Revista Nacional de Agricultura
Edición 1015 – Junio 2021
Cada vez más inversionistas y accionistas, creen que sus dineros están más seguros en compañías comprometidas con la sociedad y el medio ambiente. Entrevista.
Sergio Rengifo Caicedo, director ejecutivo del Consejo Empresarial Colombiano para el Desarrollo Sostenible, Cecodes, dice que son muchas las iniciativas de Responsabilidad Social Empresarial (RSE), que empresas y organizaciones gremiales de los sectores agropecuario y agroindustrial vienen adelantando en el país. Para este experto, el campo ofrece la gran ventaja de que se presta para trabajar en el modelo de negocios inclusivos.
Revista Nacional de Agricultura: ¿Cuál es la definición de RSE con la que Usted se siente más identificado?
Sergio Rengifo Caicedo: La que más me gusta es la de la ISO 26000: La responsabilidad que tienen las organizaciones, frente a los impactos que sus decisiones y actividades ocasionan en la sociedad y en el medio ambiente. Responsabilidad que debe ir acompañada de un comportamiento ético y económico para contribuir al desarrollo sostenible y al bienestar de la sociedad.
Finalmente, lo que hay que tener en cuenta cuando se habla de RSE son los tres pilares estratégicos que se deben trabajar y que cada uno de ellos vaya interconectado con los demás. La clave está en buscar el balance ecológico, el progreso social y el crecimiento económico.
R.N.A.: ¿En qué momento en el mundo se comienza a ver la necesidad de que las empresas sean socialmente responsables?
S.R.C.: La RSE viene de tiempo atrás, por allá de 1972, a partir de inquietudes de tipo ambiental que llegaron al Club de Roma y a las Naciones Unidas, y cobra fuerza a través de la Agenda 21, acuerdo para promover el desarrollo sostenible, que fue aprobado en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, que tuvo lugar en 1992 en Río de Janeiro. Fue en Europa donde las empresas comenzaron a abordar el concepto de RSE, que después llega a los países en desarrollo, donde se aplica de acuerdo con sus realidades específicas. En la última década, este asunto ha venido avanzando de manera más rápida, gracias al interés que ha despertado entre grupos que deciden, como lo son los accionistas y los inversionistas, que ahora tienen en su foco la responsabilidad corporativa y la sostenibilidad.
A medida que el tiempo pasa y los desafíos globales impactan cada vez más a los negocios, los países y los individuos, la RSE ha tomado fuerza. La crisis climática, la creciente desigualdad y la pérdida de la biodiversidad son asuntos que antes se veían como lejanos, pero que se han convertido en una preocupación generalizada. Esto origina más movimientos sociales y ambientales a los cuales las empresas tienen que adelantarse para ser sostenibles a largo plazo. Y esto es lo que buscamos en Cecodes. Queremos invitar a las empresas a ser líderes, a transformar los sistemas, a ser exitosas y a inspirar a otras organizaciones por medio de su compromiso.
R.N.A.: ¿Cuáles son los principales principios que rigen la RSE?
S.R.C.: Los principios son bastantes, pero la ISO 26000 me gusta mucho porque puso a las empresas a ser trasparentes y a rendirles cuentas a sus diferentes grupos de interés. Para mí, la base de todos los asuntos de la RSE y la sostenibilidad son el gobierno corporativo y el comportamiento ético. Conocer y entender a los diferentes grupos de interés y mantener un diálogo constante es lo que permitirá cumplir con los principios de la sostenibilidad bajo los pilares sociales, ambientales y económicos.
Pero también están los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), los Principios Rectores de los Derechos Humanos, las guías para empresas multinacionales de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, OCDE, los Principios de la Cámara de Comercio Internacional, los códigos de ética, y los principios de reporte de la Iniciativa de Informe Global, GRI (por sus siglas en inglés), entre otros. Estos principios han llevado a la homogeneización de los estándares en asuntos de sostenibilidad, y con ellos, todos los actores pueden trabajar por un objetivo común.
R.N.A.: ¿Cómo terminaron involucradas las empresas en la RSE?
S.R.C.: Porque los desafíos y las urgencias del mundo han cambiado. Antes, cuando uno hablaba del cambio climático, lo miraban como si fuera un extraterrestre; hoy, todos se refieren al fenómeno y les piden acciones a los gobiernos y al sector privado. Por otro lado, porque hay un empresariado cada vez más consciente de la importancia de las buenas prácticas, que está inspirando a otros empresarios a que entren al mundo de la RSE. Es un hecho, que cuando el presidente o el gerente de una compañía le habla a otro sobre las bondades de este concepto, son altas las posibilidades de que este último se decida a adoptarlo. La RSE es una estrategia de negocio que les permite a las empresas ser competitivas, y el tiempo ha demostrado que el beneficio es real en todas las áreas, en reputación e imagen, así como en la búsqueda de inversionistas y nuevos negocios.
