Revista Nacional de Agricultura
Edición 1011 – Febrero 2021

El presidente de la Junta Directiva de la SAC habla con ocasión de este importante aniversario.

A juicio de Gabriel Harry Hinestroza, los mayores desafíos que tiene ante sí la SAC son la modernización del campo, con miras a volverlo competitivo y rentable, y conseguir el decidido apoyo de los gobiernos, para que eso se haga realidad. 

¿Qué significa para el sector agropecuario y el país, el hecho de que la SAC haya llegado a sus 150 años de existencia?

Significa que el sector agropecuario tiene representación y peso dentro de las decisiones importantes que se toman para el manejo económico del país, las cuales finalmente desencadenan bienestar para el sector rural en general, y garantizan que se mantengan la seguridad alimentaria de los colombianos y su aporte al PIB nacional.

¿Cómo califica la contribución de la SAC al desarrollo del sector y de la Colombia rural en todo este tiempo?

La contribución ha sido definitiva, considerando la cantidad de variables que maneja el sector, como lo son la violencia política, el narcoterrorismo, los desplazamientos forzados, la competencia de los cultivos ilícitos a las actividades licitas, los cambios climáticos bruscos y continuos y la falta, en muchas ocasiones, de un apoyo decidido, real y efectivo por parte del gobierno. La SAC ha recogido la voz de todos los actores del campo colombiano y transmitido a las instancias gubernamentales para que se diseñen políticas y acciones que permitan que el sector genere riqueza y bienestar.

¿A su juicio, cuáles son los más grandes desafíos que tiene la SAC de ahora en adelante?

La modernización del campo, para volverlo competitivo y rentable, y lograr el apoyo decidido del gobierno en dar seguridad a los productores agropecuarios.

¿Cuáles serían las más grandes frustraciones que ha sufrido nuestra institución?

En el sector agropecuario más que en otros, se han presentado en tantos años de vida, muchas frustraciones y momentos de crisis, que inciden en la SAC, por abandono de cultivos, desplazamientos rurales, importaciones de productos en momento de producción, que le dan un golpe duro a la economía agropecuaria.

¿Qué le falta a la SAC?

En ocasiones le ha faltado estabilidad en las políticas de los diferentes gobiernos. Al llegar a sus 150 años de vida, ha tenido en este gobierno más participación, por tener a nuestro presidente, Jorge Enrique Bedoya, en diferentes juntas y comités de la administración.

¿Cómo calificaría la receptividad de los gobiernos y el Congreso de la República de los últimos tiempos a las grandes preocupaciones de la SAC?

La verdad, hay gobiernos y parlamentos que entienden los altibajos de nuestro sector, pero con los limitantes económicos del Ministerio de Agricultura, cuyo presupuesto es muy escaso para lo que requiere el verdadero desarrollo rural y agropecuario.

¿Qué hace falta para que el Estado sea un verdadero socio estratégico de los productores del campo?

Tener el presupuesto apropiado para Ministerio de Agricultura, unos créditos amplios e intereses bajos para los cultivadores, seguros de cosecha oportunos y a bajos costos y continuidad en las políticas agropecuarias de los gobiernos. Adicional a esto, hay que garantizar la seguridad en el campo.

Un mensaje para las organizaciones afiliadas, los productores y el gobierno nacional. 

Ante todo, fe en el futuro del país. A pesar de todas las contingencias que se presentan en lo político, lo climático, en los mercados y en la producción, Colombia unida tiene un futuro inmenso. Hay que moderar la oposición sin causa, para tener un camino abonado y claro al futuro.