Las mujeres de China en el mundo
De las 56 mujeres multimillonarias en el mundo que se hicieron a sí mismas (no heredaron la empresa del papá), 21 son chinas, según reportó Forbes en el 2017. Si las mujeres chinas recién adquirieron formalmente un empleo desde 1950, y solo después de 1980, con el proceso de reforma y apertura, ingresaron a competir en los negocios, se trata de un avance tan gigantesco como la economía del país y que, a diferencia de otros sectores, no tiene límites en China.
De acuerdo con Patricia Castro Obando, de Sino-Latam Forum, en China, más del 50% de tiendas de comercio electrónico han sido abiertas por mujeres emprendedoras. De este grupo integrado por una nueva generación de jóvenes mujeres chinas, el 60% recibieron algún tipo de educación en el extranjero, lo cual, según los expertos, “las expuso a culturas menos jerarquizadas y más igualitarias” todo lo cual desplegó un abanico de posibilidades.
Pero el fenómeno de mujeres empresarias en China no es nuevo sino una consecuencia de la primera gran generación a las cuales se les liberó de la tradición china que limitaba sus vidas al cuidado de la casa y la familia, para pasar a integrar activamente la fuerza laboral del país. En las siguientes generaciones, las mujeres fueron asignadas a puestos de ejecución en las empresas estatales chinas. A pesar de no ser escuchadas o valoradas, porque los estrictos roles de género lo impedían, destacaron como piezas claves en la internacionalización de las compañías chinas.
Una condición que impulsó el avance laboral de las mujeres en China fue la ley del hijo único que ya ha sido flexibilizada a dos hijos por familia. En ninguno de los casos, las mujeres chinas abandonaron o postergaron sus vidas profesionales por la maternidad o la crianza de la prole. Antiguamente, la motivación para ingresar al mundo de los negocios era salir de la pobreza, especialmente después de la restructuración de las empresas estatales en la década del noventa que dejó a muchas mujeres sin empleo.
Actualmente, las mujeres empresarias están más orientadas a la búsqueda de nuevas oportunidades y se guían por sus propias ambiciones y metas de éxito. Las mujeres chinas perciben que las industrias no tradicionales tienen un menor nivel de barreras para el ingreso y un entorno de género más neutral. Lo que
distingue a estas emprendedoras es que son más arriesgadas en el aprovechamiento de oportunidades que incluso otros descartan. Los analistas consideran que esta es la característica primordial de las nuevas emprendedoras chinas.
Bien por las mujeres chinas…
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Alejandro Vélez – avelez@sac.org.co