Revista Nacional de Agricultura
Edición 999 – Diciembre 2019

Es en buena parte, llevando educación a las zonas rurales como los jóvenes comenzarán ver el campo como una opción de vida. Apartes del panel.

¿Cómo lograr que los jóvenes vean su futuro en el campo? Este fue el título del panel en el que tomaron la palabra María Victoria Angulo, ministra de Educación; Juan Luis Mejía, rector de la Universidad Eafit, y Germán Anzola, rector de la Udca. Moderó: Cristina Plazas, panelista de La FM.

María Victoria Angulo: “Soñamos ver a un campo dignificando su infraestructura educativa

  • Antes de entrar a las estadísticas educativas, debo decir que en el gobierno trabajamos colegiadamente con los demás ministros en nueva vivienda, en saneamiento básico, en vías terciarias, etc., pues estamos pensando en cómo llegarle a la unidad familia.
  • También estamos comprometidos en la estructuración, con todos, del proyecto de educación rural. Pero para que cobre sentido, hay que hacer un tejido en un marco de bienestar, con el fin de que los niños y los jóvenes que ingresen quieran quedarse en una apuesta educativa.
  • Otra cosa importante es que en el Plan Nacional de Desarrollo, el capítulo más detallado para el campo es el de la educación. El proyecto de educación rural tiene varios componentes. El principio uno: trayectorias completas, es decir, oportunidades para los más vulnerables, desde la primera infancia hasta la educación superior. Si nos centramos en la primera infancia, en básica y media, vemos que el promedio de escolaridad es de 6.2 años en el campo y 9.8 en el sector urbano.
  • Tenemos infraestructura de 60-70 años, para lo cual el crédito del BID contempla mejoramientos educativos. Hemos estado obsesionados en los últimos años con colegio nuevo en lote nuevo, para hacer la transición a la jornada única. Hicimos una convocatoria en la cual participaron más de cuatrocientos municipios y asignamos mejoramientos para quinientas instituciones. Esto porque soñamos ver a un campo dignificando su infraestructura educativa, con comedores escolares, con aulas de preescolar y con escenarios lúdicos y culturales.
  • Sumo el proyecto de las residencias escolares, como hemos denominado a los internados, de los cuales hay casi seiscientos en el país. Y lo menciono para las empresas del sector que tienen presencia en Putumayo y Amazonas, porque esos internados no solo tienen una infraestructura obsoleta, sino que carecen de esa oferta de capital social que les marcará la vida a esos niños del campo.
  • Tenemos que pensar que desde la educación se logre un énfasis técnico con el Sena y otros aliados, para avanzar en una promesa del presidente Duque: la doble titulación. Para tal fin, queremos recuperar los institutos técnicos agropecuarios y las escuelas de vocación técnica, para que los jóvenes vean en el campo una oportunidad. En esto estamos trabajando con la ministra de las TIC (…) Vamos a iniciar conectando 10 mil instituciones.
  • Si miramos la cobertura de la educación superior, ahí sí que la deuda es enorme (…) Tenemos un programa: Generación E, que busca equidad en este frente para los jóvenes del campo, al cual buscamos sumarle muchos aliados.
  • Con relación al Programa de Alimentación Escolar, es obvio que también debe tener un diseño especial para las zonas rurales, no solo por las minutas y el componente nutricional, sino por los encadenamientos productivos que se pueden mover en torno a él.

Juan Luis Mejía: La universidad también se debe volver atractiva para el campo

  • La educación hace parte de un contexto y depende de ese contexto. Hay que cambiar los imaginarios del campo. Las carreras dependen en 90% de los imaginarios que se tengan sobre el lugar donde se vayan a desempeñar. Lo veíamos cuando por inseguridad no se podía circular por las carreteras colombianas: las carreras relacionadas con el turismo se cayeron. Nosotros estuvimos a punto de cerrar la carrera de geología porque nadie quería ir al campo porque lo podían secuestrar.
  • Segundo imaginario: hay que demostrarles a los jóvenes que el campo es un atractivo económico. Las noticias sobre las empresas exitosas, sobre las exportaciones son muy motivantes.
  • Tercer imaginario: el agro no es solamente en el campo. La universidad también se debe volver atractiva, entre otras cosas ofreciendo carreras distintas a las tradicionales. Hoy leía un artículo según el cual las universidades son vestigios fósiles de la era industrial

Germán Anzola: La universidad puede ayudar a solucionar problemas del agro

  • La educación superior puede aportar muchas cosas a la solución de los programas de agro colombiano. En primer lugar, está todo lo relacionado con la Cuarta Revolución Industrial, en la cual debe tener cabida todo lo que tiene que ver r con la Agricultura 4.0. En segundo término, las universidades tenemos como principios atender tres grandes responsabilidades: la formación, la investigación y la extensión.