Revista Nacional de Agricultura
Edición 1008 – Octubre 2020
Cada vez es mayor el número de agricultores y agroempresas que adquieren su material de propagación en viveros registrados.
Casi 3 mil de estos establecimientos, entre registrados y no registrados, ofrecen material de propagación a un importante segmento de la agricultura nacional, y su papel se hace cada vez más importante en la medida en que el país busca conquistar mercados externos y pretende mantener un buen estatus sanitario. Alfonso Alberto Rosero, director técnico de Semillas del Instituto Colombiano agropecuario, ICA, se refiere al tema, que no comprende a los viveros de especies ornamentales, subsector que será objeto un trabajo particular.
El viverismo, una industria en constante crecimiento
Dadas las condiciones agroclimatológicas de Colombia, el viverismo es una industria multivariada de gran impacto y presencia en todos los departamentos del país. Es una industria en constante crecimiento y de gran relevancia en la cadena productiva, no solo para consumo interno, sino para la exportación.
Actualmente, en el país hay unos 2.895 viveros entre registrados y no registrados, cifra que tiende al alza, dadas las estrategias empleadas por el Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, para el fortalecimiento de sus labores misionales en materias de admisibilidad en otros países, regulación fitosanitaria de enfermedades de control oficial, y procesos sancionatorios para combatir la ilegalidad. Cundinamarca, Antioquia, Valle del Cauca y Santander son los departamentos con más presencia de estos establecimientos, donde se producen especies ornamentales, frutales y forestales.
Aparte de la informalidad, la industria enfrenta otros problemas
A la informalidad que afecta al viverismo se le suman otros problemas, a saber: disminución en los índices de producción; pérdida de calidad en la producción nacional; aumento de problemas fitosanitarios por la producción sin asistencia técnica garantizada por un profesional; pérdida de admisibilidad y cierre de mercados internacionales; problemas socioculturales en territorio por problemas fitosanitarios que imposibilitan siembra de especies (ejemplo: Fusarium Raza 4 Tropical, Foc R4T); cero participación de productores en procesos de licitación y compras con entes públicos; pérdida de participación en programas de beneficios ofrecidos por el gobierno nacional en la pospandemia, y pérdida de participación en la solicitud de créditos Finagro y créditos vinculados con el área agrícola.
Se han importado materiales de propagación
Gran parte de los materiales utilizados para la obtención de material vegetal de propagación por parte de la industria viverista proviene del banco de germoplasma que hay en el país, el cual es caracterizado por el ICA. Pero ya se ha aprobado un alto número de solicitudes para su importación, lo que ha permitido traer unos para la renovación de plantaciones con materiales producto de fitomejoramiento.
Los productores cada vez más acuden a viveros certificados
Los cultivadores de frutales y otras especies buscan viveros certificados, no solo mantener su estatus fitosanitario, sino el del país, requisito para abrir mercados internacionales. Por esta razón son muy pocos los reclamos que se reciben si se comparan con el alto número de productos comercializados por los viveros registrados ante el ICA.
Varias son las causas de las sanciones que impone el ICA a los viveros
Entre la razones que explican las sanciones que reciben los viveros por parte del ICA se mencionan: la producción o comercialización de materiales de propagación a través de viveros sin registro; la movilización de material vegetal sin la Licencia Fitosanitaria para la Movilización de Material Vegetal (LFMMV); la presencia de plagas de control oficial y problemas fitosanitarios en el vivero, y la reincidencia en cualquiera de las faltas anteriores.
¿La industria está respondiendo al auge de la industria frutícola?
Gran parte de la demanda de material vegetal de propagación por parte del sector frutícola está siendo suplida por la industria de los viveros. Ahora bien, es bueno saber que la industria de los viveros en Colombia trabaja sobre demanda, lo que quiere decir que su producción es programada de acuerdo con las necesidades de los clientes. Pero es claro que los productores quisieran proveerse a sí mismos de sus materiales de propagación, con el fin de disminuir los costos, pero la existencia de normas que regulan el registro para la producción a través de viveros, los ha desincentivado.
