Revista Nacional de Agricultura
Edición 1032 – Diciembre 2022
El año que termina estuvo marcado por una suerte de hechos que perturbaron con fuerza la economía nacional. En el 2022, en efecto, se siguieron viviendo algunos coletazos de la pandemia del covid-19 y del paro nacional del 2021. Putin ordenó la barbaridad de invadir a Ucrania, con un costo enorme que está siendo asumido por muchos países en el mundo: incrementos en los precios de las materias primas para la fabricación de fertilizantes, lo mismo que en los del maíz, trigo y otros granos, por ser esas dos naciones, grandes abastecedoras del mundo. El encarecimiento inédito de los alimentos de la canasta familiar ayudó a empujar la inflación por encima de 12% año corrido, cuando en el 2021 llegó a 5.6%.
Igualmente, el dólar llegó a superar la barrera de los $5 mil, con un efecto negativo sobre las importaciones de materias primas, bienes elaborados y productos con un importante componente importado, pero jugó en favor de los exportadores. La Niña, que convirtió al 2022 en uno de los más lluviosos, ha dañado extensas zonas agropecuarias del país y buena parte de su infraestructura de vías terciarias, con unos costos incalculables. Las amenazas de una recesión global siguen a la orden del día, y particularmente las de una abrupta caída en el crecimiento económico nacional, que pasaría de 8.1% en el 2022 a 0.7%-1.3% en el 2023. Y finalmente, la incertidumbre que continúa causando el nuevo gobierno entre el empresariado y los inversionistas extranjeros sobre el futuro de economía nacional.
Qué fue lo bueno y lo malo del 2022, y qué avizoran para el 2023, fueron las preguntas que les formulamos a todos los gremios afiliados a SAC. Estas fueron sus respuestas.
FEDEPANELA
CARLOS FERNANDO MAYORGA. GERENTE
Lo bueno del 2022.
Que, relativamente, los precios de la panela se hubieran mantenido, aunque, como es lógico, toca hacer la relación entre costos de producción y precios al productor. Considero que en ello ha influido mucho el trabajo que se ha venido haciendo para el fortalecimiento de las exportaciones, el ingreso de algunas organizaciones al mercado institucional, la proveeduría de algunas agroempresas paneleras a la industria de alimentos y el trabajo juicioso que vienen adelantando algunos de los productores para insertarse en el canal “horeca”. Y definitivamente creo que algo muy importante y de lo mejor, han sido las campañas de promoción al consumo, gracias a las cuales garantizamos que este no se siga deprimiendo, como lo viene haciendo en estos últimos años.
Lo malo.
La inflación, el alza en los precios de los alimentos, el encarecimiento de los insumos, como efecto, entre otros, de la guerra entre Rusia y Ucrania. Todo esto ha causado un impacto muy duro en nuestro sector en términos económicos, sobre todo por la subida del costo de los insumos, de la mano de obra y del precio los alimentos, factores que inciden de manera importante en los costos de producción. Creo que es un asunto que todavía tenemos que abordar y trabajar muy rigurosamente para que no se vayan a desestabilizar nuestras regiones paneleras.
Cómo se ve el 2023.
Para el próximo año, vemos muchas expectativas frente a la mano de obra, que es muy escasa en el subsector, por lo que resulta importante que diseñemos las estrategias para que este factor no golpe tanto nuestra productividad. Igualmente, nos toca seguir trabajando los asuntos comerciales, y a la luz de lo que está planteando el nuevo gobierno, la gran tarea consiste en fortalecer nuestras asociaciones de productores, que vienen trabajando con Fedepanela en un esfuerzo muy fuerte en lo administrativo, en lo participativo y en lo comercial. Creo que en la medida en que sigamos desarrollando nuestro trabajo gremial, podremos consolidar esas asociaciones para que se conviertan en unos actores de transformación en los diferentes territorios paneleros del país.
CÁMARA DE PROCULTIVOS DE LA ANDI
MARÍA HELENA LATORRE, DIRECTORA EJECUTIVA
Lo bueno del 2022.
La acción participativa de las comunidades agrícolas en los programas de Procultivos, la cual plasmó realidades de los núcleos productivos y perfeccionó el acompañamiento a los productores para los cambios en el manejo de cultivos. Lograr, en manos de los agricultores, cultivos más productivos, porque las cosechas tienen más rendimientos y mejores calidades. La integración de paquetes tecnológicos con insumos y bioinsumos en los cultivos de los beneficiarios de los programas, para alcanzar cosechas inocuas.
El acompañamiento a los empresarios afiliados a Procultivos en el monitoreo de inventarios para el abastecimiento de insumos. Demostrar que la apicultura y la agricultura son simbióticas y pueden trabajar juntas. El trabajo con las autoridades involucradas en el registro de los productos de nutrición y protección de cultivos, en el robustecimiento de la regulación para estos insumos. La consolidación los programas Mentes Fértiles y CuidAgro con mayor cobertura de zonas y cultivos.
Lo malo.
La desinformación sobre las bondades de las tecnologías de protección y nutrición de cultivos. El desconocimiento de actores del agro en materia de los insumos para la protección y nutrición de cultivos, como ejemplo, la existencia en Colombia de trece plantas de producción. La satanización de productos para la protección de cultivos, que ha puesto en riesgo la oferta de insumos para combatir las plagas, enfermedades y malezas. El crecimiento del mercado ilegal de insecticidas, fungicidas, herbicidas y fertilizantes, especialmente la falsificación de estos productos.
Cómo se ve el 2023.
