Revista Nacional de Agricultura
Edición 1003 – Mayo 2020

La pandemia hizo que esta empresa redujera su plan de siembras para este año, de 6 mil a 1.500 hectáreas.

Fundada hace diez años, Forestal de la Orinoquia es una plantación a gran escala, cuyo centro de operaciones se encuentra en el Vichada, donde se proponen sembrar un inmenso bosque de 150 mil hectáreas. Tatiana Pachón, la gerente para Colombia de Forestal de la Orinoquia, cuenta cómo han enfrentado la pandemia:

Hemos tenido el privilegio de poder continuar con nuestras operaciones, aunque sí nos hemos visto afectados porque tenemos un personal fuera de Colombia que no ha podido regresar, debido a lo cual tuvimos que redistribuir y reasignar algunas tareas.

En campo, se están aplicando todos los lineamientos de bioseguridad que ha dictado el gobierno nacional, y muy especialmente en el vivero, donde trabajan personas que viven en el centro poblado más cercano (La Venturosa). En efecto, para evitar que pudieran ser fuente de contagio, los convencimos que se quedaran a vivir temporalmente en la hacienda, donde les construimos un campamento adecuado. Por otra parte, a las seis semanas de cuarentena, cuando nos aseguramos de que no había ningún caso de covid-19 en el departamento, sacamos personal a vacaciones anticipadas.

Todo el tiempo hemos trabajado de la mano con el enfermero del pueblo y con las autoridades de salud del municipio y del departamento, con base en unos juiciosos protocolos de bioseguridad, dirigidos al personal. Igualmente, creamos unos protocolos para el recibimiento de la carga que nos llega del interior del país, y en nuestras oficinas de Bogotá, el personal se encuentra en teletrabajo.

Ahora estamos a la espera de que el gobierno autorice la reapertura del transporte nacional, para poder sacar del Vichada a nuestro personal, que trabaja en rotación: sesenta días en campo y quince o veinte afuera. Como había personas que estaban, por ejemplo, ad portas de salir a vacaciones, algunos optaron por quedarse para no correr riesgo de contagiarse en otra parte. Y aunque para ellos creamos unos incentivos, hay personas que ya van a completar casi medio año sin ver a sus familias, lo cual comienza a ocasionar unas dinámicas sicológicas para ellos y sus familias.

Otra cosa que nos ha favorecido es que como todavía no hemos entrado en producción, no necesitamos sacar nada de allá; por ahora estamos sembrando. Pero sí tuvimos un sobrecosto de 30% en el transporte hacia la plantación durante las primeras cuatro semanas de haberse decretado la pandemia.

Forestal de la Orinoquia, que trabaja con las especiesEucalyptus pellitayAcacia mangium, tiene previsto sacar su primera cosecha de madera en el último trimestre del próximo año. Antes de este problema sanitario teníamos la expectativa de sembrar 6 mil hectáreas este año, pero tuvimos que reducir de manera significativa esa cifra a 1.500, por dificultades para conseguir personal y ciertos insumos. Hoy, tenemos 12 mil hectáreas plantadas.