Revista Nacional de Agricultura
Edición 1006 – Agosto 2020

La situación de los agroprofesionales.

En términos generales, no la están pasando bien los profesionales de ciencias veterinarias y zootécnicas e ingenieros agrónomos.

En Colombia, existen algo más de 70 mil profesionales de ciencias veterinarias y zootécnicas e ingenieros agrónomos, número aparentemente insuficiente para un país como el nuestro que se precia de ser agropecuario. ¿Cuál es la situación de estos profesionales? ¿Las universidades responden a las necesidades del país en materia de formación? ¿Cuáles son las especialidades que están cobrando más fuerza? Estas y otras preguntas les fueron formuladas a los presidentes del Consejo Profesional de Medicina Veterinaria y Zootecnia de Colombia, Comvezcol, y la Asociación Colombiana de Ingenieros Agrónomos, Acia, Ramón Correa Nieto y Diego Armando Ospina Tovar, respectivamente. En una próxima edición nos referiremos a otras profesiones del sector agropecuario.

Profesiones amenazadas

Para Ramón Correa Nieto, presidente del Consejo Profesional de Medicina Veterinaria y Zootecnia de Colombia, Comvezcol, la medicina veterinaria, la medicina veterinaria y zootecnia y la zootecnia están amenazadas por otras disciplinas.

P.: ¿Desde Comvezcol, cómo observa la situación de los profesionales de ciencias veterinarias y zootécnicas en Colombia?

R.: De acuerdo con un estudio de Comvezcol, estos profesionales tienen presencia en todo el territorio nacional, aunque están mayormente concentrados en las regiones andina oriental (49.1%) y noroccidental-central (69.5%). Le siguen la región suroccidente (10.3%), el Tolima Grande-centro antiguo (9.2%), la región Caribe (8.2%), la Orinoquia (4.5%), la Amazonia (0.3%) y la región Pacífica (0.1%). Las condiciones socioeconómicas de ellos dependen de las profesiones, las regiones culturales y el nivel de estudio. Vale mencionar que 19% de los profesionales reportan ingresos hasta de dos salarios mínimos, principalmente, médicos veterinarios zootecnistas (MVZ) en la región Caribe, y los zootecnistas en la Orinoquia, noroccidente-centro y el Caribe. Ahora bien, la situación de estas profesiones es preocupante, ya que se ven amenazadas por otras que asumen sus actividades propias, especialmente por las de técnicos y tecnólogos (que no están sujetas a supervisión y vigilancia de sus competencias), así como por el ejercicio ilegal de estas, que suplantan al profesional en muchas ciudades y en el sector rural.

Finalmente, es muy preocupante el Proyecto de Ley No.106, que se tramita en el Congreso de la República, sobre las tarjetas profesionales, en vista de que propone eliminar el cobro estas, recurso con el cual se financian los tribunales y los consejos de ética.

P.: ¿Hay suficientes profesionales de las ciencias veterinarias y zoootécnicas en el país?

R.: Comvezcol tiene registrados 41.877 profesionales, discriminados así: 18.612 médicos veterinarios zootecnistas, 12.705 médicos veterinarios, y 10.560 zootecnistas. Si se asumiera el importante papel que las ciencias veterinarias y zootécnicas cumplen en los campos de la salud y la producción animal, ese número de profesionales sería insuficiente, pero las políticas públicas han llevado a la pauperización del ejercicio profesional y al subempleo.

P.: ¿Cuántos profesionales salen al año de las universidades?

R.: Entre 2.300 y 2.400. Posiblemente, puede haber sobreoferta, si tenemos en cuenta las repuestas anteriores, pero gran cantidad de profesionales venden sus servicios a las clínicas veterinarias dedicadas a la atención de mascotas, con turnos extenuantes por salarios irrisorios.

P.: ¿Qué tanto profesional trabaja para el Estado?

R.: Aunque no disponemos de esa información, son muy pocos los profesionales que trabajan para el Estado, debido a que cada vez las reestructuraciones que se le han introducido a este han llevado a la disminución de las plantas de personal, y los profesionales que hacen tercerizaciones son muy pocos.

P.: ¿Cuál es la calidad de la formación?

