Revista Nacional de Agricultura
Edición 1043 – Diciembre 2023
MUJER RURAL, REFORMAS, EXCELENCIA SANITARIA E INSTITUCIONALIDAD:
APUESTAS Y COMPROMISOS DEL SECTOR AGROPECUARIO
“Por el túnel oscuro del modelo neoliberal empezó la liquidación y por eso, la desolación de hoy de nuestro sector agrario. Yo sé que vamos a llegar al punto de la fe y el optimismo, pero antes nos toca recorrer la realidad, porque indudablemente para aproximarse al futuro, no hay plataforma distinta para llegar a la verdad que el pasado”, Iván Name.
DESTACADOS DEL PRESIDENTE DEL CONGRESO
- Por 30 años hemos tratado de convencer a los gobiernos que nos han tocado, de que no acabaran al sector agrario, como efectivamente lo hicieron. Los gobiernos de los últimos 30 años han liquidado el sector agrario colombiano. Parece como que se hubieran conjurado un brebaje vengativo y puesto de acuerdo con las insurgencias y el terrorismo para arrasar con el escenario natural de la patria.
- El sector agrario colombiano, a pesar de los gobiernos, subsiste. A pesar de carecer de una política de Estado, sobrevive. Y ahí tenemos comprometidos varios factores; el primero, el político, que es el atrasado; el segundo, la pobreza; y el tercero, la guerra.
- Yo no veo un modelo, veo un elemento como instrumento, la tierra.
- Los colombianos nunca tendremos un modelo agrario completo si no cambiamos el modelo geopolítico. Pero aún hoy, en el modelo geopolítico podemos plantear la necesidad de un nuevo modelo agrario a partir del convencimiento de que en este país para el sector agrario se necesita la reinstitucionalización.
- Tenemos que remodelar las centrales de abastos para que en ellas los grandes comercializadores sean las asociaciones de los productores el nuevo modelo agrario, al que tenemos que mirar.
La presencia y participación de Iván Name, presidente del Congreso de la República, en este encuentro de productores agropecuarios representados en la SAC, fue el espacio que usó para reconocer que desde hace muchos años había soñado con hablar ante este público, a quien le dedicó un mensaje con tono filosófico, poético y de mucha admiración.
Sus reflexiones estuvieron orientadas, en primer lugar, a hablar de la necesidad de tener modelos asociativos. Para él, este es un factor fundamental para sacar adelante reformas tan importantes como la agraria, con el tema de tenencia de tierra como eje transversal.
Para lograr esto, según dijo, hay que tener claro un punto de partida y un punto de llegada, sin desconocer que los que han pagado las consecuencias del abandono, pobreza y conflicto armado están en el campo.
Recordó las diferencias que ha habido en los programas de repartición de tierra, que al pasar el tiempo vuelven a ser invadidas. Insistió, como varios invitados al Congreso, que son más los problemas que trae entregar tierra sin tener un plan productivo para ponerlas a trabajar. Destacó que todo se trata de un trabajo conjunto, más que la entrega de tierras, para que el campo se transforme y avance.
El Senador Name se fue hasta el año 1810 para hablar del modelo económico napoleónico bolivariano que, aunque para muchos funcionó en su momento, es responsable de la pobreza, el atraso y los diferentes conflictos que tenemos en el país. Y que esto no va a cambiar ni a transformarse mientras se mantengan modelos centralistas “como con el que triunfó Bolívar sobre el modelo federalista de Santander, que permitiría que las regiones fueran autónomas, y sería un nuevo y diferente modelo para avanzar y terminar con tanta violencia y guerra”.
Así como esta última mención, el discurso del presidente del Senado estuvo marcado por las referencias históricas en las que se apoyó para decir que “hay que dejar atrás esos modelos políticos y económicos, en los que un rey tiene el control de todo, y pasar a pensar y proyectar modelos de autonomía como decía el expresidente Rafael Núñez, en 1886: ‘Descentralización administrativa y centralismo político”, pero van más de 100 años, en los que ha pasado todo lo contrario”.
Para Name también fue importante hablar de volver a tener instituciones agrarias con responsables políticos sectoriales, en las que el Estado pueda desarrollar proyectos asociativos, se forme al campesinado en procesos productivos, en tecnología, en el uso de las TICS, en uso de agroinsumos, y que aprendan a trabajar y sacarle provecho a sus potenciales. “Lo más importante es que se entienda que el trabajo asociativo no es sentarse a tomar cerveza los fines de semana, como muchas veces ocurre, es tener un objetivo común y trabajar por él”.
Sobre las instituciones, el congresista consideró que hay que “revivir” entidades que, por ejemplo, en el caso de tierras, “hagan la investigación y acompañamiento necesarios para que al hacer una redistribución los proyectos que se desarrollen sean rentables a lo largo del tiempo. Una entidad con un responsable político para actualizar y ampliar los distritos de riego”.
Para reforzar esa idea, dijo también que era necesario crear una entidad como el antiguo IDEMA, que “velaba por que los alimentos mantuvieran precios estables, evitando que el campesino se quebrara”.
El senador Name, invitó tanto los gremios, como a la sociedad en general, a dejar de lado “la resignación y juntos poder hacer la transformación que se necesita”, pues ya son más de 40 años sin reformas que son necesarias y que deben salir adelante con las críticas y recomendaciones necesarias para que beneficien a los colombianos.
“Desde el Congreso quiero decirles a los valientes trabajadores del campo, a los que hacen la patria a pesar de la política de las instituciones que no hay, tenemos un elemento que transforma, que es el de la fe”.
El presidente del Congreso mencionó la importancia de recordar los aprendizajes que dejaron instituciones agrarias para construir desde allí “un futuro que sea próspero, que sea estable, equitativo, en el que se pueda en lo posible tener pobreza cero”.
Terminó su intervención hablando de la necesidad de contar con un modelo de comercialización en el que se eliminen los intermediarios, “que lo único que hacen es enriquecerse a costa del duro trabajo de los campesinos”.
Como congresista se comprometió a hacerse responsable, y tramitar las propuestas y reformas que más beneficios tengan para toda la nación.
“Aquí en sus manos está el punto de partida de la Gran Revolución que necesita nuestra Nación, nuestro Estado y nuestra forma de vivir. Mientras les dejemos los territorios a la barbarie y a la delincuencia, no tendremos porvenir; pero aquí en esta planicie, está el futuro de la patria, su soberanía, su riqueza, su desarrollo, su futuro y su paz.”