisibles, y fomentar el consumo diario de un mínimo de 400 gramos o cinco porciones de frutas y verduras.

Según QU Dongyu, “durante esta crisis sanitaria que estamos afrontando a escala mundial por la pandemia del covid-19, la promoción de dietas saludables para fortalecer nuestros sistemas inmunitarios resulta especialmente apropiada“.

Pero además de su contribución a la salud y bienestar de las personas, afirma la FAO, “la producción de frutas y verduras ofrece niveles de ingresos comparativamente más altos en comparación con otros cultivos básicos tradicionales y ofrece un inmenso margen para aumentar los niveles de ingresos de los pequeños agricultores y los agricultores familiares. En comparación con otros sectores de producción agrícola, el de las frutas y hortalizas es mucho más intensivo en mano de obra, lo que genera empleo e ingresos, especialmente para las mujeres de las zonas rurales. Igualmente, la horticultura permite aumentar la eficiencia del uso de la tierra, el agua y otros insumos agrícolas”.

Pero, y este es otro de los asuntos sobre los cuales se llamará la atención en el Año Internacional de las Frutas y Verduras, las frutas y verduras son los alimentos que muestran los niveles más altos de pérdidas y desperdicios, frente a otros como los lácteos, el pescado y los cereales, entre otros.

Se trata de un problema de enormes proporciones. En efecto, la FAO indica que solo desde la etapa posterior a la cosecha hasta la venta al por menor, América Latina y el Caribe pierde cada año 11% de los alimentos que produce, esto es 220 millones de toneladas, cuyo valor se estima en US$150.000 millones. En la región,   más de 62 millones de personas viven en inseguridad alimentaria severa.

La reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos mejora la seguridad alimentaria y la nutrición, reduce las emisiones de gases de efecto invernadero, disminuye la presión sobre los recursos hídricos y de la tierra y puede incrementar la productividad y el crecimiento económico”, asegura la FAO.

Beneficios asociados al consumo de frutas y verduras

Las frutas y verduras por su alto contenido de micronutrientes (vitaminas, minerales y fibra) tienen los siguientes beneficios:

  • Reducen los niveles de colesterol.
  • Mejoran el tránsito intestinal. Evitan el estreñimiento.
  • Disminuyen los niveles de azúcar sanguíneo.
  • Contribuyen a la eliminación de toxinas.
  • Aumenta la sensación de saciedad, evitando el consumo exagerado de alimentos que conducen al sobrepeso y la obesidad.

El aumento del consumo diario de frutas y verduras por persona a mínimo cinco porciones (mínimo 400 gramos por día), permite:

  • Reducir la probabilidad del inicio de cáncer de estómago en 19%, cáncer de esófago en 20%, cáncer de pulmón en 12%, y cáncer color rectal en 2%. (OMS 2005).
  • Reducir las alteraciones coronarias, tiene efecto anticancerígeno por su acción sobre los radicales libres. Especialmente en los cánceres que afectan el sistema digestivo, la próstata y los pulmones, estimulan la función inmune, cumplen funciones antivirales y antibacterianas y son desintoxicantes.
  • Favorece el metabolismo de las grasas, pues previenen la oxidación del colesterol LDL, debido a los aportes elevados de antioxidantes, vitaminas y minerales, como, cobre y manganeso.
  • Proveen la mayoría de micronutrientes, de fibra dietaria y son fuente de agua.

Tomado de ABECÉ de la promoción del consumo de frutas y verduras.  Ministerio de Salud y Protección Social.