Revista Nacional de Agricultura
Edición 1010 – Diciembre 2020
En la actualidad, hay cerca de cuatrocientos productos agrícolas y agroindustriales con acceso al mercado de Estados Unidos, sin arancel.
El mes pasado, se cumplieron catorce años de haber sido suscrito el Acuerdo de Promoción Comercial, o Tratado de Libre Comercio entre Colombia y Estados Unidos, iniciativa bilateral que surge tras el fracaso regional de sacar adelante el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas, Alca. Pero habrían de pasar seis años más para que, en mayo del 2012 entrara en vigor, luego de intensos debates y de la aprobación por parte de los congresos de ambos países.
¿Qué les ha reportado al agro y a la agroindustria nacionales el TLC con la economía más poderosa del mundo? María Claudia Lacouture, directora de la Cámara de Comercio Colombo Americana, AmCham Colombia, le pone números a la pregunta.
Revista Nacional de Agricultura: ¿Qué le han dejado a los sectores agrícola agroindustrial, ocho años de libre comercio con Estados Unidos?
María Claudia Lacouture: La firma del TLC con Estados Unidos ha brindado estabilidad jurídica, reglas claras y ha permitido la diversificación de la canasta exportadora colombiana. Tras ocho años de este acuerdo, podemos ver un comportamiento y crecimiento importante del sector agroindustrial, dejamos de exportar solo productos de primera necesidad y poco a poco hemos avanzado en bienes con transformación y valor agregado. Los frutos secos o deshidratados, por ejemplo, han conquistado de manera destacable el mercado estadounidense.
Ha sido un aprendizaje, y seguro que hubiéramos podido avanzar más, pero están dadas las condiciones de dar un salto contundente, con una política sostenida y mucho trabajo en el mercado estadounidense.
R.N.A.: En mayo del 2012, las exportaciones totales colombianas a ese mercado contabilizaron US$21.979 millones. ¿A cuánto ascienden hoy, y cómo se han venido comportando?
M.C.L.: En 2019, las exportaciones totales a Estados Unidos alcanzaron los US$11.290.4 millones, 5.8% más que en el 2018. Es importante reconocer que en la última década el comercio internacional ha presentado una amplia y rápida desaceleración económica, lo que no ha sido ajeno a ningún país en el mundo.
Esa caída de las ventas colombianas a Estados Unidos se explica principalmente por la reducción en la dependencia minero-energética que teníamos. En ese año, las exportaciones derivadas del petróleo llegaron a US$15.504 millones, frente a los US$6.412 millones que se vendieron en el 2019, una reducción de 58.6%. La diversificación del sector no minero-energético, por su parte, ha aumentado constantemente, llegando a 43.2% de la participación total.
Así mismo, desde el 2015, la relación binacional se ha fortalecido aun más. Desde ese año, las exportaciones colombianas han aumentado 14.6%, y Estados Unidos se ha consolidado como el principal socio comercial de Colombia, siendo el destino de casi 30% de nuestras exportaciones.
R.N.A.: En el 2012, las importaciones totales colombianas desde Estados Unidos llegaron a US$13.481. ¿A cuánto ascienden hoy, y cómo se han venido comportando?
M.C.L.: Como en todo el comercio mundial en los últimos años, las importaciones han tenido fluctuaciones ligadas al comportamiento de la economía internacional. Al entrar en vigencia, las principales compras que hacíamos desde Estados Unidos estaban ligadas a productos minero energéticos, como derivados de combustibles, los cuales han venido reduciendo su participación. El año pasado, el maíz fue uno de los productos más importados desde Estados Unidos, pero en menor medida que en años anteriores.
El 70% de las importaciones provenientes de Estados Unidos son bienes que el país no produce, lo que le permite a Colombia aumentar su competitividad, suplir la demanda interna que el país no puede solventar, o productos que son procesados en el país y luego reexportados, permitiendo la inmersión en las cadenas regionales de valor o nearshoring, que es hacia donde está migrando buena parte el comercio mundial.
R.N.A.: ¿Cuántos productos no minero-energéticos tienen hoy acceso al mercado estadunidense?
M.C.L.: Desde que entró en vigencia el TLC prácticamente se han duplicado las partidas arancelarias que tienen acceso con cero arancel, al pasar de 5.520 a 10.500. Esto ha permitido que 294 nuevos productos colombianos lleguen a ese mercado sin aranceles, y que el número de empresas que exportan haya aumentado 16% desde entonces.
R.N.A.: ¿Cuántos productos agrícolas y agroindustriales tienen hoy acceso al mercado estadounidense? ¿Cuántos más están en capilla para materializar su acceso?
M.C.L.: Hoy en día, hay al menos 389 productos agroindustriales con acceso a Estados Unidos, sin arancel. Pero hay que seguir trabajando en el cumplimiento de normas fitosanitarias para poder aprovechar el mercado estadounidense. Entre los que están en proceso de ser admitidos se encuentran: maracuyá, sandía, pimentón, melón, mango, gulupa y granadilla.
R.N.A.: ¿A cuánto ascendían las exportaciones colombianas agrícolas y agroindustriales a Estados Unidos en el 2012 y a cuánto ascienden hoy?
M.C.L.: Mientras que en el 2012, según datos oficiales de U.S. Census Bureau, las exportaciones agroindustriales de Colombia a Estados Unidos ascendieron a US$2.257.2 millones, en el 2019 fueron de US$2.731.5 millones, para un incremento de 21.0%.
