Revista Nacional de Agricultura
Edición 1003 – Mayo 2020
Aunque con algunas dificultades, las cosas hasta ahora han ido y pintan bien para Semillano.
Para la industria de semillas y particularmente para nosotros en los Llanos Orientales (Meta y Casanare), la pandemia nos ha afectado poco; por el contrario, percibimos un gran entusiasmo entre los agricultores por la siembra de arroz y entre los ganaderos, asegura Eduardo Villota Ortega, presidente de Semillano, una reconocida compañía con casi cincuenta años de actividades en la industria de las semillas de arroz y semillas forrajeras. Dichas afectaciones tienen que ver con el transporte del personal y con un aumento en los costos de ese transporte.
Como productores de semillas de arroz, genetistas y fitomejoradores –explica–, han tenido dificultades en el transporte del personal técnico de un departamento a otro, para llevar las pruebas de investigación y las pruebas de adaptación. Igualmente, en la importación de semillas de especies forrajeras de clima cálido bajo, puesto que ante lo demorado que se puso el transporte marítimo, se han visto obligados a recurrir al avión, que es mucho más costoso, y que también ofrece un servicio reducido desde Brasil.
Villota Ortega comenta que en esta coyuntura han visto encarecer el precio de algunos insumos, principalmente por el incremento del dólar. Colombia venía trabajando con un dólar de $3.300-3.400 y de un momento a otro se subió a más de $4 mil, dice.
“Nosotros hemos tenido incrementos en las ventas de nuestras semillas, por dos factores: porque este año lanzamos una nueva variedad de arroz para el Meta y Casanare, lo que entusiasmó a un segmento de agricultores, y porque ha habido buen ambiente para incrementar las áreas arroceras, atraídos por los buenos precios que existen en el mercado”, manifiesta.
Finalmente, dice que reconoce las respuestas que el gobierno nacional le ha dado a esta crisis, con las medidas que ha tomado pensando en industrias como la nuestra, con aquello de los parafiscales y de los plazos de la Dian. La banca ha sido consciente de ampliar los plazos.