Reforma Laboral, ¿soluciones reales para la informalidad rural y el fortalecimiento del empleo formal?

Revista Nacional de Agricultura
Edición 1043 – Diciembre 2023

Desde la Sociedad de Agricultura de Colombia-SAC, organizador del 40 Congreso Agropecuario Nacional, máximo evento del sector en el país, se ha expresado en distintos escenarios la necesidad de que cualquier iniciativa de reforma laboral que se lleve al Congreso de la República, debe buscar reducir la vergonzosa cifra del 84% de informalidad laboral en la ruralidad; incentivar la generación de empleo formal y proteger el empleo formal. En ese mismo sentido, se ha dicho que el último proyecto de ley radicado por el Gobierno Nacional en el Congreso y que se empezó a discutir desde las últimas semanas de diciembre del 2023, tal cual se presentó, significa “peor remedio que la enfermedad” y genera una gran preocupación para el sector agropecuario.

DESTACADOS DE LOS  PANELISTAS

• Esta reforma, la que yo he llamado la 2.0, sí que se preocupa por la generación de empleo. Pero la reforma laboral por sí sola, no puede responder a las necesidades de empleabilidad de la economía colombiana.
• La intención de la reforma para este sector es que se formalicen por lo menos 640.000 puestos de trabajo de jornaleros.
• Hay dos posiciones en el mundo hoy: o se eliminan por completo los pactos colectivos o, como incluso dice la OIT, donde hay sindicatos no hay pacto.
• Con la reforma laboral no estamos cambiando el derecho de asociación per se. Donde hay sindicato no debe haber pacto colectivo, es algo bien distinto a meternos directamente con el derecho.
• La ministra del Trabajo ha sido muy clara, tanto con su primer proyecto como con este, en que lo que busca el Gobierno Nacional no es generar nuevos empleos. Es la dignificación del empleo formal en el país.
• Uno espera que una ministra del Trabajo se haga cargo también de las personas que están en la informalidad y no solo de estas, sino de que las disposiciones que están contenidas en la reforma no vayan a destruir el empleo formal.
• Están desdoblando los fueros sindicales sin que haya una justificación muy clara. No se están generando incentivos al empleo formal, por el contrario, se está destruyendo”.

Desde 2017, como lo recordó el presidente de la SAC, Jorge Enrique Bedoya, la SAC y sus afiliados han propuesto a los Gobierno de Juan Manuel Santos e Iván Duque, el proyecto de ley para que existiera un jornal agropecuario, una modalidad de contratación que reconozca la realidad del trabajo de los productores del campo.

Solo hasta el Gobierno del presidente Gustavo Petro, con su ministra del Trabajo Gloria Inés Ramírez al frente de la reforma laboral, se incluyó el Contrato Agropecuario en dicha iniciativa. Sin embargo, y a pesar de que la SAC y sus afiliados se han sentado con el Gobierno y distintos congresistas para buscar una concertación sobre esta propuesta, el proyecto de ley radicado no contiene lo que se necesita para que el Contrato Agropecuario cumpla su verdadero objetivo.

Además de este punto, preocupa también al sector, entre varias cosas, el capítulo de derechos colectivos. Por eso, el presidente de la SAC aseguró que “si la reforma, como está hoy, sale aprobada por el Congreso, es peor el remedio que la enfermedad, pues le han ido colgando cositas que no son buenas para el campo”.

Con este preámbulo expuesto en el marco de 40 Congreso Agropecuario Nacional, se dispuso un espacio de debate entre los representantes a la Cámara, María Fernanda Carrascal, coordinadora ponente de la reforma laboral, y Andrés Forero, ponente de la reforma; ambos, con posiciones opuestas sobre el proyecto de ley radicado.

Mafe Carrascal inició recordando que la reforma laboral, la que ella ha llamado la 2.0, se preocupa por la generación de empleo, aunque cree que por sí sola, no puede responder a las necesidades de empleabilidad de la economía colombiano.

“Esta reforma y para este sector, presenta unos parágrafos donde se habla de la necesidad de que los gobiernos reglamenten los incentivos para generar nuevos puestos de trabajo”.

Si se habla de la formalización laboral, la representante reconoció que el sector agropecuario ha sido uno de los más abandonamos históricamente y que por eso la reforma laboral propone la creación de un jornal agropecuario, enmarcado en un contrato laboral.

“Estamos haciéndole un reconocimiento a un sector tradicionalmente olvidado; 84% de informalidad es gravísimo y las más perjudicadas son las mujeres en el campo”, dijo la representante.

Eso sí, aclaró que, en términos generales, la reforma busca que para este sector “se formalicen por lo menos 640.000 puestos de trabajo de jornaleros; está completamente dirigido al primer eslabón de la cadena agrícola”.

Sí cree que la propuesta podría mejorarse, como lo ha pedido el sector, y reconoció que “a través de la reforma laboral no le vamos a responder al sector agropecuario de manera contundente y de manera específica. Yo creo que hay que hacer una regulación para este sector muchísimo más amplia y tendiente a revisar esas diversidades”, y que por eso siguen abiertos al diálogo.