De todas formas, hay que tener en cuenta que como gran parte de esta industria no se encuentra regulada ni avalada por el ICA, es necesario que los altos estándares de calidad y procesos de producción inocuos que exigen los mercados internacionales sean mantenidos mediante procesos vigilados por el instituto.
Todo esto parte del propósito de dar cumplimiento a los requisitos fitosanitarios establecidos por las autoridades homólogas del ICA en los países importadores, y particularmente a la condición de certificar fitosanitariamente los envíos de plantas, partes de plantas y productos vegetales con un Certificado Fitosanitario que asegure que esos productos fueron sometidos a procedimientos adecuados para garantizar que se ha restringido la posibilidad de diseminación de plagas en el país importador.
Finalmente, es necesario decir que los programas puestos en marcha mediante la asociatividad y firma de convenios por las entidades que participan en la cadena productiva (ICA-Agrosavia) han permitido la entrega de materiales con óptimas calidades sanitarias y genéticas, lo que permite mejorar la producción de toda la industria.
En este momento se encuentran en proceso varios proyectos de orden nacional, como, por ejemplo, el de la siembra de 180 millones de árboles, que requerirá gran cantidad de material de propagación vegetal para cumplir tan ambiciosa meta del gobierno nacional, iniciativa que debería llevar a que ese material se produzca cerca de los sitios de plantación, para evitar su movilización desde otros departamentos, con lo cual se reducirían los costos de producción y se minimizaría el riesgo de diseminación de plagas y enfermedades a zonas limpias o declaradas libres.
La industria frente a países como Perú o Chile
Países como Perú o Chile, con alta vocación agrícola, necesitan una industria viverista altamente desarrollada en procesos de calidad y de tecnología, lo que no está lejos de ser una ser la realidad en nuestro medio, pues con la globalización, varios modelos han sido traídos a Colombia, ajustándolos a las características propias del país, y están siendo determinantes para mejorar capacidades y destrezas en nuestra industria.
Sin embargo, hay que dejar en claro que aunque países como Chile, Perú, Argentina y Brasil son nuestros competidores agrocomerciales, Colombia, por su ubicación geográfica y las condiciones privilegiadas de trópico, puede mantener a lo largo de todo el año una producción constante de materiales de propagación. Estas ventajas han llevado a que nos hayamos especializado en propagación de especies que se adaptan muy bien a las condiciones propias del trópico: catleyas, orquídeas y bromelias, en el caso de las ornamentales.
El empleo
Un vivero promedio, con un tamaño de alrededor de una plaza (6.400 metros cuadrados) puede generar entre dos y tres empleos directos, y entre tres y cuatro indirectos. Así las cosas, de acuerdo con el número de viveros registrados y sin registrar, esta industria ocupa de 10 mil a 12 mil personas.
Especies que hacen parte de la industria viverista nacional
De acuerdo con la base de datos de especies registradas para la propagación a través de viveros, hay trece grandes grupos, entre los que se destacan especies como: Frutales (aguacates, naranjas, limas ácidas, limones, duraznos, guanábanas, guayabas, mangos, papayas, maracuyá, zapotes, moras, peras).Forestales (abarcos, acacias, achiote, almendros, camajón, cedros, guayacanes, pinos, robles, melinas, caobos, tecas, guarumos). Ornamentales (veraneras, pinos, helechos, orquídeas, crotos, aves del paraíso, hollies, cactus, heliconias, durantas, anturios, rosas, alstroemerias, palmeras, jazmines, suculentas). Aromáticas (albahaca, cidrón, ruda, yerbabuena, mejorana, toronjil, jengibre, cúrcuma, menta, limoncillo, aloe vera, toronjil, hierba limón, eucalipto, orégano, totumo, boldo rojo, flor de Jamaica, hierba santa, diente de león, ortiga, salvia). Forrajeras (crotálias, gramíneas y leguminosas). Hortalizas (ají, ahuyama, calabaza, berenjena, habichuela, pepino, tomate, melón). Medicinales (yerbabuena, pronto alivio, romero, orégano menta, poleo, mejorana, tomillo, sábila, nardo). Musáceas (plátano, banano). Cacao, café, caña, caucho y palma de aceite, entre otras.