Trabajar por y con las comunidades agrícolas como sujetos activos de la investigación, con acción participativa en la transformación de sus fincas. Fortalecer la agricultura sostenible, por la integralidad en los proyectos técnicos. Robustecer los programas para los productores del campo, con más temáticas que fortalezcan su negocio. Trabajo en desarrollo humano para aportar a la empresarización del campo. Fomentar los bioinsumos con el establecimiento de una plataforma regulatoria que garantice un portafolio más sólido de estos productos.
FEDEPAPA
GERMÁN PALACIO VÉLEZ, GERENTE
Lo bueno del 2022.
Para el sector de la papa, el 2022 fue un año en el que los logros se vieron impulsados gracias a las medidas antidumping, que nuevamente la Federación logró promover. En efecto, se expidió la Resolución 261 del 30 de septiembre, por medio de la cual la Dirección de Comercio Exterior del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, dispuso prorrogar los derechos antidumping definitivos por un periodo de cinco años, y aumentar el impuesto a empresas europeas que más han afectado al mercado colombiano, la industria nacional y los productores de papa.
Igualmente, celebramos que la nueva reforma tributaria permita a los productores de papa deducir los costos asociados a la mano de obra en su declaración del impuesto de renta y complementario.
De otra parte, mencionamos la participación de Fedepapa en la revisión del Acuerdo Bilateral de Comercio con Honduras, liderada por el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, con el fin de buscar condiciones de acceso a mercados externos para los productores de papa y así fortalecer el aprovechamiento del TLC. También resaltamos la celebración de nuestro Congreso Nacional de Productores de Papa
Lo malo.
Los altos costos de los insumos agropecuarios y el incremento de las importaciones de papa congelada procesada.
Cómo se ve el 2023.
La Federación y el sector productivo de la papa esperan afrontar los diferentes retos y oportunidades que se den, desde los precios de los insumos, la productividad y los problemas que el cambio climático. Además, se mantendrá la motivación de los productores para que continúen trabajando en pro del campo colombiano.
FEDEARROZ
RAFAEL HERNÁNDEZ, GERENTE GENERAL
Lo bueno del 2022.
Este fue un año de recuperación de precios, luego de un 2021 con un nivel de precios bajo tanto en paddy verde como en blanco. Esta recuperación de los precios mejoró la intención de siembra de los agricultores arroceros a partir del segundo semestre del 2022, pese a los grandes incrementos en los costos de producción.
Fedearroz organizó con éxito el XXXVIII Congreso Nacional Arrocero, en el que se reunieron los productores más representativos de cada zona y otros actores importantes en el desarrollo del sector, como el gobierno, la academia e instituciones privadas. El fortalecimiento de la asistencia técnica, a través del programa Amtec, y el lanzamiento de la nueva variedad Fedearroz 75, se sumaron a los logros entregados.
Lo malo.
Las consecuencias de la pandemia del covid-19 y del conflicto Ucrania-Rusia, que ha llevado el precio de las materias primas para la producción de alimentos a niveles históricos, impactando negativamente, entre otras cosas, a la seguridad alimentaria en todo el mundo. Esto ha incrementado en más de 40% los costos de producción en algunas zonas arroceras del país.
Las fuertes lluvias por el fenómeno de La Niña, acompañadas de zonas que permanecen inundadas, como es el caso de La Mojana, ha hecho que varios productores no hayan podido sembrar o hayan perdido parte de sus inversiones.
Cómo se ve el 2023.
En el XXXVIII Congreso Nacional Arrocero, se compartió el lema bajo el cual el gremio seguirá trabajando el año que viene: “El arroz como motor de desarrollo sostenible”, a través de los programas de investigación y Transferencia de tecnología. Igualmente, en el 2023, Fedearroz hará el Quinto Censo Nacional Arrocero, con el que se actualizarán el mapa arrocero colombiano y el comportamiento de sus principales variables.
Se espera que el nivel de precios de los agroinsumos disminuya, contribuyendo así a la normalización de las estructuras de costos de producción de los agricultores. En materia de producción, esperamos que con la recuperación del precio en el 2022, se recuperen las áreas sembradas, para que haya un mayor abastecimiento del producto a escala nacional.
FEDEPALMA
NICOLÁS PÉREZ MARULANDA, PRESIDENTE EJECUTIVO
Lo bueno del 2022.
El comportamiento del sector, en términos de precios y producción. Según estimaciones de Fedepalma, la producción 2022 mantendrá niveles similares a la del 2021, alcanzando nuevamente 1.7 millones de toneladas. Por otra parte, considerando el buen desempeño de los precios, se calcula que el valor de la producción será cercano a $8.8 billones, posicionando al sector palmicultor como un dinamizador del campo colombiano en los 161 municipios de 21 departamentos en los que se desarrolla esta actividad.
El aceite de palma continuó consolidándose como el preferido de los colombianos. Durante el 2022, 70% de la producción estará destinada al mercado nacional, reduciendo así la dependencia de aceites vegetales de Colombia y contribuyendo a la seguridad alimentaria del país, en un contexto de aumento de precios de la canasta básica de alimentos.
Lo malo.
El aumento en los costos de producción, como resultado de la devaluación del peso colombiano, y el incremento de los precios de los fertilizantes y la maquinaría importada, así como la situación climática del segundo semestre, afectaron este año el ingreso de los productores. El precio de los fertilizantes utilizados en la palma de aceite tuvo un incremento de 48% en 2020-2021, lo que afectó la competitividad del sector, en la medida en que hasta 34% de los costos de producción de una tonelada de aceite de palma crudo corresponde a estos insumos. Así mismo, el aumento en las tasas de interés ha encarecido la financiación de la actividad productiva.
