Revista Nacional de Agricultura
Edición 1003 – Mayo 2020
La pandemia no les ha dañado el buen momento por el que atraviesan los arroceros de Norte de Santander.
“Por fortuna, nos encontramos en uno de los sectores privilegiados, como es el de los alimentos. No hemos parado de trabajar, contamos con una Federación muy sólida, muy consistente. Pero claro que hemos tenido unas limitantes, como, por ejemplo, en la movilidad hacia Cúcuta, como personas, pero no para mover el arroz”. Así se expresa Raúl Barbosa, cultivador de arroz de Norte de Santander y miembro junta directiva de Fedearroz.
Asegura que están pasando por un muy buen momento en cuanto a precios se refiere, lo que no ha sido obstáculo para que se incremente el consumo. “Hemos tenido más demanda que nunca, entre otras razones porque no hay nada más fácil que hacer un arroz. Creo que el consumo per cápita ha aumentado en por lo menos un kilogramo”, explica.
“Nos preocupa sí, que los insumos están al alza; ya van por 15-20%. Aquí, sube el precio del paddy simultáneamente con el de los fertilizantes y los agroquímicos, por mayores cotizaciones del dólar; pero cuando este baja, esos productos no vuelven a los precios de antes”, asegura. Pero en sus cuentas hay más: a esos costos hay que sumarles la mano de obra y el transporte.
En cuanto la mano de obra, Raúl Barbosa dice que en estos momentos de pandemia no han tenido problemas, entre otras razones, porque han sido muy cuidadosos con las medidas de bioseguridad, y porque para evitar riesgos de contagio, no están contratando la mano de obra no calificada procedente de Venezuela.
“Nosotros somos privilegiados”, afirma, “como también lo son los cultivadores del Tolima, donde hay distritos de riego, como aquí, donde tenemos el distrito del Zulia, porque todo el tiempo podemos tener arroz. No obstante, tenemos que 40% de la superficie que se riega por bombeo, con aguas de los ríos Pamplonita, Zulia y Táchira”.
Además, reconoce la labor gremial de Fedearroz de la cual reciben importantes beneficios, como la oferta de agroquímicos y de semilla certificada que producimos en las plantas de Espinal (Tolima), Restrepo (Meta) y Valledupar.
Raúl Barbosa cree que este año habrá más arroz porque la gente se ilusiona por los buenos precios, “pero eso tiene sus riesgos porque cuando venga la cosecha grande, sobre todo en los Llanos Orientales, los industriales pueden aprovecharse de la situación. Pienso que la superficie se puede incrementar en 20-30 mil hectáreas”.