Revista Nacional de Agricultura
Edición 1027 – Julio 2022

El encarecimiento de los fertilizantes no ha impedido que el cultivo de plátano siga siendo un buen negocio. El consumo per cápita de este alimento ya está en 72 kilogramos al año.

Para José Hernández, presidente de la Federación de Productores de Plátano de Colombia, Fedeplacol, el país podría perfectamente doblar la producción en la mitad de la superficie sembrada, siempre y cuando los cultivadores adquieran una visión empresarial, es decir, dejen de ser plataneros. Entrevista*.

Revista Nacional de Agricultura: ¿Cuál es la situación económica de los cultivadores de plátano, frente al encarecimiento de los fertilizantes y otros insumos?

José Hernández: La situación es muy buena, por dos razones, y aclaro que estoy hablando de los platanicultores, no de los plataneros. Me explico: platanero es el que tiene una platanera mal tenida, el que transporta plátano y hasta el que roba plátano, o sea, una persona que no produce, sino que recolecta, mientras que el platanicultor es aquel que tiene una visión empresarial, así cuente con cien o cien mil matas. Y como tiene sentido empresarial, sabe que producir una hectárea de plátano vale hoy cerca de $17 millones, y que llevar una mata a producción le cuesta cerca de $6 mil (que es el costo de producir un racimo), es decir, que si el racimo pesa 15 kilogramos, le sale a $400 el kilogramo.

En nuestra matriz de costos, el fertilizante representa 10%, pero antes vendíamos a $700-1.000 el kilogramo, y hoy a $1.500-2.300. Entonces, si a alguien le está yendo mal es porque no es empresario. El precio del fertilizante sí ha subido, pero así si se doblara, el productor lo compensaría con la venta de un kilogramo de plátano.

Estoy poniendo el jornal integral a $56 mil (salario mínimo, más prestaciones sociales), el cual representa 65% de los costos. Entonces, en el supuesto caso de que se triplique el fertilizante ($300 mil el bulto), pasaríamos de un costo de producción de $400 el kilogramo a $480, para vender hoy a $1.500-1.800. Siempre hay que mirar la estructura de costos para saber qué rubro se me está incrementando y en qué porcentaje.

Entonces, el promedio de un kilogramo de plátano producido por un platanicultor puede estar entre $350 y $450. Para mí, el plátano, bien manejado es un gran negocio; mal manejado, es el más malo de todos.

R.N.A.: Pero tienen otros problemas…

J.H.: Grandes problemas. En materia sanitaria tenemos, por ejemplo, el moko, la sigatoka, la elefantiasis y el picudo.

R.N.A.: ¿Esos valores son para todo el país?

J.H.: Sí. Ese promedio lo sacamos a partir de la información recogida entre las cinco asociaciones de Arauca, de la cuatro del Casanare, de las cinco del Meta, de los productores de Córdoba, de la zona de Urabá, de la Zona Cafetera, del suroeste antioqueño. Tenemos sesenta y dos asociaciones en todo el país. Y aclaro, no vinculamos a productores independientes, solo a asociaciones de cultivadores.

R.N.A.: Aparte de la mano de obra y los fertilizantes, ¿cuáles son los otros rubros que más pesan en los costos de producción de los empresarios del plátano?

J.H.: Está el control de la sigatoka, en Urabá, los llanos Orientales y la Costa Atlántica, donde se utiliza la fumigación aérea, cosa que no podemos hacer en la Zona Cafetera por la topografía. El control lo hacemos manualmente, por despunte, que sale mucho más barato y es mucho más eficiente.

R.N.A.: ¿El área sembrada con plátano tecnificado está creciendo en el país?

J.H.: Ojalá. Es que esto es de ricos a quienes la mujer los motila. Todo el mundo está pelado, pero vaya míreles las fincas. Ojalá esto fuera de gente más joven y empresaria para que le metieran ganas al cultivo y así poder atender las solicitudes que todos días recibimos para exportar plátano a América Central, a las Antillas, a Estados Unidos y a Europa.

Nosotros podemos duplicar la producción con la mitad del área actualmente sembrada, pero pasa que la mayoría de los cultivadores no saben de eso. Creen que el conocimiento se hereda, que entra por ósmosis. Colombia tiene un promedio de producción por hectárea de 9 toneladas al año; los medianamente tecnificados (incluyendo los plataneros), sacan 15-18, y los tecnificados deben estar por encima de 35-40. Esto confirma que podemos duplicar la producción nacional con la mitad de la superficie ocupada hoy. Pero tendríamos que ser más eficientes en el transporte, en la manipulación, en las labores culturales.