R.N.A.: ¿Por qué se dice que la RSE es una forma de hacer negocios?
S.R.C.: Yo diría que es la única forma de hacer negocios, especialmente, en situaciones como las que ha planteado la pandemia del covid-19. Hacer buenos negocios, sorteando los riesgos sociales y ambientales, a través de un buen gobierno corporativo, hace que las empresas puedan adelantarse a los riesgos y actuar frente a los desafíos, sin necesidad de introducir cambios improvisados. En la actualidad, hay muchas empresas, grandes y pequeñas que están siendo contratadas y buscadas por el mercado nacional e internacional por la competitividad que ha generado su trabajo en sostenibilidad y por la diferenciación que lo anterior les permite tener en el mercado.
R.N.A.: La RSE no es un asunto que solo involucra a las grandes empresas…
S.R.C.: Ese es un gran paradigma que tenemos que resolver. Si yo concibo un negocio, cualquiera que sea, este debe tener viabilidad financiera, y para ello tengo que pensar en toda la cadena de valor que hace parte de mi empresa. Si es una compañía de alimentos, debo conocer al agricultor que trabaja la tierra y sus prácticas empresariales, para asegurar que ese alimento que estoy ofreciendo es sostenible desde su plantación. Así mismo, debo conocer a mis distribuidores para saber cómo es su trabajo. Los consumidores y la sociedad harán veeduría de estos procesos, y los gobiernos los regularán.
Lo anterior es un ejemplo de cómo todos en el mundo tenemos un papel importante en la consecución de la sostenibilidad. Es un asunto de todos: cualquier error que se cometa en términos de responsabilidad social, afectará a toda la cadena y por ende a la sociedad y a nuestro planeta.
R.N.A.: Son evidentes los beneficios de la RSE para la sociedad y el país, ¿pero en concreto qué ganan las empresas con la aplicación de este concepto?
S.R.C.: Las empresas ganan reputación, beneficios económicos, diferencial competitivo, visibilidad ante inversionistas responsables, atracción y retención del talento y reconocimiento nacional e internacional por su compromiso.
R.N.A.: ¿Entonces, las empresas se valorizan, se vuelven atractivas para los inversionistas cuando se comprometen con la RSE?
S.R.C.: Sí. En los últimos años, los inversionistas han estado más activos en la conversación de la sostenibilidad porque se han dado cuenta de que sus dineros estarán más seguros en empresas comprometidas a futuro con la base de los negocios y su pilar principal: la sociedad y el medio ambiente. En Cecodes, trabajamos con el PRI, organización mundial que reúne a los inversionistas comprometidos con los principios de inversión responsable, y son ellos quienes están “mandando la parada” para que el sistema financiero se transforme y tenga un propósito enfocado en la responsabilidad social. Seguimos uniendo fuerzas a través de estas alianzas que nos permiten dar cuenta de los beneficios de trabajar en estos temas.
R.N.A.: Y hablando del sector agropecuario, ¿en América Latina, en qué países se ven los mayores avances en RSE?
S.R.C.: En esta parte del mundo, los países más avanzados en sostenibilidad y RSE son Colombia, Brasil y México. Ecuador y Argentina también muestran avances importantes. En Colombia, hemos sido ejemplo en la región, prueba de lo cual es el liderazgo que ha venido ejerciendo Cecodes desde el 2007, cuando trajimos el concepto de “negocios inclusivos” al país, involucramos en él a distintos sectores e hicimos alianzas con otras regiones para promoverlo, puesto que nos permite ponerle fin a la pobreza y cumplir con muchos ODS adicionales desde el agro.
R.N.A.: ¿En Colombia, desde cuándo hay esfuerzos en RSE por parte de los sectores agropecuario y agroindustrial?
S.R.C.: En Colombia, se viene trabajando desde hace muchos años en RSE en el agro. Podemos ver muchos ejemplos de sectores agrícolas y organizaciones gremiales muy importantes como la SAC, Fedepalma, Asocolflores, Fedepalma y Fedearroz, que vienen trabajando en proyectos e iniciativas muy bien estructuradas dentro del marco conceptual de la sostenibilidad. Están, por ejemplo, el Sello Flor Verde, de Asocolflores, para certificar a aquellos cultivadores que han cumplido determinados objetivos que parten de estándares internacionales, y las Mesas Redondas de RSE, de Fedepalma.