Cómo se ve el 2023.
En precios y producción, se proyecta que continuarán en buenos niveles para el sector palmicultor. Sin embargo, preocupa que la situación del clima pueda tener consecuencias en la productividad y los costos. En el 2023, el sector continuará posicionando el aceite de palma colombiano como un origen sostenible, a través de la estrategia de Aceite de Palma Sostenible de Colombia, que buscan que este sea reconocido y apetecido por sus atributos de sostenibilidad. Esto, además, para capitalizar las oportunidades de las nuevas reglamentaciones internacionales en Estados Unidos y Europa.
El reto para el sector será, entonces, duplicar esfuerzos para acelerar estos aspectos, levantar información, implementar tecnología necesaria y así lograr que el producto de aceite de palma colombiano tenga trazabilidad desde el predio donde se produce.
AGROBIO
MARÍA ANDREA USCÁTEGUI, DIRECTORA EJECUTIVA
Lo bueno del 2022.
Diferentes sectores expresaron su respaldo a las semillas genéticamente modificadas, pues su participación en la audiencia pública del proyecto fue avasallante y contundente. Tanto los diferentes gremios, como miembros prominentes de la academia, representantes de gobierno, congresistas, y principalmente agricultores de diferentes regiones del país, se unieron para alzar su voz en favor de la biotecnología agrícola.
Lo malo.
El Proyecto de Acto Legislativo 004-2022-C, que buscaba prohibir constitucionalmente las semillas transgénicas en el país. Este tipo de iniciativas legislativas bloquean el acceso a la innovación y a la tecnología en mejores semillas para los agricultores, quienes serían los primeros perjudicados con una medida de este tipo. Son ellos quienes por más de quince años han cosechado los beneficios que traen las semillas transgénicas a su forma de producción y saben con seguridad que le permitirán al país mantener una producción sostenible, competitiva y a enfrentar los desafíos del cambio climático.
Cómo se ve el 2023.
El siguiente año trae mucha expectativa, precisamente por la intención de incrementar la producción nacional maíz y algodón en el país, para lo que se requiere disponer de las mejores semillas y la mejor tecnología. Al mismo tiempo, atravesamos una ola invernal que ha afectado la producción, no solo de estos cultivos, sino de muchos otros a escala nacional. Esperamos que a pesar de las vicisitudes, Colombia se acerque más a su meta de seguridad alimentaria.
FEDEACUA
CÉSAR AUGUSTO PINZÓN, DIRECTOR EJECUTIVO
Desde el 2010, el sector acuícola colombiano crece de forma fortalecida, tanto en producción como en comercio exterior. Para este año, estamos calculando un crecimiento cercano a 10% en la producción, pues se pasará de 200 mil toneladas, mientras que las exportaciones superarán la barrera de los US$100 millones de dólares, para un aumento de 27%. Todo esto, a pesar de la difícil situación económica (global y nacional), que elevó sensiblemente los costos de producción. El alimento, por ejemplo, ha tenido un aumento real de 32%, mientras que los precios que se pagan a los productores no están acompañando esos mayores costos.
Esta situación nos está llevando a una reingeniería en el sector, apostándoles a nuevos mercados, a la búsqueda de nuevas presentaciones, a la exploración de subproductos –como la harina de pescado y sus respectivos aceites–, al ejercicio de unión entre piscicultores para compra de insumos y venta de productos.
La difícil situación que ha vivido el sector piscícola, nos está sacando de nuestra zona de confort, con lo que esperamos avanzar en el fortalecimiento de la cadena.
Para el próximo año, continuaremos trabajando en asuntos estratégicos para el sector, como la formalización, una ley de la acuicultura, y la domesticación del pez panga, el cual puede no solamente contribuir a la seguridad alimentaria, sino a la seguridad social, financiera y fiscal del país. También esperamos internacionalizar nuestro sello Pescado Colombiano y consolidar nuestros informes de sustentabilidad de la Iniciativa de Informe Global, GRI (por sus siglas en inglés).
ASOCOLFLORES
AUGUSTO SOLANO, PRESIDENTE EJECUTIVO
Lo bueno del 2022.
El regreso a la presencialidad le permitió al sector floricultor reencontrase con los diferentes actores, nacionales e internacionales del sector. Esto, sumado a un gran esfuerzo realizado en materias de sostenibilidad, innovación, representatividad internacional y promoción nos permitió seguir consolidando la imagen de las flores de Colombia y continuar creciendo en exportaciones.
Lo malo.
La guerra en Ucrania, la desaceleración en el crecimiento de la economía mundial, la inflación en Estados Unidos y el problema del gas en Europa, que definitivamente elevaron los costos de producción, como es el claro ejemplo de los fertilizantes. Por otra parte, la disminución significativa de la capacidad de transporte aéreo de carga y el incremento de sus tarifas a escala mundial.
Cómo se ve 2023.
Un año lleno de retos para todos los países. Desde nuestro sector nos enfrentaremos a dos muy importantes. El primero, es sostener los 200 mil empleos formales, directos e indirectos que generamos, conservando nuestra competitividad, frente a los posibles cambios en los asuntos laborales que se avecinan. El segundo, es continuar liderando el trabajo en la sostenibilidad en el sector agrícola. La sostenibilidad en el 2023 va a jugar un papel determinante para la supervivencia de las empresas, y en la floricultura internacional será una regla de oro.
FEDECACAO
EDUARD BAQUERO, PRESIDENTE
Lo bueno del 2022.