R.: Como lo demuestran estudios, la calidad académica es adecuada y depende de cada uno de los programas que se desarrollan en el país. Sin embargo, es necesario vigilar estrictamente la calidad de la formación por parte del Sistema de Aseguramiento de Calidad de la Educación Superior del Ministerio de Educación, que debe seguir los lineamientos de la Organización Internacional de Sanidad Animal, OIE, la Organización Panamericana de la Salud, OPS, la Asociación Panamericana de Ciencias Veterinarias, Panvet, y la Asociación Colombiana de Facultades de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Asfamevez, sobre las competencias del nuevo profesional, tanto desde el punto de vista científico,  como del humanístico.

P.: ¿Cuáles son las especialidades que han cobrado mayor preponderancia en los últimos tiempos?

R.: Hoy en día está de moda el bienestar animal, campo en el cual hay muchos profesionales especializándose a través de diplomados, maestrías y doctorados. También están la sanidad animal, la epidemiologia, la patología, el laboratorio clínico y el desarrollo rural. Otras  especialidades que han cobrado enorme importancia son las que tienen que ver con los pequeños animales. En el campo de la producción de proteína de origen animal, se mencionan las especialidades en reproducción, mejoramiento genético y nutrición. Por otra parte, la administración de las empresas pecuarias ha cobrado importancia entre los MVZ.

P.: ¿Hay migración de profesionales colombianos hacia otros países?

R.: Son pocos los profesionales que han migrado a otros países, pero muchos de ellos son apreciados por su responsabilidad en el trabajo. Algunos tienen desempeños altos en diferentes universidades, como docentes o investigadores. En este punto hay que decir que los altos costos de las convalidaciones y la normatividad interna en el extranjero, impiden que muchos profesionales migren a otros países.

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Pocos quieren ser ingenieros agrónomos

El presidente de la Asociación Colombiana de Ingenieros Agronómos, Acia, Diego Armando Ospina Tovar, dice que los jóvenes no ven en el agro una opción para sus aspiraciones profesionales.

P.: ¿Desde la Acia, cómo se observa la situación del ingeniero agrónomo en Colombia?

R.: La situación es alarmante, ya que no hay estabilidad laboral. Los contratos a corto plazo limitan o impiden el crecimiento personal y profesional de los colegas.

P.: ¿Hay suficientes agrónomos para un país agropecuario como Colombia?

R.: No existe sobreoferta de ingenieros agrónomos. En el país hay unos 30 mil de estos profesionales, de los cuales se estima que 45% están desempleados o ejerciendo otras actividades. Pero es probable que por la pandemia del covid-19 la cifra aumente a 50%. Dicha situación se debe a varias razones, entre las cuales la más preocupante es que en algunos procesos de contratación los perfiles que se exigen son bastante abiertos, razón por la cual los ingenieros agrónomos son remplazados por profesionales de otras carreras, que no cumplen con las competencias.  La oferta tan pequeña de ingenieros agrónomos, se debe, en cierta forma, a que áreas del sector agropecuario son de poco interés para los jóvenes que hoy en día están buscando formación universitaria, y a que el Estado no le da al agro su real importancia y estatus.   

P.: ¿Qué tanto agrónomo trabaja para el Estado, y qué significa esto?

R.: Se estima que 25% de los profesionales están trabajando con el Estado, directa o indirectamente (prestación de servicios), cifra que está por actualizarse. Pero pensamos que es muy baja con respecto a los procesos y proyectos que se ejecutan.

P.: ¿Cuál es la calidad de la formación académica?

R.: La calidad de la formación académica es buena. Universidades como la Udca, la Nacional, la del Tolima y La Salle, entre otras, están en un permanente desarrollo y crecimiento, lo que les permite cumplir con los estándares de calidad y acreditación, garantizando así la calidad en la formación

P.: ¿Cuáles son las especialidades que han cobrado mayor preponderancia en los últimos tiempos?

R.: Las especialidades con mayor importancia en este momento son: fisiología, desarrollo rural, fitopatología, gestión de proyectos, gerencia comercial, mercadeo.

P.: ¿Cuáles son los cultivos que están demandando más agrónomos?

R.: Palma de aceite, aguacate, flores, café, cacao, naranja, mango, limón, cannabis,  plátano y caña de azúcar.

P.: ¿Hay migración de agrónomos colombianos hacia otros países?

R.: Lógicamente que sí, porque las oportunidades laborales en Colombia son mínimas y no hay estabilidad profesional. Así, muchos optan por buscar alternativas en otros países, pero es preciso aclarar que hay un porcentaje mínimo que puede desarrollar competencias en el sector agrícola, por las limitantes en las validaciones académicas fuera de Colombia.