Revista Nacional de Agricultura
Edición 1014 – Mayo 2021

Nunca se sabrá con exactitud el daño que los bloqueos de carreteras le han causado al sector agropecuario, pero son enormes. En solo veintitrés días, estos se estimaban en $1.7 billones.

Pobre Colombia. Cuando la esperanza y el optimismo comenzaban a asomarse por encima de la pandemia del covid-19, el país es castigado ahora con unas nuevas expresiones de violencia que avergüenzan, y por un bloqueo criminal de carreteras, cuyo daño económico es incalculable y deja un saldo de enormes afectaciones sociales, de las cuales no escapan, por supuesto, los sectores menos favorecidos de la población. Hechos repudiables que empañan una protesta nacional, válida e inscrita en las normas de nuestra democracia.

Los colombianos ya completamos más de un mes, horrorizados por hechos de toda suerte, cometidos en grandes y pequeñas ciudades por auténticos criminales (muchos, al servicio de claros intereses), e indignados al ver cómo un puñado de indolentes ha cerrado carreteras, con la calculada intención de causarle el mayor estrago posible al aparato productivo nacional, y traumatizar de manera grave la vida de la gente. Y lo han conseguido, en flagrante violación de nuestro Código Penal, que en su Artículo 353A, reza: 

“Obstrucción a vías públicas que afecten el orden público. El que por medios ilícitos incite, dirija, constriña o proporcione los medios para obstaculizar de manera temporal o permanente, selectiva o general, las vías o la infraestructura de transporte de tal manera que atente contra la vida humana, la salud pública, la seguridad alimentaria, el medio ambiente o el derecho al trabajo, incurrirá en prisión de veinticuatro (24) a cuarenta y ocho meses (48) y multa de trece (13) a setenta y cinco (75) salarios mínimos legales mensuales vigentes y pérdida de inhabilidad de derechos y funciones públicas por el mismo término de la pena de prisión”.

Nunca se sabrá con exactitud el monto económico del taponamiento de la aorta del país (la red vial) ni del vandalismo, pero asustan y dan rabia un par de cifras que dio a conocer el nuevo ministro de Hacienda. Dijo José Manuel Restrepo que Colombia está perdiendo cada día, $484.800 millones, y que las pérdidas materiales por daño a bienes públicos y privados rondaban los $11 billones en los primeros veintitrés días de barbarie.

Números a los que se suman y seguirán sumando otros, aun más difíciles de establecer con exactitud, por negocios que muchas empresas nacionales ya perdieron en el exterior, debido a la imposibilidad de cumplir con sus compromisos; por inversiones, nacionales y extranjeras que ya no se van a hacer por miedo e incertidumbre; por desaceleración de las actividades de muchas empresas y negocios; por parálisis de proyectos de distinta naturaleza; por bajas en la productividad, y por otros muchos conceptos más.

Para el sector agropecuario –“paganini” número uno de los bloqueos de las carreteras–, la situación ha sido en extremo difícil y con secuelas, también costosas, que se verán después de que el país vuelva a la normalidad. Es que el campo tiene unas  particularidades que lo diferencian de las demás actividades productivas: produce bienes altamente perecederos; maneja animales que deben salir al mercado en cumplimiento de rigurosas programaciones; necesita llevar pie de cría a las granjas de producción; requiere alimento balanceado, cuyas materias primas (granos forrajeros), provienen del exterior en su mayor parte, y precisa de semillas, fertilizantes, droga veterinaria y agroquímicos, todo en momentos específicos. 

Pero como ocurre con las cifras nacionales, es igualmente imposible dar un número exacto sobre las pérdidas que ha percibido la agroeconomía nacional por el cierre de carreteras. De todas formas, la SAC estima que en los mismos veintitrés días a los que se refiere el ministro de Hacienda, las pérdidas ya contabilizan $1.7 billones, con las siguientes actividades como las mayormente afectadas: avicultura (pollo y huevo), porcicultura, lechería, piscicultura, hortofruticultura, floricultura, caficultura, papa y caña de azúcar, entre otras.

Datos del daño

Al 20 de mayo, los porcicultores habían dejado de producir 12 mil toneladas de carne, y tenía amenazados de muerte y desnutrición a 4 millones de cerdos por falta de alimento, mientras que los paneleros denunciaban que 2.110 toneladas del producto ($8.300 millones), estaban inmovilizadas en los camiones.