Este fue un año positivo para Fedecacao y el gremio cacaotero. Tuvimos nuestro proceso electoral, con las elecciones cacaoteras; los cacaocultores acudieron masivamente a las 306 mesas que se instalaron en todo el país para escoger a sus representantes en las distintas instancias, para un total de más de 41.200 votos. Esto demuestra la solidez de nuestro gremio y su carácter democrático, valores que fueron destacados por la ministra de Agricultura, Cecilia López. También acabamos de finalizar nuestra cuarta versión del Chocoshow, el evento que hacemos en alianza con Corferias, al cual asistieron más de 13 mil personas, y que se viene consolidando como la muestra más importante del país de la cadena cacao-chocolate.
Este 2022 renovamos cerca de 11 mil hectáreas de cacao envejecido, con lo cual continuamos nuestro proceso de modernización de la cacaocultura colombiana. Y para cerrar, la Federación cumple sesenta años de fundada. Los celebramos el 19 de diciembre en Gigante, Huila, donde se llevó a cabo la primera asamblea de productores. También destacamos que en nuestro Congreso Nacional Cacaotero (noviembre 2022), se logró que la participación de las mujeres en la nueva Junta Directiva llegara a 40%. Queremos que la mujer cacacultora tenga una participación real en los órganos directivos del gremio, y lo estamos logrando.
Lo malo.
Sin duda, la prolongada temporada de lluvias. Son veintiocho meses de lluvias, que naturalmente afectan a todos los sectores productivos del agro, y el cacao no es la excepción. Las lluvias, además, perjudican particularmente al cultivo, ya que facilitan la dispersión de enfermedades, lo cual golpea directamente la producción. Por eso, la baja de más de 10% en las cifras de producción del año cacaotero (octubre 2021-septiembre 2022) con respecto al año cacaotero anterior. Por esa reducción en la producción esperamos cerrar con 60 mil toneladas el 2022, 9 mil menos que en el 2021. Cerca de $70 mil millones se dejaron de vender por esa baja de producción y con ello, una reducción en el recaudo de la Cuota de Fomento Cacaotero de más de $2.100 millones, lo cual también impacta el trabajo misional de Fedecacao con sus servicios de extensión para los productores de cacao.
Cómo se ve el 2023.
Estamos trabajando para que en el 2023 podamos contar con nuevas alianzas con instituciones como el Ministerio de Agricultura, gobernaciones, alcaldías y cooperación internacional, para continuar con nuestro programa bandera de renovación de cacaotales, todo para que el cacaocultor colombiano pueda conseguir una mayor productividad y un incremento de sus ingresos, para beneficio de su familia. Continuaremos nuestro trabajo para la promoción del cacao en diversos mercados nacionales e internacionales, y para ello seguiremos con el apoyo de “María del Campo”, que como representante de las familias cacaocultoras y del cacao colombiano, sigue haciendo una gran labor.
ASOCAÑA
CLAUDIA CALERO, PRESIDENTA
Lo bueno del 2022.
Fue un año muy importante, ya que avanzamos mucho en fortalecer nuestro trabajo con las comunidades, por medio de programas como Compromiso Rural, con el que creamos 1.846 nuevos empleos y apoyamos a más de 480 emprendedores de la región. También lanzamos la marca Corazón de Caña, que representa a todo el sector agroindustrial de la caña, como un homenaje a nuestra tierra, a nuestra región, nuestra gente y a Colombia.
Fueron positivos los precios internacionales. Luego de la crisis de precios de 2018-2020, se ha dado una recuperación de los ingresos de la agroindustria en el mundo, incluida Colombia. Sin embargo, sabemos que este es un mercado de ciclos, y todo parece indicar que este ciclo alcista ha llegado a su fin.
Lo malo.
El clima. Hemos tenido uno de los años más lluviosos en la región en los últimos treinta años, por cuenta de La Niña, que ha afectado el desarrollo normal de la cosecha y los rendimientos. Mientras que el rendimiento comercial (toneladas de azúcar por tonelada de caña) promedio para 2010-2022 fue de 10.9%, a septiembre del 2022 fue de 10.3%, para una reducción cercana a 112 mil toneladas en la producción (azúcar + alcohol equivalente).
También tuvimos situaciones muy difíciles en el norte del Cauca, debido a invasiones a la propiedad privada. Afortunadamente, esta situación ha mejorado en el marco de las mesas de diálogo que lidera el gobierno nacional, en las cuales hemos manifestado nuestra voluntad de hacer parte de la solución y de contribuir a la paz y al desarrollo rural integral de la región.
Cómo se ve el 2023.
Tenemos expectativas muy positivas para el 2023. Por supuesto, seguir consolidando el trabajo conjunto con las comunidades de nuestras zonas de influencia, llevando ese Corazón de Caña que hoy nos representa y que se transforma en apoyo a la cultura, al deporte, a los emprendimientos y al talento en general de esta región y de Colombia. En materia de mercados, el panorama es diferente. Se estima que el mundo entrará en una fase bajista de los precios internacionales del azúcar, muy en línea con las perspectivas de una contracción de la economía mundial. En el frente interno vamos a tener un primer trimestre pasado por más lluvias, pero esperamos que hacia mediados del año las condiciones climáticas se normalicen, permitiéndole a la agroindustria operar a plena capacidad.
CONALGODÓN
CÉSAR PARDO, PRESIDENTE
El 2022, fue un buen año para el algodón de Colombia. Cerró con la siembra de 14.100 hectáreas, frente a las 8.200 del 2021, y con una producción de 14.194 toneladas de fibra, en comparación a las 7.880, también del año pasado. Por primera vez en la historia del cultivo, la productividad obtenida superó una tonelada por hectárea, que es un registro muy favorable, si se compara con grandes productores y exportadores, como Estados Unidos y Argentina. El consumo nacional también mostró una recuperación importante, al pasar de 26 mil toneladas en el 2021 a 34 mil toneladas en el 2022. El tamaño del mercado continúa siendo una oportunidad para el aumento de la producción nacional.