Antes del acuerdo comercial, las ventas colombianas estaban apalancadas en commodities simples: bananos, flores, café y frutas, entre otros. Actualmente, el país ofrece productos con algún nivel de transformación, con valor agregado y, entendiendo el mercado estadounidense, lo ha conquistado. En estos ocho años los subsectores que más han crecido han sido: desperdicios de la industria alimentaria (+665.7%), gomas, resinas y extractos vegetales (+335.4%), hortalizas, plantas y raíces (+268.9%), leche y productos lácteos (256.7%), preparaciones de hortalizas y frutas (+148.9%), semillas y productos oleaginosos (+127.2%), cacao y sus preparaciones (+103.7%), grasas y aceites animales (+85.6%), tabaco y derivados (+61.8%) y animales vivos (60.5%).
En dichos subsectores, los productos que más se han fortalecido gracias al TLC son: pasta de cacao, incluso desgrasada (+6.311.1%), preparaciones de los tipos utilizados para la alimentación de animales (+668.1%), frutas preparadas o conservadas de otro modo (+360.6%), caballos vivos (+255.5%), manteca, grasa y aceite de cacao (+200.6%), materias y desperdicios vegetales (+175.8%), confituras, jaleas y mermeladas de frutas (+124.1%), chocolate y preparaciones que contengan cacao, con US$12.5 millones, es decir, un aumento de 116.0%, y aceite de palma refinado pero sin modificación química que pasó de US$5.0 millones en el 2012 a US$10.2 millones, para un crecimiento de 102.8%.
Entre los nuevos productos se enlistan: semillas (de anís, badiana, hinojo, cilantro, comino), cereales, harina y polvo de hortalizas, tripas, vejigas y estómagos de animales, excepto de pescado, enteros o en trozos, frescos, congelados, salados; papas, grasa de animales de las especies bovina, ovina o caprina, artículos de confitería sin cacao, pastas alimenticias, incluso cocidas o rellenas helados incluso con cacao, y alcohol etílico sin desnaturalizar con grado superior o igual a 80%, entre otros.
R.N.A.: ¿A cuánto ascendían las importaciones agrícolas y agroindustriales colombianas desde Estados Unidos en el 2012 y a cuánto ascienden hoy?
M.C.L.: Según datos de Departamento de Agricultura de Estados Unidos, las ventas agrícolas a Colombia pasaron de US$1.100 millones en el 2012 a US$2.700 millones en el 2019, y la participación en el mercado colombiano pasó de 19% antes del TLC a 44% en 2019. Las importaciones de este sector, aunque Colombia sea un país productor, se explican ya que el país recibe bienes transformados para suplir la demanda interna.
R.N.A.: ¿Qué tanto partido le han sacado los sectores agrícola y agroindustrial colombianos a las oportunidades que ofrece el mercado estadounidense?
M.C.L.: Estamos mejorando, aunque nos encontramos lejos de llegar a donde podemos. El acuerdo de libre comercio le ha permitido a Colombia agregar valor a sus exportaciones, disminuir la dependencia minero-energética y ponerse al día con los pendientes en materia regulatoria, en hacer de las exportaciones una cultura empresarial y no una cuestión de excedentes o de una tasa de cambio favorable.
Actualmente, no es solo que Estados Unidos sea el principal destino de las exportaciones colombianas, sino que Colombia también es un socio muy importante para Estados Unidos, es su aliado comercial más estable de la región y con el que se trabaja de la mano para generar desarrollo en ambas vías.
Colombia ha sabido aprovechar las oportunidades que le brinda el TLC, pero todavía puede lograr mucho más. Con las certificaciones y ahora con el nearshoring, tiene mayores opciones para incluirse en las cadenas regionales, de tal manera que pueda producir en conjunto con otros países y aumentar su competitividad y ventas a este país.
R.N.A.: ¿Cómo se ha comportado la inversión estadounidense en los sectores importaciones agrícolas y agroindustriales colombianos?
M.C.L.: En términos generales, Colombia ha aumentado su atractivo para la inversión extranjera. Históricamente, Estados Unidos es el principal inversionista en el país. En el 2012, las inyecciones de capital en este sector fueron tan solo US$33 millones, y en el 2019 ascendieron a US$730 millones.
El foco de las inversiones de Estados Unidos se ha centrado en el fortalecimiento del agro por medio de equipos e insumos de alta tecnología, que permiten contribuir con el desarrollo y la producción masiva y acelerada.
Vale la pena resaltar el interés de Estados Unidos en el sector agroindustrial. Por ello, a través del plan de Colombia Crece, que se anunció hace poco, Estados Unidos ofrece la posibilidad de obtener recursos de un fondo de $5.000 millones para proyectos de infraestructura y desarrollo económico en diferentes regiones del país, y en particular en aquellas más afectadas por cultivos ilícitos.
R.N.A.: ¿En este año de pandemia, cuál va a ser el balance del agrocomercio Colombia-Estados Unidos?
M.C.L.: Los productos agrícolas se han mantenido estables, en medio de la pandemia. Pese a la caída de las exportaciones totales hacia Estados Unidos, es un sector que ha mostrado su fuerza.
Los productos agrícolas se mantienen relativamente estables. En tiempos de pandemia, cayeron 0.4% entre enero y septiembre de este año, alcanzando los US$.
2.153.4 millones. Productos tales como pescados, pasaron de US$43.6 millones entre enero y septiembre del 2019 a US$55.2 millones en los primeros nueve meses del 2020, para un incremento de 26.4%; alimentos, bebidas y tabaco presentaron un crecimiento de 18.5%, al pasar de US$268.2 millones a US$317.8 millones; animales y sus productos crecieron 18.0%, al llegar a US$ 71.1 millones; azúcares y confites registraron ventas por US$ 83.1 millones, lo que indica un crecimiento de 22.2%.