Por su parte, los cacaocultores reportaban la imposibilidad de comercializar 650 toneladas del grano, estimadas en $4.745 millones, y los arroceros alertaban al país porque la falta de fertilizantes, plaguicidas y combustible, pone en riesgo las 350 mil hectáreas de arroz que se encuentran sembradas.

Para los cafeteros, las cosas eran de tal gravedad, que 1.200 tractomulas con café no habían podido llegar a los distintos puertos del país, con más de 500 mil sacos, y los azucareros denunciaban pérdidas por $400.000 millones por inactividad de trece ingenios, más la quema de más de 2 mil hectáreas de caña.

No menos perjudicados han salido los industriales de la leche, por no poder vender más $151.000 millones, discriminados así: leche ($86.709 millones), quesos ($21.137 millones) y derivados lácteos ($43.918 millones). Por su parte, los piscicultores ya acumulan pérdidas por $70.000 millones, en buena parte por imposibilidad de cumplir compromisos con el mercado internacional, y tienen 9 mil toneladas de pescado represadas en los cultivos. 

Otro sector castigado es el del aguacate Hass: en la semana del 18 mayo, solo los afiliados a Corpohass, no habían podido cosechar 2.340 toneladas, y tenían represadas otras 313 las plantas empacadoras del eje cafetero y Valle del Cauca. Justo en este departamento, han resultado afectados ingenios azucareros, plantas de concentrado, plantas de pulpa y papel, plantas de beneficio animal, trapiches paneleros, plantas arroceras y biofábricas de etanol y energía.

Finalmente, los productores de frutas y hortalizas reportan la pérdida de 61.258 toneladas, por deterioro, escasez de insumos, insuficiente mano de obra e incremento en costos de producción, entre otras razones.

¿Satisfechos, señores promotores de los bloqueos?

Triste e indignante balance

La Revista Nacional de Agricultura invitó a los afiliados a la SAC a que revelaran el impacto que han tenido sobre sus sectores los prolongados bloqueos de carreteras que ha sufrido el país en las últimas semanas. Esto fue lo que contaron algunos de ellos.  

PORKCOLOMBIA

De acuerdo con información de Porkcolombia, al 20 de mayo, eran 12 mil toneladas de carne de cerdo las que se habían dejado de producir para alimentar a los colombianos. Así mismo, el gremio informó que las pérdidas para el sector se acercaban a los $120.000 millones, por cuenta de los sobrecostos por mayor inventario en granja, caída en la producción y comercialización, sin contar las pérdidas absolutas de quienes han sufrido el saqueo total de sus granjas.

Del mismo modo, el gremio de los porcicultores llamó la atención por el alto riesgo de desnutrición y muerte que corren 4 millones de cerdos porque el alimento balanceado no ha podido llegar a 5.700 predios porcícolas en el país. Las dificultades de movilización y comercialización, se evidenciaron en los expendios de todo el territorio nacional, donde el volumen disponible, cayó 50%, y en regiones altamente afectadas, como el Valle del Cauca, el recorte fue superior a 80%.

“Lo que ha sucedido en el país en las últimas semanas nos tiene que dejar una gran lección: No puede volver a suceder jamás que un grupo de personas, haciendo un aparente uso de su derecho a la protesta, tenga el poder de quitarle el derecho a miles de colombianos de ir a sus trabajos a ganar el sustento para sus familias, y mucho menos en una pandemia que ha debilitado profundamente el tejido empresarial del país, y que aún no ha terminado. No puede ser que los bloqueos de vías, saqueos, vandalización y extorsiones, pongan en jaque la alimentación de todo un país, y que en últimas se juegue con la comida de los colombianos, y que esto quede en la impunidad”, aseguró Jeffrey Fajardo, presidente ejecutivo de Porkcolombia.

FEDEPANELA

Un reporte al 18 de mayo, indica que en cinco departamentos había represadas 2.110 toneladas de panela, por el bloqueo de carreteras y disturbios, así: Huila (650), Nariño (500), Risaralda (120), Caldas (40) y Valle del Cauca (900), por valor de $8.300 millones. Este último departamento ha vivido la situación más crítica, porque 2.716 trabajadores y obreros de las plantas y cultivos de caña, no han podido ir a sus sitios de trabajo. Así, los trapiches, que llevan parados alrededor de veinte días, han dejado de producir 140 toneladas diarias de panela, es decir, 2.800 toneladas, por valor de  $9.755 millones.