Al calcular la fertilización, decimos: una hectárea tiene 2.500 matas, las cuales tienen que ser fertilizadas por un trabajador en el día. Si el trabajador se gana $50 mil (para poder hacer las cuentas) y hace la tarea, me sale a $50 la unidad. Pero si en vez de fertilizar las 2.500 matas, solo llega a 500 porque están dispersas y no le rinde, en lugar de pagar $50, termino cancelando $1.500 y hasta $2 mil por la misma labor. En otras palabras, no sería eficiente, y eso es lo que mata.

R.N.A.: ¿Si el negocio es tan bueno por qué no hay más gente invirtiendo en plátano?

J.H.: No falta el que diga que a este cultivo “se lo llevó el que nos trajo”, pero eso no es así. El problema del sector somos nosotros, los actores. No nos capacitamos. Uno ve a un señor que hoy tiene un taxi, y a los dos años tiene tres, mientras que otros se ponen a beber porque se sienten ricos con medio taxi. Eso pasa en el sector agrícola. A un señor la prestan $15 millones para que monte una hectárea de plátano, y al otro día se va para San Andrés o se bebe la plata, y al cultivo le dedica la cuarta parte del préstamo. Entonces, se quedó sin el cultivo, con la deuda y con la finca embargada. Pienso que a los agricultores no se le debería prestar dinero, sino entregarles los insumos que necesitan, pero con una veededuría de por medio.

Otra cosa: me reuní con cinco aseguradoras de plátano a quienes les dije que a la gente no se les debía prestar si no incluyen el seguro, así como a uno no le prestan para comprar una casa si no toma un seguro. Con el seguro, el banco y el agricultor quedan más tranquilos.

R.N.A.: ¿Qué porcentaje de la actual superficie ocupada por el plátano en Colombia, corresponde a empresarios?

J.H.: El Dane dice que tenemos 800 mil hectáreas en plátano, pero nosotros consideramos que son 500 mil, de las cuales 50-100 mil corresponden a empresarios humildes, con mentalidad empresarial. Lo que pasa es que nosotros no hemos dimensionado la importancia de este producto. Uno nunca ve a un ministro en un cultivo de plátano, aunque tenemos un consumo per cápita de 72 kilogramos al año. Esto quiere decir que si se nos acaba el café, tomamos agua de panela o chocolate; pero el día que no tengamos plátano, no sé qué pueda pasar, porque los colombianos consumimos básicamente plátano. Al plátano, que es seguridad alimentaria, deberíamos darle toda la importancia, lo mismo que al fríjol y al arroz.

R.N.A.: ¿Hay interés entre mucho cultivador de volverse empresario?

J.H.: Claro. Son los que se reúnen en nuestros congresos, los que nos preguntan, los que hacen negocios con Frito Lay, los que le venden a Del Monte, etc. Esos son los que no se quejan. Pero de ahí hacia atrás, la cosa es bien distinta.

R.N.A.: ¿Si el plátano es demandado en el exterior y crece la demanda de snacks y otros productos con valor agregado, se percibe interés por parte de inversionistas extranjeros?

J.H.: No para producir, pero sí para procesar. En Colombia, por ejemplo, el negocio de los snaks lo manejan cinco empresas, Frito Lay (PepsiCo), tiene 70% del mercado y están haciendo bellezas con el plátano. Y hay pequeñas, que manejan grandes volúmenes de plátano.

R.N.A.: ¿Qué hacer con los pequeños?

J.H.: Formarlos, capacitarlos, especializarlos, más ahora cuando se habla del relevo generacional. Pero, ojo, aquí llevamos veinte años con el cuento del relevo, cuando en realidad lo que necesitamos es un empalme generacional. El relevo es cuando a uno lo sacan porque otro llega, mientras que el empalme permite que la gente con experiencia transmita sus conocimientos. Nuestro problema es estructural: en la universidad se enseña a controlar las plagas y enfermedades, pero no a hacer negocio con la agricultura de manera empresarial.

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N del E.: Hasta último momento quisimos actualizar las cifras sobre precios y costos, que corresponden a mayo, pero nos fue imposible volver a contactar al presidente de Fedeplacol.