Los costos de producción continuaron disminuyendo, haciendo cada vez más competitivo el cultivo. El mercado mundial fue muy volátil, con precios inusualmente altos en el primer semestre y moderados en el segundo semestre. La rentabilidad del cultivo mejoró y los agricultores ven ahora con optimismo la producción para el año entrante.
En el 2022 se iniciaron los cultivos comerciales de algodón en la altillanura y se instaló una moderna planta desmotadora en Puerto López, Meta. La apertura de esta región va a ser definitiva en la ampliación del área algodonera nacional. La comercialización se consolidó con el apoyo de la industria y del Fondo de Estabilización de Precios a los algodoneros para la utilización de los mercados de opciones en las bolsas de futuros para proteger los precios de venta.
No obstante, la mejora en la rentabilidad del cultivo, el agricultor semestral se enfrenta a otras opciones de siembra tanto y más rentables, como el maíz y la soya. La competencia por tierras aptas para estos cultivos en las zonas tradicionales del interior y de la Costa no es favorable para el algodón por el alto valor de las inversiones requeridas. El sector algodonero adolece de maquinaria moderna y de infraestructura para una comercialización eficiente. Los elevados costos de mano de obra incentivan la mecanización del cultivo, pero, a su vez, la devaluación y las altas tasas de interés encarecen y desestimulan las inversiones en equipos y maquinarias modernas que requiere el cultivo.
Los algodoneros ven oportunidades en las políticas del nuevo gobierno, de incentivar la producción nacional para la sustitución de importaciones de materias primas requeridas por la industria y los consumidores, metas que se pueden conseguir si estos apoyos se dirigen a aumentar las inversiones, a mejorar la infraestructura de la producción y a fomentar el uso de instrumentos modernos de seguros de cosechas y de coberturas de riesgos para mejorar la comercialización.
GRUPO DIANA
ANDRÉS MURRA, CEO
El 2022, continuó reflejando crecimiento y oportunidades para el país y el Grupo Diana. A lo largo del año, hicimos inversiones en infraestructura y fortalecimos nuestra capacidad organizacional para continuar trabajando en nuestro propósito de crecer como una marca poderosa. Tuvimos el reconocimiento de ser la primera marca nacional en la mente y corazón de los colombianos, junto con dos grandes multinacionales de gran tradición. Esto nos motiva a seguir día a día llevando lo mejor del campo a la mesa de los colombianos. Nuestra promesa es calidad, excelencia y amor por lo que hacemos.
La realidad y la economía cambiante representaron un reto que asumimos con entereza. La incertidumbre económica trajo consigo incrementos en nuestros costos de materias primas y en tasas de interés; adicionalmente, la situación invernal y el deterioro en la infraestructura vial en diferentes zonas del país hicieron más complejas nuestras operaciones logísticas. Sin embargo, asumimos el reto para continuar teniendo operaciones eficientes y enfocadas en mejora continua, lo que nos permitió llegar a más regiones del país con nuestros productos.
La economía cambiante y el entorno agitado al que actualmente estamos enfrentándonos, puede ponernos retos desconocidos para el 2023, y solo volviendo a nuestra esencia y a nuestros valores podremos superarlos y seguir en nuestra senda de crecimiento. Continuamos con la convicción de apoyar la creación de empleo y también velar por el cuidado de nuestro medio ambiente.
ASOHOFRUCOL
ÁLVARO ERNESTO PALACIO, PRESIDENTE
Lo bueno del 2022.
Para Asohofrucol, el año que termina deja la satisfacción de una labor realizada con todo el profesionalismo que caracteriza a la Asociación. Mediante los proyectos ejecutados fue posible atender a más de 21 mil agricultores, a través de diferentes iniciativas, las cuales alcanzaron un valor aproximado a $43.000 millones.
Es de resaltar que, en el periodo enero-octubre del presente año, el sector hortofrutícola ha tenido una dinámica de crecimiento significativa en la exportación de varios productos. En términos de volumen, los productos exportados con mayor crecimiento fueron piña (226%), gulupa (59%), lima Tahití (32%) y uchuva (11%). En valor, se destaca el crecimiento de piña (72%), lima Tahití (69%), gulupa (19%) y uchuva (4%).
En valor, en el periodo señalado, las exportaciones de frutas y hortalizas, tanto frescas como procesadas, sumaron US$529 millones, mientras que en volumen alcanzaron las 317.078 toneladas.
Por otro lado, se debe destacar la efectiva articulación que logró la Asociación con entidades como el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, Analdex, ICA, Agrosavia, gobernaciones, alcaldías y secretarías de Agricultura, entre otras, lo que hizo posible brindar un acompañamiento integral a los empresarios del campo colombiano, quienes recibieron asistencia técnica integral, transferencia de tecnología, fortalecimiento organizacional, agroinsumos y herramientas, lo que les permitió hacer más productivos sus agronegocios.
Lo malo.
Aunque el sector rural se ha convertido en un jalonador de la economía nacional, aún falta más tecnificación del campo; son indispensables mejores vías de acceso para que los agricultores puedan sacar sus productos al mercado a un precio razonable; recursos para apoyar las certificaciones de los predios en Buenas Prácticas Agrícolas (BPA), así como también para investigación, manejo fitosanitario e infraestructura para poscosecha, riego, entre otros factores.