En otras partes del país, el producto se ha encarecido o, igualmente, disminuido la oferta, como en Caldas (donde se habían dejado de moler mil toneladas de caña), Caquetá, Cauca y Nariño, por escasez de diésel para los trapiches.

En conclusión, todo el país panelero se ha visto afectado en mayor o menor grado por las protestas sociales, especialmente por los cierres intermitentes de las carreteras, como es el caso de Boyacá, Santanderes, Antioquia y Quindío. 

FEDECACAO

Los bloqueos registrados en Antioquia, Arauca, Cesar, Cundinamarca, Huila, Meta, Nariño, Norte de Santander, Santander, Risaralda, Tolima y Valle deben terminar, ya que han afectado la comercialización de más de 650 toneladas del grano, estimadas en $4.745 millones, aparte de que causan la pérdida de las cosechas de alimentos perecederos que acompañan los cultivos de cacao.

Esto impide el desplazamiento de los cacaocultores a los centros de acopio para vender sus cosechas, dificultando el proceso comercial con los transformadores o exportadores, ya que los bloqueos han retrasado los tiempos de entrega del producto a los clientes nacionales e internacionales.

Lo anterior afecta el flujo de dinero disponible para  la operación comercial de Fedecacao y, por tanto, la disponibilidad para compra en los municipios de El Carmen de Chucurí, San Vicente de Chucurí, Rionegro, Landázuri y Bucaramanga, en Santander, el principal productor del grano, pero también en otros importantes municipios cultivadores del país.

Los compromisos internacionales presentan dificultades en el proceso logístico de las exportaciones, ya que el servicio de transporte a puerto es limitado y debe ser programado con un tiempo adicional, lo que puede ocasionar pérdidas en cacao, dado que es un producto que de no contar con un ambiente de temperatura correcto, presenta una merma. Por lo tanto, los tiempos de espera en las vías en Vijagual y San Alberto, para la llegada al puerto de Cartagena, han causado retrasos para el despacho de mercancías.

Por ahora se está a la espera de exportar unas 100 toneladas de grano de cacao por unos $918 millones.

FEDEARROZ

El sector de la producción arrocera se ha visto afectado por la escasez de fertilizantes y plaguicidas, además de combustible, como consecuencia de los bloqueos en las carreteras.

La falta de tales insumos pone en riesgo las 350 mil hectáreas de arroz que se encuentran sembradas a la fecha, la mitad en los Llanos Orientales. Cabe destacar que la principal época de siembras de los productores arroceros se da entre marzo y abril, y la recolección ocurre entre agosto y septiembre. Por esta razón, en este momento, se tienen los mayores requerimientos en términos de insumos en los cultivos.

Tales hechos también han ocasionado que los inventarios de arroz blanco (los más altos de la historia arrocera) no se hayan evacuado normalmente, con lo que se agrava el almacenamiento en el país, al disminuir la capacidad de recibo y almacenamiento de la cosecha nacional para los meses de agosto y septiembre, pudiendo ocasionar riesgo a corto plazo y reducción de precios para el agricultor.

FEDEACUA

Pérdidas acumuladas: $70.000 millones. Pérdidas por pedidos no entregados: US$2.5 millones (negociando cláusulas) mercado internacional. Pérdidas de contratos futuros: US$7 millones. Pescado represado en cultivo: 9 mil toneladas. Empleos directos perdidos: 3.200. Alevinos sin sembrar: 30 millones. Retroceso del sector: tres años. Desempleo: principalmente en plantas de proceso. Primeros afectados: pequeños piscicultores. Capacidad operacional, al 55% de la normalidad.

FEDERACAFE

Hoy, cuando el sector cafetero puede volver a ser un actor fundamental en la recuperación económica, los bloqueos y el vandalismo son un obstáculo para este fin y una fuente de desasosiego para los colombianos.

Tras veintidós días del llamado paro nacional, es muy difícil la situación que aqueja al puerto de Buenaventura, por donde se exporta 70% del café, lo cual se suma a la ya desalentadora coyuntura que afronta el sector cafetero, producto de los bloqueos de las vías en el territorio nacional, que han impedido sacar el grano de las fincas hacia los centros de acopio y de estos a los puertos. Toda una ironía, cuando el precio interno del café alcanza niveles históricos, por encima del $1.4 millones la carga.

A hoy, al menos 1.200 tractomulas con café no han podido llegar a los diferentes puertos de Colombia, impidiendo así la exportación de más de medio millón de sacos del grano.