 A su turno, el representante Andrés Forero, dijo que, aunque desde el Gobierno se diga que están abiertos al diálogo, ya están avanzando en esta iniciativa a espaldas de actores fundamentales, sin reuniones ni concertaciones. Estuvo en desacuerdo con la representante Carrascal sobre lo que persigue este proyecto de reforma laboral.

“La Ministra ha sido muy clara, tanto con su primer proyecto como con este, en que lo que busca el Gobierno Nacional no es generar nuevos empleos. El enmarque es la dignificación del empleo formal en el país”.

Y si hablamos de la informalidad en el campo, Forero opina que “uno espera que una ministra del Trabajo se haga cargo también de las personas que están en la informalidad y no solo estas, sino que las disposiciones que están contenidas en la reforma no vayan a destruir empleo formal”.

Aclaró que, aunque todos quieren que mejoren las condiciones de empleo de quienes trabajan en la formalidad, “tenemos que hacernos cargo de las consecuencias no buscadas de esas disposiciones, y eso es lo que siento que puede pasar”.

La representante Carrascal respondió a esa opinión diciendo que lo que se pretende con esta reforma, entre otras muchas soluciones, es que para este Gobierno y los venideros, se creen y reglamenten políticas e incentivos para la generación de empleo. Dijo estar construyendo sobre lo construido y puso como ejemplo que se le estuviera dando continuidad al incentivo que el gobierno de Iván Duque sacó durante la pandemia, subsidiando desde el 10 al 25% la nómina.

Forero reforzó su crítica señalando que las reformas del Gobierno son “inconvenientes para el país”. 

“Nos hablan de reindustrialización, nos hablan de agroindustrialización, pero no se ven las políticas realmente. Ya vamos un año y cuatro meses de Gobierno (…) La verdad es que me preocupa que, con esta reforma, vuelvo a insistir, no solo no se propicie una mayor formalización del trabajo en el país que es muy necesaria, sino que se destruyan empleos”.

Dijo que otra de sus preocupaciones es que “se aumente la conflictividad laboral en Colombia” con las disposiciones del proyecto de ley sobre sindicalización, declaraciones de huelga y derechos colectivos. Este último asunto fue el segundo gran tema discutido en este espacio del Congreso de la SAC.

Para la representante Carrascal, es debido a los hechos, incluso violentos para evitar que la gente se sindicalice en Colombia, que ella apoya la eliminación de los pactos colectivos.

“Cuando existen pactos colectivos para brindarles mejores condiciones laborales a sus trabajadores, muchas veces se utilizan para que esos trabajadores se desafilien o que no se afilien a los sindicatos. Eso es lo que está pasando. Hay dos posiciones en el mundo hoy: o se eliminan por completo los pactos colectivos o, como incluso dice la OIT, donde hay sindicatos no hay pactos”.

El representante Forero opina lo contrario. Dijo que en Colombia sí se está respetando la libertad sindical y que de hecho con la reforma laboral se está desregulando la huelga, que hoy no pueden durar más de 68 días, pero con el proyecto de ley se quiere permitir de manera indefinida.

“Hoy hay cuatro tipos de huelgas aceptadas, dos legales, dos de desarrollo jurisprudencial. Aquí básicamente se amplían ad infinitum. Bajan los cuórums para decretar una huelga en una empresa determinada (…) eso por ejemplo es algo que yo no considero que le haga bien al país”, explicó.

En términos generales, a Forero le preocupa que “están desdoblando los fueros sindicales sin que haya una justificación muy clara” y que, sobre otros temas incluidos en el proyecto de reforma, “no se estén generando incentivos al empleo formal, por el contrario, se está destruyendo”.

Mafe carrascal, aclaró que la huelga ya está garantizada constitucionalmente y que, por otro lado, “con la reforma laboral no estamos cambiando el derecho per se” de asociación. ”Donde hay sindicato no hay pacto colectivo, es algo bien distinto a meternos directamente con el derecho”.

Esto no significa tampoco, según dijo la representante, que estén obligando a los trabajadores a sindicalizarse. “Estamos diciendo que es necesario que se permita la asociación, pero un trabajador puede no estar en un sindicato y puede no acogerse a las convenciones colectivas que el sindicato sí logre para beneficiar a sus afiliados”. 

El tercer gran tema fue el Contrato Agropecuario. Andrés Forero consideró que, aunque es interesante que el Gobierno haya acogido la iniciativa, lo que quedó en el proyecto no se ajusta a las realidades del sector y por eso no va a generar formalización.

Lo que se busca es que “se reconozca la realidad del campo colombiano y se puedan pagar las prestaciones por horas, que es algo que no está permitiendo en este momento la reforma. Por eso siento yo que no se va a lograr el objetivo que dice María Fernanda que busca, que es que aumente la formalización en el campo colombiano”.

María Fernanda Carrascal repitió que “los artículos específicos para este sector” como están, no son beneficiosos para luchar contra la informalidad y se comprometió a hacer las mejoras.

“Yo estoy dispuesta a mejorar y he estado dispuesta, y lo hemos hecho, el texto de la reforma”.

El panel concluyó con un llamado al diálogo, un llamado a trabajar en pro del campo colombiano y a entender las necesidades de cada subsector.