Cómo se ve el 2023.
Debido al precio del dólar, el 2023 se proyecta como un buen año para la exportación de frutas y hortalizas, por lo cual, los cultivadores deben prepararse y producir bajo los estándares de calidad de los mercados a los que se proponen llegar.
También se proyecta como un año, en el cual más productores se van a sumar a la implementación de Agricultura Tropical, debido a que ya se ha demostrado su eficacia en el cuidado del medio ambiente, inocuidad de las frutas y hortalizas, y reducción de costos de producción, entre otros factores.
ACOSEMILLAS
LEONARDO ARIZA, GERENTE GENERAL
Lo bueno del 2022.
Un esfuerzo importante de Acosemillas se orientó en continuar fortaleciendo el mensaje de uso de semilla de calidad como factor determinante en la producción agropecuaria, mediante talleres a productores del sector de diferentes zonas del país, como Valle del Cauca, Llanos Orientales, Zona Cafetera y Costa Atlántica. Así mismo, realizamos capacitaciones a estudiantes de carreras afines al sector agropecuario, en universidades como la Nacional de Colombia, la de Nariño y Uniminuto. Otro logro fue alcanzar el retiro del proyecto de Acto Legislativo No. 004, que pretendía modificar, por tercera vez, el Artículo 81 de la Constitución, con el fin de prohibir el uso de semillas genéticamente modificadas (OGM). Junto con Agrobio, establecimos una estrategia de defensa sobre el uso de la biotecnología en Colombia, hasta lograr el retiro de esta iniciativa.
Lo malo.
Este fue un año de muchos cambios a escalas política y social. La elección de un gobierno de ideología de izquierda, ha traído consigo cambios legislativos –como los propuestos en la reforma tributaria–, cambios constitucionales y otros proyectos normativos que indirectamente, sumado al panorama internacional, han incidido en los altos niveles de inflación, tasas de interés y depreciación del peso, entre otros factores, como el incremento de los costos de las importaciones y por ende en la inflación. Todo esto se ve reflejado en los altos precios de los alimentos y la energía, así como en los precios de los productos manufacturados y, consecuentemente, sobre la demanda doméstica, despertando incertidumbre entre los consumidores y los inversionistas.
Cómo se ve el 2023.
Para el 2023, desde Acosemillas, continuaremos apostándoles a la coexistencia de saberes, a la implementación de diferentes sistemas productivos que permitan la consolidación y el fortalecimiento de un Sistema Nacional de Semillas, así como a la defensa de la propiedad intelectual para reducir los altos índices de piratería de semillas. Estamos dispuestos a colaborar en la construcción de acuerdos que nos permitan garantizar la existencia de todos los modelos productivos que aportan a la soberanía y seguridad alimentaria del país.
PORKCOLOMBIA
JEFFREY FAJARDO LÓPEZ, PRESIDENTE
Lo bueno del 2022.
Este fue un año de récords para la porcicultura colombiana, con resultados de gran importancia para el sector agropecuario y la economía en general, como son el aumento de la producción, hasta llegar a 525 mil toneladas; el incremento estimado de un kilogramo en el consumo per cápita, para llegar a 13; un 8.6% de crecimiento en el PIB agropecuario, y el buen resultado que se tiene frente a la principal competencia: el producto importando. A pesar del mayor ingreso de producto importado de todos los tiempos, no se vio afectada la comercialización de la producción nacional.
Este año también nos deja un balance muy positivo con la realización de nuestro Congreso Internacional PorkAméricas, que marcó un hito en el sector porcícola, posicionándose como el evento gremial más importante de la región en su género
Lo malo.
Es innegable el impacto de la creciente inflación, que deteriora la capacidad adquisitiva de los hogares, así como el efecto de la devaluación de nuestra moneda. Estos fenómenos afectan los costos de producción, que también tuvieron un incremento histórico durante este año: a noviembre, el IPP de alimento balanceados, del Dane, fue de 28.14%, cuando años atrás no superaba 5%.
A escala internacional, el conflicto Rusia-Ucrania cambió el comportamiento del mercado de materias primas, energía y combustibles, teniendo como resultado mayores riesgos de recesión mundial que, después de una pandemia como la del 2020 y la necesidad de continuar con la etapa de recuperación, limitarán el crecimiento y consumo en el mundo, y Colombia no será ajena a esta tendencia.
Cómo se ve el 2023.
Nos mantendremos fieles a nuestra planeación estratégica, lo que se verá reflejado en pilares tan importantes como el crecimiento ordenado de la producción. Será un escenario retador, en el que debemos considerar las perspectivas económicas locales y del entorno internacional, que podrían causar una desaceleración del aumento en el PIB y en el gasto de los hogares, variable de importancia, por influir en el consumo de productos como la carne de cerdo.
Continuaremos trabajando para fortalecer la productividad, la competitividad y la generación de valor en nuestro sector, para seguir contribuyendo con la estabilidad en la seguridad alimentaria y el desarrollo socioeconómico del país.
ASOLECHE
ANDREA GONZÁLEZ, PRESIDENTA EJECUTIVA
Lo bueno del 2022.
Gracias a la ardua gestión ante el Congreso de la República y el gobierno nacional, Asoleche logró que se excluyeran, en el proyecto de Reforma Tributaria, las partidas arancelarias 04.03 y 04.04 del impuesto a las bebidas ultraprocesadas azucaradas, evitándose que fueran gravadas la mantequilla, los yogures y el lactosuero, entre otros productos. Así mismo, Asoleche ha participado con los delegados del gobierno nacional y empresas afiliadas en el entendimiento, análisis y propuestas de asuntos normativos que inciden en la cadena láctea, como la Resolución 810 del 2021, que tuvo consulta pública nacional e internacional.