Son muchas iniciativas que las empresas vienen abordando, y la gran ventaja del agro es que se presta para trabajar el concepto de negocios inclusivos, el cual pone a producir a los pequeños agricultores cosas que se les van a comprar. Con esta y más iniciativas, seguimos siendo líderes y modelo en la región.
R.N.A.: ¿Qué es lo más difícil que encuentran las agroempresas para entrar a la RSE, si sabemos que estas se diferencian mucho de las de los demás sectores productivos?
S.R.C.: Lo más difícil para cualquier empresa es comenzar, es el análisis o diagnóstico de cómo se involucra con el medio ambiente y la sociedad. Hacer este proceso es el primer paso para conocer que cualquier sector tiene la posibilidad de ser exitoso a través del concepto de sosteniblidad. Así mismo, cada empresa tiene sus propios retos, según el contexto en el cual está su negocio. La invitación que le hacemos a cualquier agroempresa es a conocer casos de buenas prácticas, conversar con pares sobre el tema, y comenzar a dar los primeros pasos, asegurándose de que en un futuro este será su diferencial y podrá ser parte de una conversación mundial que ya viene tomando cabida en todos los sectores.
R.N.A.: ¿Hay muchos fracasos en las agroempresas, cuando de implementar la RSE se trata?
S.R.C.: Más que hablar de fracasos, hay que hablar de oportunidades. Cuando hablamos de agroempresas, pues las hay grandes y pequeñas, y dependiendo de los territorios, las realidades y los obstáculos, las oportunidades son distintas. Lo importante es darles a conocer a estas empresas que el marco de sostenibilidad es una hoja de ruta estratégica para manejar y trabajar negocios. Necesitamos transferirles conocimiento científico y práctico a las empresas del sector agropecuario, para que ellas mismas, a través de la experiencia, entiendan que este es un plus y un diferencial respecto al mercado. Para Cecodes, esta es la forma como se deben hacer negocios: aprender de los obstáculos permite tomar fuerzas para marcar la diferencia.
R.N.A.: ¿Por qué algunos dicen que el concepto de RSE está siendo malinterpretado en Colombia y que realmente no existen compañías socialmente responsables en el país?
S.R.C.: La sostenibilidad ha sido confundida por muchos años con la filantropía, con la entrega donaciones, con la plantación de árboles y con la ayuda a distintas causas sociales y ambientales. En Colombia, un país marcado por el conflicto, hemos traducido la RSE como una ayuda a la sociedad y al medio ambiente. Es hora de seguir los pasos de las grandes empresas que ya han recorrido este camino y encontrado los puntos clave en los que la RSE se convierte en parte esencial de la estrategia de negocio.
R.N.A.: ¿Cuál ha sido el impacto de la pandemia del covid-19 en los esfuerzos de RSE de las agroempresas nacionales?
S.R.C.: La pandemia ha causado impactos en todos los sectores y en todos los aspectos de la vida de los seres humanos. Uno de ellos es la conciencia de que no podemos seguir manejando nuestra economía y nuestros negocios como lo veníamos haciendo en años pasados. Tenemos que cambiar y transformar de raíz los sistemas que hemos establecido a lo largo del tiempo. Por esta razón, se puede ver cómo la pandemia pudo impulsar los esfuerzos que ya se venían haciendo en el agro a escala de tecnología e innovación, y cómo dio pie para que aquellas empresas que ya habían comenzado este camino se fortalecieran, mientras que aquellas que no, probablemente desaparecieran. El covid-19 ha traído impactos en la economía, la pobreza y el hambre, pero nos ha permitido entender que hay que actuar ahora, si queremos ser sostenibles.
¿Qué es Cecodes?
El Consejo Empresarial Colombiano para el Desarrollo Sostenible, Cecodes, es una asociación de empresas, un centro de pensamiento, que tiene el propósito de facilitar y orientar al sector empresarial en la implementación de prácticas que permitan el equilibrio entre los objetivos económicos, sociales y ambientales. Es una organización mundial llamada el World Business Council for Sustainable Development (WBCSD), que reúne a más de las doscientas empresas más grandes del mundo, y en la que se crean herramientas de empresas para las empresas, las cuales desde Cecodes se adaptan para el contexto colombiano y la sostenibilidad empresarial de nuestros asociados.