Revista Nacional de Agricultura
Edición 1010 – Diciembre 2020

De esta explotación, situada a más de treinta metros de profundidad, salen cada año más de 100 toneladas de vegetales.

Growing Underground es una singular granja productora de hortalizas, que está situada a 108 pies bajo la calle principal de Clapham, un suburbio del sur londinense, en lo que fuera un complejo de refugios antiaéreos de la Segunda Guerra Mundial. De allí salen cada año, más de 100 toneladas de cilantro, brotes de guisantes y girasol, ajo, brócoli, mostaza wasabi, rúgula, hinojo, rábanos y berros, entre otros productos

Esta granja comercial de alta tecnología, que solo tiene una superficie de 6 mil pies, es obra del empresario Richard Ballard y su socio Steve Dring, quienes interesados en la idea de la agricultura vertical, vieron una oportunidad para hacer realidad su nuevo negocio cuando comenzó a construirse el metro. En medio de las obras, hallaron el citado refugio, donde la compañía constructora, Transport for London (TfL), les permitió probar con la granja, mediante un contrato a veinte años, que comenzó en el 2015.

La historia aparece en la edición del mes pasado de la revista Mecánica Popular, firmada por de Rob Kemp, quien cuenta que Ballard y Dring lograron reunir más de $900 mil en una campaña de financiación colectiva para hacer realidad la iniciativa. “La granja en funcionamiento ocupa actualmente un octavo de su potencial de 45 mil pies cuadrados de espacio de cultivo. Todo el sitio son dos túneles paralelos, cada uno de 500 metros de largo. El complejo fue construido en el apogeo del Blitz entre 1940 y 1942 y con capacidad para 8 mil personas”,  dice el reportaje.

Uno de los entrevistados, Jess Moseley, coordinador de operaciones y guía turístico de Growing Underground, donde trabajan dieciséis obreros y dos responsables de los cultivos, cuenta que la granja tiene ambiente controlado y que no utilizan pesticidas.

Por su parte, el gerente de operaciones, Alex Hamilton-Jones, comenta que la mayor parte de los cultivos son microhierbas. “Solo hay dos cultivos más grandes, brotes de guisantes y brotes de girasol. La mayoría de los productos de tamaño completo, como zanahorias o bok choy, podrían cultivarse aquí, pero tardan demasiado en crecer para que sean rentables. Sin embargo, más investigación sobre espectros de iluminación alternativos puede hacer que esto sea una posibilidad”.

En solo cinco años de existencia, Growing Underground ha ampliado su portafolio de productos y ha reducido el tiempo de respuesta de los cultivos, gracias, en gran parte a las innovaciones tecnológicas introducidas. “Nuestros brotes de guisantes se pueden cosechar hasta sesenta veces al año, mientras que en el exterior se obtienen tres o cuatro cosechas de esas en un año, y en invernadero, unas 30″, revela Richard Ballard.

Una de dichas innovaciones que ayudan a que las plantas crezcan más rápido son las luces correctas: las LED de espectro AP673L. “Estas LED utilizan una relación de espectro rojo: rojo lejano (R: Fr) que apunta a los fotorreceptores que absorben la luz roja y roja lejana en la hoja de la planta. La luz se asemeja a la luz solar en su nivel máximo, lo que retrasa la floración de las hierbas y permite que la planta concentre su energía en el rápido desarrollo de la biomasa”, es la explicación.

Según Riley Anderson, líder del equipo de la granja, el resultado es un producto compacto, de sabor intenso. “El ciclo de cultivo de cilantro ha pasado de veintiún a catorce días. Algunas plantas se pueden cosechar después de solo seis días en el túnel de crecimiento, lo que supera todo lo que una granja sobre el suelo puede lograr de manera constante durante todo el año“.

Dice el reportaje, que otro avance tecnológico empleado en Growing Underground es la siembra de semillas en tapetes de cultivo rectangulares de dos pulgadas de espesor, llamados Growfelt (no utilizan tierra convencional), que se ponen en bandejas poco profundas. “Una vez sembradas las semillas, las bandejas se apilan en carros y se dejan en una sección oscura del mismo túnel para su propagación, durante un corto tiempo. Esto engaña a las semillas haciéndoles pensar que están debajo de la tierra. Aquí es cuando comienza la germinación. Dentro de uno o dos días, aparecen los brotes de semillas. Al cuarto día, las bandejas se transfieren a estantes conocidos como bancos debajo de los bancos de LED en el túnel de cultivo”.

Los productos de esta granja pueden estar en la mesa del consumidor en veinticuatro horas, lo que quiere decir que tienen una vida útil más larga que los cultivados en sistemas convencionales, más lejos de las ciudades.

Varios chefs londinenses de renombre también usan productos de Growing Underground, incluido Michel Roux Jr., galardonado con una estrella Michelin. Solo  usa sus hierbas en sus platos en Le Gavroche, un restaurante francés en el área de Mayfair de Londres, a las cuales describe como ‘increíblemente buenos´“.

En la actualidad, Richard Ballard busca fondos para expandirse más en los túneles, mientras investiga sitios para otras granjas de ambiente controlado en otras partes del mundo y en diferentes estructuras. “Cuando comenzamos, el plan era producir un suministro para Londres. Pero como los minoristas se han interesado, ahora buscamos servir a sus centros de distribución más allá de la M25 (la autopista circundante de Londres)“, dice.

El empresario busca inspirarse en granjas similares, como las subterráneas de hortalizas que se están abriendo en estaciones del metro de Seúl, y las de Tokio, que usan túneles de servicios públicos abandonados de una ciudad de rascacielos que nunca se construyó.

El reportaje termina diciendo que las ciudades cada vez más pobladas se están volviendo imaginativas cuando se trata de tierras agrícolas. “Pero estas granjas no tienen que ser subterráneas en absoluto. Puede ser en una fábrica abandonada o en un almacén en desuso en la superficie. El modelo es simplemente un espacio redundante”, asegura Ballard.