A lo anterior se suma el retraso en la vacunación contra la covid-19, lo que profundiza aun más la compleja situación económica, social y de salud que afronta Colombia. Igualmente, los cultivadores de café están siendo castigados con la imposibilidad de movilizar la mano de obra necesaria para recoger su cosecha, así como con desabastecimiento de insumos, comida y combustible.

ASOCAÑA

Nuestra producción se encuentra totalmente parada. Las afectaciones ascienden a  $400.000 millones, por el cese de la producción de los trece ingenios azucareros, más de 2 mil hectáreas de caña quemadas, 14 millones de litros de etanol y más de 115 mil toneladas de azúcar que no se produjeron, de las cuales 40 mil eran para exportación y el resto para satisfacer la demanda nacional.

Esta es una agroindustria que demanda 95% de materias primas de proveedores locales y nacionales, por un valor de $5 billones anuales. La parálisis productiva y comercial ha implicado que muchas empresas que nos ofrecen bienes y servicios estén en riesgo, así como los miles de empleos que estas generan. Los ingenios contribuyen de manera significativa en las finanzas públicas de los municipios del área de influencia. En algunos casos, los pagos de estos tributos por parte de los ingenios representan más de 50% de los ingresos de estos municipios.

Es fundamental que esta agroindustria se reactive y la gente regrese cuanto antes a su actividad productiva. Los impactos están siendo realmente graves, no solo para nosotros, sino para toda la cadena. Reiteramos nuestro llamado a que cesen los hechos de violencia y a que se construya un diálogo colectivo que nos lleve a una salida pacífica a la difícil situación que estamos enfrentando.

Son 286 mil empleos, entre directos e indirectos, los que están en riesgo. De esta agroindustria depende, de manera directa e indirecta, seis de cada diez familias. En conjunto 2.5 millones de personas dependen de la agroindustria de la caña, que produce azúcar y panela.

ASOLECHE

Por los bloqueos en las distintas ciudades, municipios y carreteras del país, los corredores lecheros más afectados para el sector son el suroccidente del país (Valle del Cauca, Cauca y Nariño) y el eje cafetero y Caquetá, y en alerta, Boyacá y Cundinamarca.

 Al día de hoy (mayo 28), se calcula que se han dejado de acopiar cerca de 44 millones de litros, teniendo en cuenta veintiséis días de bloqueos para le región de suroccidente, cuatro para la región cundiboyacense, y veintiuno para el eje cafetero y Caquetá. Lo anterior se traduce en un impacto económico por cerca de $55.000 millones que se han dejado de pagar por concepto de la compra de leche cruda a los productores ganaderos.

 La coyuntura actual por la que atraviesa la Nación está afectando a toda la cadena láctea, desde el productor primario, que no puede vender la leche que produce a diario, hasta el transportador, los operarios de planta, que la procesan, los mercaderistas, que la comercializan y el consumidor final, que por cuenta del desabastecimiento no puede consumirla.

Hoy, la industria ha dejado de vender más de $151.000 millones en leche, quesos y derivados lácteos, como consecuencia de lo cual, muchas plantas han detenido su producción, ya que reciben menos de la capacidad normal de procesamiento del insumo principal para la industria, lo que podría conllevar al cierre de estas instalaciones, pérdidas de empleos de miles de personas que trabajan en el sector y el desabastecimiento de productos lácteos en los hogares colombianos.

CORPOHASS

Como herramientas de gestión ante los bloqueos de las vías nacionales, participamos como gremio en diversos espacios con los sectores público y privado, tales como: Comité de Facilitación de Comercio: liderado y convocado por el Ministerio de Comercio, que busca salvaguardar y preservar el comercio exterior en situaciones de anormalidad o emergencia. Grupo de Logística de Frutas del Eje Cafetero: convocado por Invías. Campañas de comunicación: hemos difundido comunicados de prensa a los diferentes grupos de interés, expresando nuestro rechazo total a los bloqueos de vías. Adicionalmente, se han lanzado campañas de comunicación en los canales digitales, coordinadas con los diferentes gremios afiliados a la SAC, y se han dado declaraciones en medios de comunicación departamentales y nacionales. Junta Directiva de la SAC: con sesiones ordinarias y extraordinarias, algunas con personas invitadas, para discutir sobre lo que viene ocurriendo, los impactos y afectaciones de cada gremio y posibles soluciones. Contacto a escala institucional: con el Minagricultura, Procolombia, Mincit y Policía Antinarcóticos.