Se llevó a cabo el X Congreso Internacional de la Industria Láctea, que abordó aspectos relevantes como la economía global, seguridad alimentaria, las materias primas para la ganadería, autosuficiencia láctea e innovación empresarial, entre otros. También seguimos trabajando por la internacionalización del sector lácteo, y se trabajó en la articulación y gestión operativa para la certificación de cerca de dieciséis de plantas procesadoras lácteas del país para exportar lácteos a Cuba. El acopio de leche formal mostró una recuperación de 7.7%, en el acumulado de los últimos doce meses (a octubre de 2022), lo que significa un crecimiento en la formalidad o en la producción, hecho que está relacionado con el comportamiento de los precios de la leche cruda pagados al productor que en promedio para este mismo periodo crecieron 45.3%. Se destaca también la llegada de Andrea González a la Presidencia Ejecutiva de Asoleche, quien no solo es la primera mujer en asumir este cargo, sino que su experiencia en el sector agroproductivo ha sido determinante para la toma de decisiones en el gremio.
Dificultades del 2022.
Uno de los retos que afronta el sector es la ola invernal, que afecta la producción de leche: Tolima y Costa Atlántica (30%), valle de Ubaté y Chiquinquirá (15%), Nariño (15%), Antioquia, Eje Cafetero y Valle del Cauca (10%). Esto ha traído como consecuencia que en lo corrido del año se observe una desaceleración en el crecimiento del acopio para el segundo semestre, afectando también los precios al consumidor y, por tanto, la economía de los hogares colombianos. A esto se suma la inflación en el país, que llegó a 12.5% en noviembre. La leche se situó en octubre en 34.7%, los quesos y productos afines en 27.2% y otros derivados lácteos en 17.6%. Por último, el elevado costo de los insumos y fertilizantes, dificulta la producción de leche.
Cómo se ve el 2023.
Uno de los grandes retos es mantener un negocio competitivo y rentable en un contexto económico y político incierto, que ha generado volatilidad en los mercados. Desde Asoleche seguimos trabajando por una actividad comprometida con el desarrollo de los territorios, bajo esquemas inclusivos, sostenibles y viables económicamente. De igual forma, existe preocupación en el sector frente al desarrollo e impacto que pueden causar, no solo la reforma tributaria sobre la actividad empresarial, sino también de otras reformas tales como la política, la agraria y la laboral, entre otras.
CORPOHASS
JORGE ENRIQUE RESTREPO, DIRECTOR EJECUTIVO
En el 2022, el aguacate Hass se consolidó como el quinto renglón de las exportaciones agrícolas del país. Más de treinta países recibieron nuestra fruta, aprovechando siete nuevos mercados abiertos en los últimos cinco años, gracias a la “diplomacia sanitaria”, en la que participó activamente Corpohass.
Se logró, en un trabajo coordinado con el ICA, la apertura de Chile, habilitando seis predios y diez plantas empacadoras. Facilitamos la organización de la visita de inspección de la autoridad sanitaria de Corea del Sur, que permitió habilitar sesenta y cinco predios que suman 2.836 hectáreas y once empacadoras.
Consolidamos siete Mesas Fitosanitarias en cuatro departamentos donde se siembra aguacate Hass. Es así como promovemos la habilitación de más lugares de producción. Una oportunidad de mejora del sector es consolidar los nuevos mercados. Es clave que no se dependa solo de Europa, teniendo en cuenta que es un objetivo principal lograr que Estados Unidos sea nuestro mercado natural.
En materia de sostenibilidad, Corpohass logró la firma del acuerdo de voluntades para la construcción del Acuerdo de Cero Deforestación. Suscribimos convenios con tres CAR, buscando armonizar la actividad productiva con cumplimiento de normativa ambiental.
Queremos resaltar que en 13% de los municipios Zomac, se cultiva aguacate Hass como actividad productiva para crear empleo formal, bienestar, escolaridad, oportunidades y desarrollo sostenible para productores, sus familias y la comunidad en general. Se creó la Mesa Técnica Nacional de Poscosecha, grupo designado para identificar y trabajar en las necesidades en esta materia y lograr posicionar al origen como referente de calidad.
En los cursos, talleres y actividades en campo que programó Corpohass, se beneficiaron más de 2.300 productores de la fruta en nueve departamentos.
El 2023, propone una serie de retos que debemos enfrentar trabajando en equipo, como factores climáticos adversos (lluvias), con impacto directo en la calidad y tamaño de la fruta, aumento de la inflación local e internacional, exceso de oferta en algunos mercados, según la época, y la volatilidad de la tasa de cambio, entre otros.
Es fundamental el desarrollo del mercado interno para promover el consumo de la variedad Hass. Corpohass inició la campaña #ConHass, que dio a conocer el dinamismo y los beneficios de la fruta para incluirla en la alimentación diaria.
AUGURA
ÉMERSON AGUIRRE, PRESIDENTE
Lo bueno del 2022.
El trabajo en equipo con todos los actores: productores, comercializadoras internacionales, gobierno nacional y gobiernos regionales, colaboradores, Sintrainagro y toda la agroindustria, pese a las dificultades y retos, con el fin seguir aportando al desarrollo de las regiones y las comunidades.
Lo malo.
La caída en el precio de la compra del banano, situación que no se había visto en los últimos treinta años. Así mismo, el aumento de precios desmedidos en los insumos y otros costos, que afecta la producción y nos restan competitividad.
