Reforma laboral y el agro colombiano: la mirada del Ministerio del Trabajo

Revista Nacional de Agricultura
Edición 1043 – Diciembre 2023

“Hay toda una construcción epistemológica pensada en el trabajo urbano, no en el trabajo rural. Pareciera haber sido olvidado por el derecho del trabajo. Esta reforma es la puerta de entrada. El contrato agropecuario con un jornal que hemos pactado, no para negocios, sino para pequeños productores, será un hito en el trabajo rural”. Iván Daniel Jaramillo Jassir.

DESTACADOS DEL VICEMINISTRO

• Créanlo que genuinamente esta reforma laboral es un compromiso de sociedad, más que un compromiso de Gobierno, y así lo atendió la señora ministra, el señor Presidente y todo el Gobierno Nacional.
• La apuesta es por ver cómo reformamos un estatuto del trabajo, con el que trabajamos los laboralistas, que fue expedido en el año 50. Luego, la invitación es a interesarse por este tema porque nos afecta de una u otra manera a todos. No es un tema de Gobierno, de terquedad nuestra, de capricho nuestro, sino es un tema de demanda de la sociedad en el mundo. No es un problema colombiano, es un problema global en el que tenemos especiales desafíos.
• Puede un Código laboral prometer generar empleo? ¿Y lo logra? Ojalá yo pudiera sacar un decreto: “Para todos decrétese empleo pleno en Colombia”. Yo lo firmo, ojalá yo lo pudiera hacer. El empleo pasa por políticas activas y pasivas que están en los artículos 74 y siguientes del Plan Nacional de Desarrollo.
• La idea de la reforma es llevar dignidad al trabajo que desempeñan los y las trabajadoras. Esa es la idea, y sobre esa base se ha construido una reforma laboral con la participación de todos los sectores, no solo la Comisión de Concertación de Políticas Salariales y Laborales, donde tiene asiento la SAC.
• Hoy en día, después de 30 años de la reforma pensional de la Ley 100, nosotros empezamos con el 24,2% de cobertura, 30 años después tenemos el 25%. ¿Podemos no hacer nada y dejarlo así?
• La Constitución no se circunscribe a un modelo pensional, se circunscribe a una promesa de cobertura universal, solidaridad y sostenibilidad. La Constitución no dice que el modelo va a ser A o B, el modelo lo que busca es hacer efectiva esa promesa de cobertura universal. Para eso es esta reforma.

Con un interesante discurso en el que la música y la poesía fueron vehículo para describir el alcance que buscan tener las propuestas de Gobierno, el viceministro de Empleo y Pensiones, Iván Daniel Jaramillo Jassir, expuso sus reflexiones en torno a las reformas en curso. En los dos frentes del resorte de su gestión, instó a los asistentes a tener una mirada responsable frente a la sociedad.

El viceministro empezó hablando de cómo la automatización de procesos tiene arrinconadas muchas labores que están próximas a ser remplazadas por soluciones tecnológicas, siendo el sector agropecuario uno de los muchos que está en la mira de esa “revolución”. Para él, la transformación digital presenta un reto de doble vía:  mantenerse en constante actualización, mitigando a su vez el efecto de la obsolescencia que también se predica de las personas en sus roles laborales.

De ahí la necesidad que ha expresado el ministerio del Trabajo de revisar las bases que fundamentan el mundo laboral en Colombia, que se hicieron hace más de 50 años, y que dejaron de ser eficaces, como lo aseguran algunos, para abordar las necesidades y desafíos del mundo moderno a nivel mundial.

“La reforma laboral tiene por objeto reformar el Estatuto del Trabajo del año 50 que ha sido reformado en el año 90 y 2002; tiene por objeto llevar dignidad al trabajo que estamos creando; la reforma laboral ojalá pudiera en un artículo ordenar la creación de empleo”,explicó el viceministro.

Aseguró que otro de los objetivos de la reforma, que “tiene como fuente la participación real y efectiva del tripartismo (Gobierno, empresarios y sindicatos)”, es aumentar los índices de formalidad, que siguen siendo muy bajos en el sector agroalimentario.

“Formalizar es muy complicado (…) pero quiero que sepan que hay un compromiso de formalización del Gobierno Nacional y eso lo pueden ver traducido en el artículo 37 (del proyecto de reforma)”.

Y como hay una relación estrecha entre las reformas laboral y pensional que está impulsando el ministerio del Trabajo, Iván Daniel Jaramillo no dejó de lado que con las dos “hay una apuesta por habilitar esquemas de pago de cotización por días y por semanas”, algo que, según se ha expresado desde el sector agropecuario, debe ser distinto para los trabajadores del campo, cuya realidad laboral es en su mayoría trabajos por horas. Sobre eso, opina diferente el viceministro.

“A mí me sirve es que el trabajador tenga protección social. A horas no podríamos porque eso sería una medida de regresividad en derechos y por una razón básica, y es que los derechos en seguridad social se contabilizan por semanas”.

¿Y qué pasa con el trabajo en la ruralidad? “Hay toda una construcción epistemológica pensada en el trabajo urbano, no en el trabajo rural; pareciera haber sido olvidado por el derecho del trabajo. Esta reforma da la puerta de entrada y de bienvenida a el Contrato Agropecuario, con un Jornal Agropecuario que hemos pactado para pequeños productores”, respondió el viceministro.

Esto significa para el Ministerio, reconocer como trabajadores a quienes producen en el campo.  

En general, el viceministro insistió en que estas reformas “no son contra nadie, sino a favor de la sociedad. Aquí no hay una disputa ideológica ni un capricho del Gobierno o de la ministra o mío de entrar en un conflicto y dar unos derechos desproporcionados”.

La reforma laboral, concluyó, es una actualización y de recuperación de derechos, de llevar dignidad al trabajo.

“A todos nos interesa que haya mejora en la calidad de vida, que haya mejora en el nivel de ingresos de los y las ciudadanas; es una apuesta como sociedad”.