Justo ahora el sector está en la cosecha de traviesa. Al 6 de mayo, teníamos 65 contenedores represados entre lo que había en plantas empacadoras, listo en cuartos fríos y en tránsito hacia los puertos marítimos. En la semana del 18 de mayo se estimaba que 2.340 toneladas no se habían podido cosechar, 311 toneladas tuvieron que ser destinadas al mercado nacional, con una pérdida estimada de $1.692 millones, y 313 toneladas estaban represadas en las plantas empacadoras, con un impacto más severo en las de los tres departamentos del eje cafetero y el Valle del Cauca.

FENAVI

En la industria hay más de 120 millones de aves en riesgo de muerte por falta de alimento, mientras que 30 mil toneladas de pollo y 180 millones de huevos no están llegando a los puntos de distribución. En el puerto de Buenaventura permanecen represadas 350 mil toneladas de alimento para las aves. Así mismo, hay miles de bandejas e insumos para industria que no han podido ser llevadas a las granjas y plantas de producción. A estos datos se le suma la muerte de más de 14 millones de aves.

Más de 350 mil familias que dependen de la industria avícola están en la incertidumbre, debido a que, de continuar con el bloqueo de vías, muy seguramente afectará su estabilidad laboral. A hoy, más de 12 millones de colombianos tienen dificultades para abastecerse de alimentos. Hay ciudades con 40% de desabastecimiento en pollo y 30% en huevo.

ASOHOFRUCOL

El paro y cierre de vías han causado una grave afectación a los productores de frutas y hortalizas. Con corte al 28 de mayo, las pérdidas ascendían a 61.258 toneladas, por escasez de insumos, insuficiente mano de obra e incremento en costos de producción, deterioro de la carga, incremento en los costos de transporte, especulación en los precios, disminución en los precios del producto y pérdida de clientes.

Los departamentos con mayores pérdidas han sido: Magdalena (18.200 toneladas), Caldas (8.162), Quindío (7.308), Huila (5.342), Nariño (4.955) y Risaralda (3.722). Los productos con las pérdidas más altas son: mango (19.499 toneladas), cítricos (9.553), aguacate (7.032), plátano (6.004) y maracuyá (3.932).

Como respuesta a estos problemas se han organizado mercados campesinos en diferentes departamentos. En Valle, se llevaron a cabo tres jornadas de Alianza por la Equidad, donde se comercializaron alrededor de 23 toneladas de productos hortofrutícolas; en Bucaramanga, un mercado campesino (30 toneladas); en el Tolima, los mercados tuvieron lugar en Venadillo y Rioblanco (16 toneladas); en Risaralda, en los municipios Quinchía, Belén de Umbría, Apía, Guática y Santa Rosa de Cabal (13 toneladas); en el Meta, hubo un mercado en Granada (6 toneladas), y en el Quindío, un mercado en Armenia.

Estos mercados campesinos han sido una alternativa para mitigar las pérdidas que han tenido los productores, por lo que se espera seguir haciendo más jornadas, con el objetivo de continuar llevando productos de excelente calidad y precios justos a los consumidores.

SAG-VALLE

El Valle del Cauca, despensa agrícola, agroindustrial e industrial, se ha visto muy afectado, con pérdidas por daño de alimentos, ventas no realizadas y producción frenada. Especialmente afectados han resultado doce ingenios, cuatro plantas de concentrado, dos plantas de pulpa y una de papel, dos plantas de beneficio animal, cuatro trapiches paneleros medianos, una planta arrocera, cuatro plantas de procesamiento de concentrados, más las biofábricas de etanol y energía.

Según encuesta de la Cámara Comercio de Cali, corrida entre 1.708 empresas: 42% de ellas están cerradas, 47% está trabajando a media máquina, y la principal dificultad que reportan cerca de 86% es que los colaboradores no pueden llegar a los sitios de trabajo, debido a lo cual su producción se ve afectada; cerca de 65% reporta una caída en sus ventas, y 26% reportan disminuciones en los empleos. Más de 6% reportaron que fueron víctimas de actos vandálicos, cerca de 8% afirma que van a tener que cerrar. Cuando se les preguntó a las empresas por el futuro durante el próximo semestre, 62% de las empresas se muestran muy pesimistas. (Fuente Ciev).

Se estima que el impacto económico en el Valle del Cauca, por pérdidas en producción y valor agregado, supera los $2 billones.