Revista Nacional de Agricultura
Edición 1003 – Mayo 2020

Catalina Sandoval Tristancho, vicepresidenta de Asuntos Corporativos de la SAC, habla sobre la gestión institucional en los últimos cincuenta días.

La complicada coyuntura sanitaria por la que atraviesa el país, le ha demandado a la SAC un gran esfuerzo en los más variados frentes, en el propósito de que el sector agropecuario se reactive pronto y plenamente.

P.: ¿Qué ha pasado desde el último balance que entregó la SAC sobre su gestión (29 de abril)?

R.: Hemos adelantado un trabajo muy articulado, técnico y detallado con cada uno de los afiliados en asuntos que nos permiten seguir sorteando la coyuntura y pensar en la reactivación económica, la cual trae implícita la reactivación del consumo. Por ejemplo, trabajamos en apoyar al gobierno en la construcción de los protocolos de bioseguridad para los sectores agrícola y pecuario, porque nuestra prioridad es mantener la producción, ayudando a cuidar la salud de quienes han garantizado su continuidad.

También trabajamos en la puesta en marcha del proyecto del Banco de Desarrollo de América Latina, CAF, para el impulso de las exportaciones agropecuarias; la revisión del sistema de crédito y financiamiento, que garantice el acceso de todos los productores; la revisión de las medidas laborales que ha expedido el gobierno, y la identificación de mecanismos que permitan contar con mayor seguridad jurídica en materia de tierras, y la bancarización y el fortalecimiento de la educación financiera, entre otros asuntos.  

Además, en las últimas semanas también hemos venido trabajando con todos nuestros afiliados en establecer qué necesitamos para reactivar el consumo de los hogares, ya que en esta coyuntura todos nos hemos visto afectados en menor o mayor medida y se ha presentado una reducción en el consumo en general, con el consecuente perjuicio para no pocos de nuestros subsectores.

Por último, el gobierno ha expedido más de cien normas en el marco de esta coyuntura, por lo que desde la SAC buscamos facilitarles a todos nuestros afiliados y productores el análisis de las mismas, para que sepan cómo los benefician.

P.: ¿Con quiénes se articula todo este trabajo?

R.: No solo se trata del equipo de la SAC, que está totalmente comprometido, sino de la articulación que tenemos con todos los presidentes y equipos técnicos de los afiliados. Yo creo que esta coyuntura nos ha permitido demostrar la capacidad que tenemos de trabajar de manera conjunta y por un mismo propósito.

Estamos siempre al día con la realidad de lo que está ocurriendo en el país, y particularmente en el sector. Nos reunimos constantemente con nuestros afiliados y con otros actores, y estamos pendientes de lo que está trabajando el gobierno, buscando que de manera efectiva eso les sirva a nuestros productores.

Buscamos establecer mecanismos de comunicación más efectivos para que los insumos que nosotros generamos hagan más fácil la tarea de todos, y que las propuestas que se construyan sean tenidas en cuenta por nuestros distintos grupos de interés.

P.: ¿Cómo van los gremios con la implementación de los protocolos de bioseguridad?

R.: Como nosotros no paramos de operar, muchos gremios y muchas empresas afiliadas a la SAC se dedicaron a dar a conocer los protocolos para que pudieran ser implementados en sus respectivos sectores. Entonces, de una u otra forma, los protocolos fueron la formalización de las buenas prácticas que se empezaron a poner en práctica desde el inicio de la pandemia en el sector agropecuario.

Nos centramos en buscar que los protocolos atendieran la realidad del campo, pero sobre todo, la salud de quienes trabajan en él. Estos protocolos buscan dar claridad sobre buenas prácticas de cuidado y autocuidado en toda la cadena productiva, desde la siembra hasta la transformación. En lo que tiene que ver con su implementación, la SAC y todos los gremios de la producción se han enfocado en la difusión de los mismos, para que estos no se queden en el papel, sino que se apliquen de manera efectiva en las distintas actividades del sector. 

P.: ¿Cuál es el reto de la SAC para junio?

R.: Nuestra principal meta, de cara a los lineamientos que nos han dado el presidente y la Junta Directiva, es impulsar mecanismos que lleven a que el sector agropecuario haga parte de la reactivación económica.

Tenemos una prioridad: poner en la agenda nacional y en la discusión de todos los colombianos la necesidad de que el agro cuente con seguridad jurídica en muchos frentes y disponga de un régimen laboral que sea real y se adapte a las particularidades de la ruralidad, para  garantizar que todos los productores y  sus trabajadores tengan acceso a seguridad social, a pensiones, a una vida digna. Para esto, tenemos una tarea grande con quienes toman decisiones: el gobierno, el Congreso, las Cortes y los sindicatos, para que juntos busquemos una reforma laboral para el campo, que responda a las necesidades del sector y permita que  la oferta estatal llegue de manera efectiva.

Tenemos unos retos muy grandes en crédito y financiamiento. Estamos mirando con nuestros afiliados de qué manera dinamizamos aun más la colocación de crédito, pensando en que hay distintas necesidades y capacidades, y que el sistema en sí mismo debe responder a todos.

Desde la SAC hemos trabajado de la mano con el gobierno en la búsqueda de  prelación para los productos agropecuarios nacionales en las compras públicas, para lo cual estamos pendientes de la reglamentación de la Ley del Plan de Desarrollo en esta materia. Este asunto cobra mayor relevancia en este momento, cuando tenemos que dinamizar el consumo y buscar que el impacto que se ha tenido hasta el momento en varios de nuestros subsectores se pueda minimizar.

Queremos lograr una conversación rural nacional, que nos ayude a entender que existe una deuda histórica para con el campo, que si no la empezamos a saldar en el marco de esta coyuntura, difícilmente vamos a hacerlo hacia adelante. Todos los momentos difíciles traen retos y oportunidades, y creo que este es un momento propicio para dar estas discusiones que no hemos dado en los últimos años. Como país debemos pasar del discurso y del papel a las acciones efectivas.

Nuestro anhelo es que la discusión rural no sea solo de la ruralidad, sino de todo el país, de quienes toman las decisiones, de quienes opinan sobre la realidad nacional, y que la saquemos del campo y la volvamos una discusión nacional, para que entendamos que todos los productores y empresas del sector, independientemente de su tamaño, deben ser competitivos y rentables, y que la empresarización del campo, lejos de ser un asunto ideológico, es el mecanismo a través del cual podemos mejorar la realidad económica y social de quienes habitan y trabajan en él.

P.: ¿Qué les diría a los productores del campo?

R.: Que en la SAC no hemos parado ni un solo día y que cada una de las personas que aquí trabajamos tenemos un compromiso de que el campo siga operando en esta coyuntura y lo podamos seguir impulsando para que nuestros productores y empresas tengan rentabilidad y se mejoren las condiciones sociales y económicas del campo.

Para la SAC, los productores y empresas son nuestra razón de ser, y este me parece un momento oportuno para reiterales que hay una gremialidad agropecuaria que no ha parado, en la tarea de brindarles, en la medida de lo posible, las garantías para su operación. Estamos 24/7 en función de sus necesidades y requerimientos.