Cómo se ve el 2023.
Continuar trabajando de forma articulada con el gobierno nacional, enfocados en la bioseguridad para el control y la prevención del hongo Fusarium Raza 4 Tropical en las plantaciones de banano. Igualmente, en el mercado internacional seguiremos concientizando sobre la importancia de un precio digno por nuestro producto, de alta calidad, que cumple con todas las certificaciones internacionales y que le apuesta a la sostenibilidad ambiental, social y laboral.
FEDERACAFÉ
ROBERTO VÉLEZ, GERENTE GENERAL
Con varios récords en materias económica, social, ambiental y de gobernanza, cerró el año cafetero (octubre 2021-septiembre 2022). Veámoslos: El valor de la cosecha llegó a $14.5 billones. En enero-septiembre, el precio promedio de compra pagado a los productores superó los $2.440.000 por carga, el más alto de la historia. A octubre, las exportaciones de café alcanzaron los US$3.748 millones, 36.7% más que en el mismo periodo del 2021. Se establecieron relaciones cuarenta y nueve clientes nuevos y se abrieron tres nuevos mercados (Kuwait, Vietnam y Malta).
Buencafé logró ventas históricas por US$146 millones a septiembre, 18% más que en el mismo periodo del 2021 y se espera cerrar el año en más de US$200 millones. Los ingresos de Procafecol crecieron 58% a $395.394 millones. Las ventas totales de Almacafé crecieron 4%, para sumar $62.991 millones.
En asistencia técnica, el Servicio de Extensión tuvo 1.063.496 contactos con caficultores, cifra 25% superior a los 853.190 del mismo periodo del 2021. Con 5.287 árboles/ha, la densidad de siembra es la más alta de la historia, y 86% del área cafetera está sembrada con variedades resistentes, también porcentaje récord. Gracias a la Cédula/Tarjeta Cafetera Inteligente como instrumento bancario, los caficultores se ahorraron $884 millones en retiros de otras redes; por los beneficios gestionados con el aliado bancario, las transacciones aumentaron 43% desde el 2020. A septiembre, se otorgaron 60.529 créditos Finagro a productores por más de $1.34 billones.
Este año, presentamos la línea de café de mujeres al mercado internacional, que resalta los grandes aportes de las mujeres a la cadena de valor. Desde hace varios años, hemos impulsado el café producido por mujeres, y a septiembre, con 5.992 sacos de 70 kilogramos, estas ventas superaron en 77% los 3.390 sacos del 2021.
Casi 13.000 familias cafeteras se beneficiaron de acciones de empalme generacional y equidad de género. Y más de 15.800 personas se beneficiaron de mejoras en vivienda, saneamiento básico y energización, cifra que supera los más de 14.900 beneficiarios del mismo periodo del 2021.
Con las elecciones cafeteras, el gremio refrendó una vez más su legitimidad y capacidad organizativa. Continuando con una larga tradición de democracia participativa, casi 185.000 cafeteros federados acudieron a las urnas para elegir a sus 4.824 representantes gremiales de los 387 comités municipales y 15 departamentales.
PROCAÑA
MARTHA BETANCOURT, DIRECTORA EJECUTIVA
Lo bueno del 2022.
El sector agroindustrial de la caña demostró su unión y compromiso por el desarrollo social, económico y ambiental del país. Lanzamos la marca Corazón de Caña, para visibilizar las historias, logros, aprendizajes y proyectos de todas las personas que están vinculadas al sector.
Llegamos a 6.044 árboles sembrados con nuestro programa Somos Sostenibles. Con el programa Fondo Social, que tenemos con Asocaña, logramos importantes intervenciones de vías terciarias en el municipio de Guacarí, y con la Alianza para el Desarrollo Ambiental, Económico y Social, Aldeas, que creamos con las fundaciones Caicedo González, Riopaila Castilla, El Amparo y Mariana Hoyos de Gutiérrez, alcanzamos a montar 1.227 huertas familiares. Con Aldeas, rescatamos saberes tradicionales, incentivando el establecimiento de cultivos de hortalizas, frutas y verduras en predios familiares o comunitarios, y promoviendo esquemas de comercialización roductor-consumidor.
Lo malo.
Las invasiones que se presentaron en el norte del Cauca ha algo que hemos lamentado. Nos preocupa la seguridad de nuestros afiliados que se encuentran en esa región y la afectación que esto causa en los cultivos. Por esta razón, Procaña ha participado en la mesa de dialogo del norte del Cauca y en las reuniones convocadas por el gobierno nacional, a quien le reconocemos el compromiso y la presencia permanente en la región.
Cómo se ve el 2023.
Se ven oportunidades y desafíos. Oportunidades para seguir trabajando por la sostenibilidad económica, social y ambiental del sector y las comunidades. Cumpliremos cincuenta años y seguiremos con nuestros proyectos sectoriales e institucionales que son: Corazón de Caña, Fondo Social para la Agroindustria de la Caña, Compromiso Rural, Aldeas, Somos Sostenibles y Nuevas Generaciones de Procaña.
Desafíos, porque nos quedan tareas pendientes en los asuntos de convivencia, problemas de seguridad y fin de los distintos conflictos de muchos territorios, como el norte del Cauca. Y desafíos también con el desarrollo rural integral como motor esencial del progreso en todas las zonas donde hay presencia de agricultores de caña. Tenemos pendiente un pacto de convivencia y no repetición de conflictos sociales, liderado por el gobierno nacional para el norte del Cauca, que esperamos retomar y firmar en enero del 2023 como una condición necesaria para adelantar planes de reactivación económica.