Revista Nacional de Agricultura
Edición 1034 – Marzo 2023

El Gobierno Nacional tiene una oportunidad histórica de tramitar en el Congreso de la República reformas que por años se han venido reclamando en el país y que abordan temas de la mayor sensibilidad para la ciudadanía como lo son la salud, las pensiones y el tema laboral; el resultado de si esta oportunidad histórica queda bien o mal escrita, dependerá en gran medida, además de lo que terminen aprobando Senadores y Representantes, de la calidad, objetividad, seriedad y amplitud del debate sobre el articulado de estas reformas de cara a la ciudadanía.

Desafortunadamente la forma en la que hasta el momento se ha venido aprobado el Plan Nacional de Desarrollo, prácticamente a ‘pupitrazo’ los bloques de artículos sin mayor discusión, deja un sinsabor y un mal precedente para lo que pueda ocurrir con las tres reformas mencionadas.

El tortuoso camino que ha tenido la discusión sobre el contenido de la reforma a la salud desde antes de ser radicada, deja sobre la mesa la importancia de la búsqueda de consensos con todos los partidos políticos en el Congreso de la República, la necesaria discusión de este tipo de temas de cara a la ciudadanía, la importancia del papel de los medios de comunicación en darle espacio a las diferentes voces que de una u otra manera participan de la discusión técnica y política, y por supuesto, la imprescindible mirada de otros integrantes del gabinete ministerial que tengan relación con el potencial impacto de esta y las demás reformas.

Al momento de escribir estas líneas la suerte de la reforma a la salud todavía era incierta y ya en el Congreso de la República reposaban los textos de la reforma pensional y laboral.

Estas dos últimas fueron llevadas a la Comisión de Concertación de Políticas Salariales y Laborales – CCPSL-, escenario en el cual la mayor parte del tiempo se dedicó a la discusión de los textos de la reforma laboral. En efecto buscamos, con los otros gremios integrantes de la Comisión y con la Ministra del Trabajo y su equipo, encontrar puntos comunes mediante un fluido y constructivo diálogo bilateral para luego llevarlo al escenario tripartito durante los dos primeros meses del año. Desde el inicio de este proceso era claro, y así lo conversamos con el Gobierno, que si bien lo ideal era consensuar las reformas, seguramente al final existirían varias diferencias sobre el texto que el Ministerio radicaría en el Congreso.

Nuestra orientación en esta discusión siempre fue la de buscar que el texto final contribuyera a proteger el empleo formal de nuestra economía y generar los incentivos para combatir la nefasta informalidad laboral que tiene Colombia no solamente en las zonas rurales sino también en los centros urbanos.

Si bien en el tema rural se lograron avances en el texto del Contrato Agropecuario, todavía este es insuficiente y deber ser corregido si se quiere lograr el propósito de tener herramientas para la formalización del trabajo rural bajo un marco que refleje la realidad de las actividades agropecuarias en cuanto a la estacionalidad de algunas labores, el hecho que un trabajador rural puede tener varios empleadores en un mismo día, por mencionar algunas de ellas.

En cuanto al resto del texto de la reforma, tal y como lo manifestamos en la CCPSL, le preocupa al sector agropecuario que aspectos de los capítulos de temas individuales y colectivos no contribuyan a proteger el empleo formal existente y mucho menos a incentivar la creación de más empleos formales.

Y tal y como lo hemos dicho en diferentes escenarios con el mismo Gobierno y a representantes del Congreso, será de la mayor importancia que se creen espacios en audiencias públicas en diferentes ciudades del país para escuchar las preocupaciones o satisfacciones de la ciudadanía sobre el texto radicado y que el debate en las comisiones séptima se dé a fondo al igual que en las plenarias.

El Gobierno tiene la intención de lograr aprobar estas reformas antes del 20 de junio del presente año. Está en manos del Congreso también decidir si esto será un ‘pupitrazo’ más o si las señales que han dado en materia de la reforma a la salud será un buen precedente para que la laboral y la pensional tengan una amplia discusión.

La oportunidad histórica de hacer las cosas bien en materia de salud, pensiones y laboral también es para los integrantes del Congreso de la República. Que el deseo de algunos integrantes del Gobierno de sacar esto rápidamente no termine perjudicando a millones de ciudadanos, porque del afán no queda sino el cansancio.    

Jorge Enrique Bedoya Vizcaya
Presidente SAC
@jebedoya