Revista Nacional de Agricultura
Edición 1015 – Junio 2021

Una nueva oportunidad se le abre al sector agropecuario colombiano en ese exigente y competido mercado.

A mediados del pasado mes, la industria láctea nacional recibió la magnífica noticia de que Japón había aprobado la admisibilidad para la leche y derivados lácteos colombianos. El logro se alcanzó luego de un intenso trabajo mancomunado entre el Ministerio de Agricultura, el Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos, Invina, y Asoleche, en el marco de la llamada “diplomacia sanitaria”.

Juan Sebastián Bargans, presidente ejecutivo de Asoleche, dijo que de acuerdo con la información disponible y con base en las partidas liberalizadas en el Acuerdo de Asociación con el país asiático, se han abierto cupos de 10 toneladas para el ingreso de dichos productos al mencionado mercado.   

Según los ministerios de Sanidad, Trabajo y Bienestar y Agricultura, Silvicultura y Pesca de Japón, “los productos lácteos colombianos deberán haber sido elaborados con leche cruda obtenida de animales clínicamente sanos. La leche cruda utilizada en la elaboración de los derivados, procederá de rebaños que no estaban infectados ni supuestamente infectados con el virus de la fiebre aftosa, al momento de la recolección de la misma. Los productos deberán haber sido procesados en condiciones sanitarias, según las leyes y regulaciones de Colombia, que al menos son equivalentes a las leyes y regulaciones de Japón”.

¿Pero, exactamente, qué podemos exportar al mercado japonés? El presidente ejecutivo de Asoleche responde que de acuerdo con las partidas arancelarias liberalizadas (040310211, 04031021, 040620100 y 040620200), existen oportunidades para yogur congelado, con adición de azúcar u otro edulcorante, en envases inmediatos, con un contenido no superior a 10 kilogramos; yogur congelado, en envases inmediatos, con un contenido no superior a 10 kilogramos; queso rallado o granulado procesado, y queso rallado o granulado no procesado.   

Pero creemos que los yogures congelados y los quesos rallados o granulados son los productos que más pueden llamarles la atención a los consumidores japonenses”, manifestó el dirigente gremial. 

Al preguntársele por las principales dificultades que seguramente van a tener que enfrentar las empresas colombianas para llegar y quedarse en el mercado japonés, Juan Sebastián Bargans respondió que es posible concluir que, en este momento, los niveles de liberalización del Acuerdo de Asociación, no sitúan a la industria láctea colombiana en una posición que le permita competir en igualdad de condiciones ante la apertura de los mercados. En efecto –explicó–, de noventa y tres partidas –relevantes para el sector lácteo–, negociadas en el marco de dicho acuerdo, únicamente las referenciadas han sido liberalizadas en favor de la industria láctea colombiana. 

En ese orden de ideas, creemos que las principales dificultades que tendrán las empresas colombianas para llegar y permanecer en el mercado japonés, es la insuficiente liberalización de mercados que permita a nuestros empresarios penetrar el mercado japonés y lograr su posicionamiento en el mismo”, dijo.  

Al referirse a este importante logro, el director general del Invima, Julio César Aldana Bula, manifestó que “según lo indicado por las autoridades sanitarias de Japón, la producción de leche y derivados lácteos colombianos se realiza con base en criterios iguales o mejores que los de ese país, ratificando la calidad del sistema de inspección de Colombia, en cabeza del Invima, lo que garantiza la inocuidad de los productos exportados”. Y agregó que se deberán adelantar los procesos de inspección y posterior emisión de los certificados sanitarios para la exportación de dichos productos, empleando los modelos acordados entre las autoridades de dos países.

Por su parte, Deyanira Barrero León, gerente general del ICA, afirmó que “seguimos avanzando con la admisibilidad de productos colombianos que favorecen el crecimiento económico del país. Agradecemos el compromiso de todos los actores del sector agropecuario y el apoyo de la Cancillería y Embajada de Colombia en Japón. El ICA no para y continuaremos trabajando juntos por el campo”.